El anfitrión de la Copa América 2011 jugó verdaderamente mal, no manejó nunca el balón a ras de suelo, no creo sociedades de mitad de cancha hacia delante y no perdió, simplemente, gracias a un espectacular y sólido desempeño del portero Sergio Romero, quien en mas de una oportunidad salvo la derrota.
Las situaciones más claras estuvieron en los pies de los colombianos, mientras que por el lado argentino el único acercamiento con real peligro, en todo el encuentro, fue el mano a mano de Lavezzi tras una genial habilitación de Messi. Luego, el mismo Leo desapareció durante la mayor parte del encuentro, Tévez no logró desequilibrar y se chocaba constantemente con los defensores y Lavezzi, insistentemente, buscaba pasar por lugares imposibles. Si bien, en esta oportunidad, intentaron un poco mas conectarse a través de pases cortos y a ras del césped, finalmente terminaron cayendo en individualidades intrascendentes y pelotazos sin destino para que se las ingenien en soledad los delanteros.
La selección cafetera, evidentemente, realizo un gran partido, de manera inteligente logró incomodar a los más habilidosos y, en más de una oportunidad, supo llevar peligro al arco de enfrente custodiado por Romero. Cerca de los primeros 45 minutos y, tras un mal pase hacia atrás de Gabriel Milito, el delantero Moreno, increíblemente, no convirtió teniendo el arco a su entera disposición después de haber eludido la salida rápida del portero albiceleste. El guardameta argentino, minutos más tarde, continuó luciéndose despejando dos buenos remates de media distancia de Falcao y Ramos. Indudablemente, Sergio Romero fue la figura en esta Argentina desconocida, deslucida, llamativamente poco peligrosa en la zona ofensiva y peligrosamente insegura de mitad de campo hacia atrás.
Aunque, durante el desarrollo del segundo tiempo Batista realizó cambios, el juego de sus dirigidos siguió siendo pobre y carente de precisión y velocidad. Por el lado de los colombianos, su buen rendimiento fue parejo durante los 90 minutos, tal es así que en los últimos instantes del cotejo fueron ellos los que terminaron presionando y creando problemas en el área contraria.
El combinado albiceleste, si bien todavía depende de sí mismo, con esta igualdad ha quedado complicado en busca de la clasificación a cuartos de final. Algo realmente impensado en la previa de esta competición, y menos se imaginaba algo así con los nombres que iban a conformar el plantel. Pero esta claro que la calidad no se logra simplemente ubicando en la cancha a los mejores once del planeta, si no haciéndolos funcionar entre si a través de cortos toques llevando el balón por el suelo. En definitiva, como siempre se dice, tiene que correr la pelota y no el jugador.
Muchísimo por mejorar tiene esta Selección, aun tiene posibilidades de seguir adelante pero evidentemente tiene que cambiar la actitud y sobre todo la calidad en su juego si quiere lograrlo.