La tenista checa Petra Kvitova ha conquistado el torneo de Wimbledon tras imponerse con total autoridad a la rusa Maria Sharapova por (3-6) y (4-6), logrando el primer Grand Slam de su carrera con apenas 21 años y confirmándose como una grandísima jugadora con enorme proyección y futuro.
A pesar de la superioridad de Kvitova, la veterana jugadora rusa, Maria Sharapova, salió enchufadísima a la pista central del All England Tennis Club, apelando a su condición de favorita y buscando conquistar el cuarto Grand Slam de su carrera. Así, la tenista rusa logró romper el servicio de Kvitova en el primer juego del partido aunque el gran arranque de Maria sería un mero espejismo ya que el poderío demostrado por Petra al resto a lo largo de todo el torneo ha sido letal para destrozar el servicio de la gran favorita que cedió su saque en dos ocasiones (segundo y sexto juego) en la primera manga, una primera manga que cerraría la aspirante por (3-6).
En el segundo set, Kvitova siguió imponiendo su ley desde el fondo de la pista, con potentes servicios y especialmente, con auténticos "latigazos" de derecha sobre el servicio de Sharapova que veía como la jugadora checa devolvía sus primeros servicios a pesar de superar los 170km/h.
Con un nuevo break de Kvitova (0-2) y más de 10 errores no forzados de Sharapova el partido parecía sentenciado aunque el talento, la calidad, la veteranía y el orgullo de la rusa salieron a relucir en una igualadísima segunda manga donde la propia Sharapova lograría romper el servicio de Kvitova en dos ocasiones (2.2) y (3-3). Sin embargo, un nuevo break de la checa en el séptimo juego del partido le dejó el partido en bandeja (3-5), cerrando la final con su servicio por (4-6), en un juego ganado en blanco por Kvitova que de esta manera, se convierte en la nueva reina de la hierba londinense inscribiendo su nombre en el "Olimpo de los Dioses y Diosas" de Wimbledon.