Mucho se ha hablado últimamente sobre ese país en la región más meridional de la Península Balcánica… este país formado –además- por las casi 6.000 islas griegas… las Jónicas, las Sarónicas, las Cícladas, las islas del Egeo… Creta y el Dodecaneso. Grecia es un país singular con gentes singulares. Si son seguidores del baloncesto recordarán el pánico que les entraba a los árbitros al pitar a un equipo griego en su cancha… aquella Eurocopa que Grecia ganó en su cancha sin ser favorita en fútbol (algunos hablaron de milagro)… hoy sólo se habla de rescates económicos y de un tal Papandreou que a algunos nos suena que ha estado toda la vida al frente del Gobierno y casi es cierto aunque con distintos nombres: su padre y su abuelo fueron los que le precedieron en el cargo de Primer Ministro algún tiempo atrás… Merkel habla y Grecia se hunde un poco más por las imposiciones económicas de una vieja Europa que “recomienda” (eso suele querer decir “impone”) subir los impuestos a unos griegos que ya no aguantan más.

Grecia fue –también- esa gran unión de polis en la que un día (de Macedonia, para ser más precisos) surgió de padre Filipo un tal Alejandro Magno que extendió el imperio griego hasta más allá de lo que incluso los romanos lograron. Pero Alejandro murió joven porque, parece ser, se agarró una gran borrachera y terminó en coma (o algo parecido, creo que gracias a Dios nadie le ha hecho aún la autopsia).

¿Sabían –también- que fue en Grecia en dónde se inventó la democracia? ¡Vaya, hombre! Sí, la palabra “democracia” proviene de la Atenas en el siglo V a. C. (por practicar la filología un rato: δῆμος, “demos”, que puede traducirse como “pueblo”; y κράτος, krátos, que puede traducirse como “poder” o “gobierno”). Parece que a las grandes naciones democráticas de hoy en día como Alemania –de una larga tradición “democrática” (sí, va con sorna)- se les ha olvidado sus orígenes helenísticos. ¡Qué pena!

Los griegos, además, son los grandes fundadores de la filosofía que, aunque muchos piensen que no sirve para nada, fundamenta las formas modernas no sólo de gobierno, sino sociales y económicas (aunque alguien haya puesto a Adam Smith en el lugar de Aristóteles). Son griegos el gran Aristóteles que habló de lógica y de las causas y efectos que más tarde servirían a Newton para plantear la gravedad e incluso a un tal Santo Tomás para intentar probar la existencia de Dios… también es griego un tal Platón, un tipo listo que escribía libros divertidos sobre formas de gobierno como La República y diálogos ingeniosos que enseñaron a generaciones una verdad que parecen haber inventado los franceses: la razón por encima de todas las cosas. Estuvieron también los pitagóricos y los sofistas y también Heráclito y Parménides y otros cientos y otros miles que han venido alguna vez a martirizarnos en nuestros tiempos de estudiantes.

Recordamos la Grecia clásica y el período helenístico, pero también debemos recordar que, durante el Imperio Romano, Grecia continuó manteniendo cierta hegemonía cultural porque, pensaban los romanos, los griegos habían sido muy listos y semejante cultura no había que tirarla por el retrete (sobre todo porque en aquellos tiempos no había retretes sino letrinas). ¡Vaya con los romanos! Sí, algunos tipos listos me explicaron que tomaron la religión griega también porque les servía a sus propósitos… y es que los romanos, cuando conquistaban un territorio, tomaban al dios local por propio, añadiendo así la nueva deidad al panteón… algo así como tomar lo mejor de cada territorio para hacerlo partícipe de ese Imperio en formación. Así lo hicieron con los griegos, inferiores militarmente pero a los que se siguió respetando como potencia cultural… y es que hay que tener en cuenta un territorio que vio nacer a tantas grandes personalidades que marcarían la sociedad, cultura y religión en los siglos venideros.

¡Qué importante ha sido Grecia y qué cabizbaja se la contempla ahora desde el seno de la nueva economía europea que nada entiende de cultura ni de tradición! ¿Dónde quedaron los grandes nombres de tu pasado, oh gran Grecia? ¿Dónde está la cuna de la democracia? Parece que ahora son otros los parámetros que gobiernan la sociedad y nada tienen que ver con el pensamiento ni el orden justo de las cosas… son ahora bonos y deudas externas que manejan unos pocos para, al final, crear una solución económica que afecta a esos ciudadanos que poco entienden de deudas externas y mucho de tradición, trabajo y cultura. ¿Dónde quedaron tus filósofos, gran Grecia? Enterrados bajo números, los bancos proponen subir los impuestos… ¿qué gran pecado cometisteis, oh griegos, para tal penitencia?

Quizá la gran Grecia quedó enterrada por siempre bajo la gran maquinaria financiera de los tiempos modernos, quizás ya las grandes gestas que cantaba Homero serán al fin olvidadas porque hay historias mucho más entretenidas que contar hoy en día: un rescate porque la economía de la Unión Europea se tambalea si Grecia… francamente, ¡prefería las historias de antes!