La conocí en una tertulia poética a la que me invitaron. A una amiga común se lo tengo que agradecer. Al principio no me llamó mucho la atención pero, poco a poco me fue entrando. En realidad, para mí era como un juego, un pasatiempo. No sabía a lo que me estaba enfrentando. Todos los lunes a partir de las 21:00 quedábamos para vernos en un pub. Los tertulianos estaban "coladitos" por sus huesos, mas ella solo tenías ojos para mí. Y yo temblaba cuando tocaba su cuerpo de papel...
Recuerdo el día que empezamos a salir: ella decía que no me veía como hombre, y yo le decía que bien. Más tarde, sin saber cómo ni por qué, cambió de idea y me cogía la mano cuando me ponía a escribir. Todo lo demás, vino después... Ahora estoy tan enganchado que no me puedo escapar, a todas horas estoy pensando en ella... La busco con desespero, ¡tanto! que a veces me hace sufrir. Cuando la llamo, a veces no viene y en el momento más insospechado, la descubro junto de mí. Ya no me tengo respeto, la dignidad hace tiempo que la perdí. Quisiera que fuera mía; mas ella no se deja coger. Su nombre es Literatura, y lo que hay entre los dos, inspiración es. Ya tenemos una criatura, su título es "Cuéntame un cuento, papá". Es un libro de fábulas, cuentos y relatos, ¡me siento tan orgulloso de él!