Drástica reducción del 77% de las ayudas alimentarias por parte de la Unión Europea al sector que más sufre las consecuencias del hambre. La cantidad invertida para el suministro de alimentos oscila, en torno, a los 113 millones de euros. Una cifra muy inferior a los 500 millones destinados a lo largo de los últimos años.
79 millones de personas viven por debajo del umbral de la pobreza en Europa y, de esta cantidad, 30 millones sufren problemas de malnutrición. Este grupo cuenta con muchas dificultades para poder abastecerse de comida de una manera regular y, a raíz de la reducción del 77%, van a ser los más damnificados, ya que aún lo van a tener más complicado para tener acceso a sus nutrientes diarios.
Esta bajada de las ayudas viene propiciada a raíz de la resolución del Tribunal de Justicia en torno a que este fondo debe financiarse con reservas de alimentos de la UE. Estas reservas se han reducido a medida que se modificaba la Política Agrícola Común para enfocarla más hacia el mercado.
La inflación de alimentos subió un 2,7% en el pasado mes de mayo, lo que supone el peor dato desde 2008. Entre los países que más ayuda demandan están los de reciente entrada a la Unión Europea, que representan un 90% en el reparto de los alimentos entre los más necesitados.
1,7 millones de personas en España
En España dicha situación también tendría sus consecuencias y afectaría a 1,7 millones de personas. En cuanto a la cantidad invertida, se estiman 19 millones para ayudas, una cifra que dista mucho de la ayuda de 75 millones de este año.
Con los fondos del plan europeo, nuestro país cubre entre el 30% y el 40% de los alimentos que se destinan para los más desfavorecidos. La cifra de pobreza alimentaria en España es un dato preocupante, pues lejos de reducirse ha aumenado un 4% este año con respecto al periodo anterior.