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Era lógico que las políticas del fanático rojo Zapatero trajeran reyertas del pasado

La anarquía disfrazada de indignación impera de nuevo en España

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Era lógico que entre las lógicas razones de los indignados se mezclaran las cuitas personales de los parias más exaltados.Y es más que lógico decir que esta situación no ha hecho más que empezar. Ojo pues al 15 M, ojo, ojo, pues el fragor popular impera de nuevo en España. Fragor por otra parte, generado exclusivamente por los soberbios analfabetos-as socialistas, cuyas mentalidades políticas se fundamentan, en el favor y el desafuero, en el robo a la sociedad, la dictadura corporativista, el revanchismo, el elitismo, además de otros pérfidos cambalaches, mediante sangre ajena, con los terroristas, y la expoliación de la Patria, en beneficio propio.

Por otro lado, no me atrevo a decir que el movimiento del 15M acabará con las infamias de los corruptos dictadores políticos, la inmensa mayoría pertenecientes a las filas socialistas. Sin embargo, no tengo la menor duda de que el 15M irá acrecentándose día a día. El problema es grave, muy grave, aunque algunos prefieran mirar al tendido. Y es que, el verdadero problema no son los indignados -más de la mitad de españoles vivimos con la mayor de las indignaciones padeciendo las continuas desidias mentales de este siniestro gobierno- el problema es la mescolanza entre indignados, exaltados totalitarios y demás camadas de parias sociales, extremistas socialistas y comunistas, sobre manera. Es decir, la estructura social ideal para que la anarquía impere de nuevo en España…

En cuanto a la situación en sí, resulta sospechoso que el 15M surgiera unos días antes de que el PP copara casi todas las instituciones comunitarias, puesto que la situación previa al 15M era tan mala como la de hace un año como mínimo. Luego, la pregunta es por qué en ese momento y no en otro…

Por otro lado, si en verdad uno está indignado es de justicia que sus reclamaciones recaigan sobre los verdaderos culpables, es decir, sobre quienes llevan gobernando, robando, dilapidando y fagocitando el poder de todos mediante la dictadura social. No es lógico ni mucho menos digno, por mucha indignación que uno tenga, dejar de abuchear a los políticos socialistas culpables de todos sus males y hacerlo con la mayor vehemencia contra los recién llegados, en este caso, políticos del PP.

Y es que por lógica decencia, si los indignados, en verdad son indignados y no interesados, deberían plantarse delante de los políticos culpables de sus situación: puesto que los culpables no son los que están, ni están los que son actualmente en las instituciones comunitarias. Los culpables están en el gobierno de España y es allí donde han de acampar y luchar a brazo partido por sus derechos ;derechos que los socialistas con la permisividad de sus fanáticos votantes y otros traidores nacionalistas, han dilapidado alegremente. Dicen que no hay peor ciego que aquel que no quiere ver: pues bien, yo digo: que no hay peor indignado que el que no se indigna de sus propios hechos. Entiendo que no es fácil haber votado socialismo y cargar las tintas con los mismos. Entiendo que no es fácil haber comido a cuenta de las limosnas socialistas y ahora que se acaban tirar piedras a su tejado. Entiendo que se halla jaleado “que viene la derecha” y resulta que mientras tanto el exquisito socialismo se dedicaba a expoliar patria y derechos. Entiendo todo. Lo que no entiendo es que se pretenda echar las culpas a los demás.

En cuanto al objetivo inicial de los indignados, si en verdad se desea cambiar el sistema, cosa que yo hace muchos años vengo diciendo, me parece bien; pero para cambiar el sistema primero hay que echar a la puta calle a los dueños del mismo, es decir, al gobierno actual. Una vez fuera el gobierno y convocadas las elecciones es cuando hay que decir a quien pretenda representarnos qué queremos a cambio de nuestro voto.Yo, indignado hasta la saciedad, quiero en primer lugar Gestión y no Gobierno: Es fundamental entender la abismal diferencia entre gestión y gobierno. A un gestor se le puede pedir toda clase de responsabilidades, a un gobernante -político, visto está, al menos en España-, casi ninguna… He aquí la cuestión fundamental del desafuero absoluto del actual sistema, producto de la mansedumbre de una gran parte de españoles.

En definitiva, aquellos que en verdad se sienten indignados, con el demencial despotismo político actual, deben comenzar por pedir la dimisión urgente del gobierno. Todo lo demás es vano además de “peligroso” pues existe un espacio ocupado, al amparo del movimiento en si, por diversos grupos que siendo culpables de su propia indignidad pretenden echar las culpas de sus decisiones personales a sus odiados adversarios políticos. Lo dicho, ojo, ojo, la anarquía hoy cabalga de nuevo disfrazada de una supuesta indignación.Quienes han instalado mediante el aval a la pérfida política de una banda de socialistas que llegaron al poder mediante el voto del miedo y la bendición de los “analfabetos” y demás fanáticos rojos, ahora dicen sentirse indignados. Miedo me da.

La anarquía disfrazada de indignación impera de nuevo en España

Era lógico que las políticas del fanático rojo Zapatero trajeran reyertas del pasado
José Luis Palomera Ruiz
viernes, 17 de junio de 2011, 22:00 h (CET)
Era lógico que entre las lógicas razones de los indignados se mezclaran las cuitas personales de los parias más exaltados.Y es más que lógico decir que esta situación no ha hecho más que empezar. Ojo pues al 15 M, ojo, ojo, pues el fragor popular impera de nuevo en España. Fragor por otra parte, generado exclusivamente por los soberbios analfabetos-as socialistas, cuyas mentalidades políticas se fundamentan, en el favor y el desafuero, en el robo a la sociedad, la dictadura corporativista, el revanchismo, el elitismo, además de otros pérfidos cambalaches, mediante sangre ajena, con los terroristas, y la expoliación de la Patria, en beneficio propio.

Por otro lado, no me atrevo a decir que el movimiento del 15M acabará con las infamias de los corruptos dictadores políticos, la inmensa mayoría pertenecientes a las filas socialistas. Sin embargo, no tengo la menor duda de que el 15M irá acrecentándose día a día. El problema es grave, muy grave, aunque algunos prefieran mirar al tendido. Y es que, el verdadero problema no son los indignados -más de la mitad de españoles vivimos con la mayor de las indignaciones padeciendo las continuas desidias mentales de este siniestro gobierno- el problema es la mescolanza entre indignados, exaltados totalitarios y demás camadas de parias sociales, extremistas socialistas y comunistas, sobre manera. Es decir, la estructura social ideal para que la anarquía impere de nuevo en España…

En cuanto a la situación en sí, resulta sospechoso que el 15M surgiera unos días antes de que el PP copara casi todas las instituciones comunitarias, puesto que la situación previa al 15M era tan mala como la de hace un año como mínimo. Luego, la pregunta es por qué en ese momento y no en otro…

Por otro lado, si en verdad uno está indignado es de justicia que sus reclamaciones recaigan sobre los verdaderos culpables, es decir, sobre quienes llevan gobernando, robando, dilapidando y fagocitando el poder de todos mediante la dictadura social. No es lógico ni mucho menos digno, por mucha indignación que uno tenga, dejar de abuchear a los políticos socialistas culpables de todos sus males y hacerlo con la mayor vehemencia contra los recién llegados, en este caso, políticos del PP.

Y es que por lógica decencia, si los indignados, en verdad son indignados y no interesados, deberían plantarse delante de los políticos culpables de sus situación: puesto que los culpables no son los que están, ni están los que son actualmente en las instituciones comunitarias. Los culpables están en el gobierno de España y es allí donde han de acampar y luchar a brazo partido por sus derechos ;derechos que los socialistas con la permisividad de sus fanáticos votantes y otros traidores nacionalistas, han dilapidado alegremente. Dicen que no hay peor ciego que aquel que no quiere ver: pues bien, yo digo: que no hay peor indignado que el que no se indigna de sus propios hechos. Entiendo que no es fácil haber votado socialismo y cargar las tintas con los mismos. Entiendo que no es fácil haber comido a cuenta de las limosnas socialistas y ahora que se acaban tirar piedras a su tejado. Entiendo que se halla jaleado “que viene la derecha” y resulta que mientras tanto el exquisito socialismo se dedicaba a expoliar patria y derechos. Entiendo todo. Lo que no entiendo es que se pretenda echar las culpas a los demás.

En cuanto al objetivo inicial de los indignados, si en verdad se desea cambiar el sistema, cosa que yo hace muchos años vengo diciendo, me parece bien; pero para cambiar el sistema primero hay que echar a la puta calle a los dueños del mismo, es decir, al gobierno actual. Una vez fuera el gobierno y convocadas las elecciones es cuando hay que decir a quien pretenda representarnos qué queremos a cambio de nuestro voto.Yo, indignado hasta la saciedad, quiero en primer lugar Gestión y no Gobierno: Es fundamental entender la abismal diferencia entre gestión y gobierno. A un gestor se le puede pedir toda clase de responsabilidades, a un gobernante -político, visto está, al menos en España-, casi ninguna… He aquí la cuestión fundamental del desafuero absoluto del actual sistema, producto de la mansedumbre de una gran parte de españoles.

En definitiva, aquellos que en verdad se sienten indignados, con el demencial despotismo político actual, deben comenzar por pedir la dimisión urgente del gobierno. Todo lo demás es vano además de “peligroso” pues existe un espacio ocupado, al amparo del movimiento en si, por diversos grupos que siendo culpables de su propia indignidad pretenden echar las culpas de sus decisiones personales a sus odiados adversarios políticos. Lo dicho, ojo, ojo, la anarquía hoy cabalga de nuevo disfrazada de una supuesta indignación.Quienes han instalado mediante el aval a la pérfida política de una banda de socialistas que llegaron al poder mediante el voto del miedo y la bendición de los “analfabetos” y demás fanáticos rojos, ahora dicen sentirse indignados. Miedo me da.

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