¡Abracadabra! La magia ha llegado a la Biblioteca Nacional y ha llenado sus salas de trucos, juegos y literatura sobre este misterioso mundo. A través de 150 piezas únicas, procedentes en su mayoría de la colección privada del mago español Rafael Amieva, esta exposición pretende mostrar al espectador los entresijos de un arte que antaño tuvo grandes amigos y también enemigos.

Sólo aquí podremos encontrar, desde el primer manual de magia que se editó en nuestro país hasta el primer juguete autómata con el que se entretenían los niños españoles en el siglo XIX.

Pero también encontramos múltiples y sorprendentes fotografías de magos, hipnotizadores y adivinadores procedentes de varios países del mundo, y hasta algunas ediciones del archiconocido juego ‘Magia Borrás’, la más antigua de todas, data de 1950.

“La magia es un arte apasionante que cada día atrae a más gente”, comenta Rafael Amieva, comisario de esta exposición, mago y coleccionista de vocación. “Los antiguos magos eran capaces de experimentar incluso antes que los científicos”, añade.

El concepto de mago es muy amplio. Dentro de esta categoría caben múltiples figuras como la de ilusionistas, escapistas, científicos, espiritistas o hipnotizadores…Y todos estos personajes los encontramos en la nueva exposición de la Biblioteca Nacional.

Pero a lo largo de la historia la magia no siempre ha estado bien vista, pues han sido muchos los reyes y gobernantes que han promulgado leyes contra este arte y han sido muchos también, los libros que se han editado a lo largo de los siglos con la única finalidad de prevenir sus ‘nocivos efectos’ en la sociedad.

En 1733 vio la luz en España el primer libro que arremetía de forma explícita contra la magia. Se titulaba “Engaños a ojos de vista y diversión de trabajos mundanos” y procedía de una traducción de textos franceses y alemanes.

Y es que la magia, por aquel entonces, era una actividad propia de la clase burguesa con el que amenizaban sus veladas a través de los llamados ‘juegos de sociedad’, ‘los juegos de prendas’ o la ‘mnemotecnia’.

Además, los juegos de cartas estaban prohibidos en España por una sencilla razón: el Estado era el único ente autorizado para fabricar naipes, un invento que nació en Asia y cuyo primer país de destino fue España.

Pero además de severas prohibiciones, la magia también ha sufrido numerosas metamorfosis a lo largo de su historia.

En nuestro país pasó de ser una actividad que amenizaba las veladas de la burguesía, a ser un arte oscuro gracias a técnicas como la adivinación, la quiromancia, la hipnosis, los timos o los magos científicos (personajes que se valían de la ignorancia general que por aquel entonces había sobre el electromagnetismo).

Además, esta exposición aguarda otros curiosos manuales como ‘El arte de hacer milagros’, de 1879; ‘el Diccionario infernal’, editado en 1849 o la divertida biografía de ‘Fructuoso Canonge’, conocido en todo el mundo como ‘el Merlín español’.

Así que ya saben. Si quieren conocer los orígenes de este misterioso mundo, hasta el próximo 4 de septiembre pueden visitar ‘Magia’ en la Biblioteca Nacional en Madrid.

Y recuerden…Nunca se fíen de lo que ven sus ojos…