Es evidente que Barcelona y Real Madrid juegan su propia Liga. Los demás equipos, a priori, no pueden competir con ellos a día de hoy, ya que existe una diferencia demasiado grande en cuanto a plantilla y presupuesto. El monologo azulgrana y blanco de las últimas temporadas es una evidencia que pone en entredicho, incluso, a los que están en el segundo escalafón, los mismos que luchan por pasear su nombre por Europa.

A Valencia, Villarreal, Atlético de Madrid y Athletic se les va a unir esta temporada un nuevo competidor: el Málaga Club de Fútbol. El proyecto del jeque qatarí pasó apuros en su primera temporada, incluso llegó a codearse con el descenso durante muchas jornadas pero, finalmente, logró salvarse. Y, ahora, con el equipo ya asentado en Primera, el club se ha marcado cotas más altas. Ir a Europa es el objetivo y para ello se está haciendo un equipo equiparable a tan bonita misión.

Buonanotte, Van Nistelrooy y Monreal han sido las dos primeras adquisiciones y las siguientes están de camino. Suenan muchos nombres, como Mathijsen y Pastore, pero las incorporaciones que más encaminadas están son la de Joaquín y Toulalan. Dos fichajes que potenciarán aún más un equipo en el que Caballero, Demichelis, Recio, Baptista y Rondón forman la base de Manuel Pellegrini.

Por lo tanto, un proyecto como el del Málaga es muy bueno porque garantiza una mayor competitividad en los puestos de arriba, algo que le hace falta a la Liga. Valencia, Villarreal, Atlético y Athletic, más algún equipo de los denominados revelación, tendrán a un rival más para ir a Europa. Eso es positivo para el fútbol español y, de paso, servirá para recortar un poco de terreno con respecto a la Primera League que es, bajo mi punto de vista, la mejor liga del mundo.

Tal vez, sería interesante que vinieran más jeques e invirtieran en el fútbol español, tal y como lo ha hecho el del Málaga. Luego hay más ricos inversores de esta índole, como el del Racing, que ha salido rana, y el del Getafe, que es una incógnita aún. Pero como el jeque salga bueno, ilusión a golpe de talonario garantizada para la afición...