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La II República fue posible mediante falaces consignas dirigidas a la clase social baja

Francisco Franco, defensor de la dignidad del otrora pueblo español

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Aparte de que su régimen fuera totalitario o no- que no lo fue ya que haberlo sido, Felipe González, por ejemplo, hubiese permanecido, al menos hasta la muerte del dictador, en prisión-Francisco Franco ha de ser mencionado, por justicia, en la RAE como “el defensor de los lícitos derechos, de al menos, la mitad de los españoles”.

Dieciocho años de mi vida conviví con el Gobierno- es decir con la dictadura, ya que toda forma de gobierno, mediante el actual sistema de mayorías simples- es dictadura, del general Franco. Estos últimos, casi, ocho años, más que convivir, he “ignorado” para poder seguir viviendo decentemente, las infames reglas del dictatorial gobierno socialista. dicho esto; La Segunda República Española fue posible mediante falaces consignas dirigidas a la clase social baja, que antaño componían por entero las huestes rojas, cuyos líderes prometían el aniquilamiento social de la burguesía, dicho de otro modo, la expropiación a los ricos en beneficio de los pobres.

Los políticos de entonces -igual que los de ahora- únicamente pretendían conseguir al poder. Las formas y los fondos en política es lo de menos. En aquellas elecciones, los rojos y los independentistas formaron un sólo grupo, el Frente Popular, compuesto por Diego Martínez Barrio, Manuel Azaña, Largo Caballero ,el agitador de masas, José Díaz Ramos, Luis Companys, fanático nacionalista al igual que Doroteo de Ziáurriz.

El Frente popular ganó las elecciones… Y… el treinta y seis maldito, de sol plomizo y luna saña. El treinta y seis precoz de huero martillo y roja guadaña, enturbió de rojo el trigo por los caminos de España. Y… el treinta y seis caótico de la España lampiña, de rojo trigo y viña. De los patrios bríos, de mar cristiano y ateos ríos, de olivos verdes y toscos arados, de ojerizas viejas y fusilados. Y… el treinta seis de reyertas sombrías y prosapias manidas, de fragores sordos y quejosas vidas, se adueñó de la España que aún perdura herida.

Los socialistas prometieron robar a los ricos para dárselo a los pobres, al igual que los comunistas, incluso saquear las iglesias sobre manera estos últimos, y los desgraciados pobres analfabetos que jamás habían tenido un libro entre sus manos, les creyeron y lo pagaron con su vida y la de los demás . Los nacionalistas catalanes y vascos prometieron a sus fanáticas huestes la independencia y ocurrió lo mismo. Aquellos políticos les mintieron, puesto que no les dijeron que tendrían que derramar su sangre y la sangre hermana para nada, absolutamente para nada excepto para enfrentarse a muerte en duelo fratricida con la mayor de las sañas. Posteriormente, la mayoría de estos adalides políticos que se decían defensores de los proletarios y demás nacionalistas, una vez la cosa se puso fea, dejaron abandonados a sus huestes en las cercadas trincheras poniendo ‘pies en polvorosa’ cual ratas cobardes.

Es preciso decir para que quede en lógica dicho y no escrito, como algunos historiadores rojos pretenden; que la propia composición del Frente Popular, así como los distintos fines políticos que unos y otros perseguían, conllevaban irremediablemente y sin paliativo alguno a la confrontación civil, como así fue. Luego, fueron sus dirigentes, bien por omisión o devoción, y no otros, quienes “llamaron al infierno” mediante infames promesas electoralistas, haciendo que prendiera, en la roja sangre de una parte de españoles, el mayor de los odios hacía otros. Ellos pues, fueron quienes forjaron el levantamiento nacional y la figura del Caudillo Franco. Ellos fueron los dictadores, los déspotas, los opresores de una parte de españoles.

Ellos sabían de sobra que los “ricos”, los rectores de la Iglesia y el Ejército, santa institución en aquellos tiempos, no iban a permitir el expolio de sus derechos ni mucho menos el de sus vidas No hace falta decir que no se permitió, la sangre derramada aún hiende.

El gobierno salido de aquella banda de políticos de intereses varios, propicio el caldo de cultivo para que la vieja “piel de toro” se hiciera trizas mediante la furibunda anarquía practicada por unos y otros…

Por esto, por todo esto, por lógica sensatez y decencia, Francisco Franco ha de ser recordado en la RAE como “el defensor de los lícitos derechos de al menos la mitad de los españoles”. El general Franco fue "reclamado" por una buena parte de españoles para que pusiera orden en el caos que reinaba en España y defendiera sus derechos tan dignos como los derechos de aquellos a los que se les prometió, mediante el pillaje, el exterminio social de quienes no comulgaban con sus ideales mediante políticas que pregonaban el enfrentamiento entre clases sociales, conceptos, ideas y religiones.

Es verdad que una vez proclamado jefe de Estado, su régimen se basó en la dictadura. Sin embargo, cuarenta años después, visto el pelaje de determinados individuos que se nutren de España a la vez que la odian, me temo que otra forma de gobierno estable no era posible .Para mejor muestra; la política del Gobierno socialista actual idéntica a la del Gobierno dictatorial del socialista Juan Negrín.

No miento si digo que desde la implantación del Gobierno de Zapatero, éste no ha cesado de ofender a todos aquellos que no somos afines a sus rancios ideales. Pues ofender es perseguir determinadas ideas doctrinales. Ofender es dilapidar la patria de todos, pactando con los mismos traidores de antaño, es decir a los ultranacionalistas vascos y catalanes, en beneficio propio. Ofender es adoctrinar a nuestros propios hijos sirviéndoles en bandeja un infierno legal donde echar sus propias responsabilidades, entre otras, aquellas que generan la vida de inocentes seres a los cuales se les aguijonea sin piedad alguna en los Abortorios. Ofender es, dilapidar las arcas públicas de todos en la compra de mercenarios y otros parias sociales con fines partidistas. Podría seguir, pero no puedo, las letras algunas veces lloran…

En definitiva, las políticas de este presidente rojo, aplicadas, ya no cuatro, tres décadas atrás, habrían traído consigo, a otro Franco... Le salva, o mejor dicho nos salva, el tiempo, es decir las mentalidades de unos y otros. Quienes padecemos sobremanera las insidias de este gobierno estamos además de curtidos, más civilizados y el ejército actualmente es un medio nacional y no un fin personal.

Si la RAE pretende ser neutra, ha de decir: “En el año treinta y seis el General Franco se hizo cargo de solventar la impuesta agonía, por parte de un Gobierno sectario, de la mitad de los españoles que desembocó el la Guerra Civil Española” Pero la agonía de millones de Españoles no fue obra suya. Su obra fue defender, cumpliendo con su juramento, la esencia de España por encima incluso de los españoles. En este caso algunos españoles.

Hay quien dice que en la guerra civil española hubo vencedores, pero no es cierto. Mientras la muerte corpórea sea cierta no existen vencidos ni vencedores, existe únicamente muertes. La humanidad parte y arte de sus historia ha de ser consciente de que la realidad histórica es neutra, mientras que “la raza humana, estirpe harta racista, se alimenta de endémicos ideales narcisistas, los cuales han dado lugar a diversas desidias mentales, siendo las más comunes, el comunismo, el socialismo, y el fascismo.

Lo más parecido a la realidad de lo ocurrido sólo es posible empleando la lógica, que un servidor, neutralmente he referido. Otra cosa es que aquellos que pregonan ser víctimas, cuando en realidad víctimas somos todos, arrojen sus cuitas mentales sobre la losa del general Franco, como si Franco fuera algo más que una víctima de las infames y sectarias políticas y demás soflamas de independencia, de aquella banda de políticos que pululaban por España en el maldito año treinta y seis.

Francisco Franco, defensor de la dignidad del otrora pueblo español

La II República fue posible mediante falaces consignas dirigidas a la clase social baja
José Luis Palomera Ruiz
sábado, 11 de junio de 2011, 15:21 h (CET)
Aparte de que su régimen fuera totalitario o no- que no lo fue ya que haberlo sido, Felipe González, por ejemplo, hubiese permanecido, al menos hasta la muerte del dictador, en prisión-Francisco Franco ha de ser mencionado, por justicia, en la RAE como “el defensor de los lícitos derechos, de al menos, la mitad de los españoles”.

Dieciocho años de mi vida conviví con el Gobierno- es decir con la dictadura, ya que toda forma de gobierno, mediante el actual sistema de mayorías simples- es dictadura, del general Franco. Estos últimos, casi, ocho años, más que convivir, he “ignorado” para poder seguir viviendo decentemente, las infames reglas del dictatorial gobierno socialista. dicho esto; La Segunda República Española fue posible mediante falaces consignas dirigidas a la clase social baja, que antaño componían por entero las huestes rojas, cuyos líderes prometían el aniquilamiento social de la burguesía, dicho de otro modo, la expropiación a los ricos en beneficio de los pobres.

Los políticos de entonces -igual que los de ahora- únicamente pretendían conseguir al poder. Las formas y los fondos en política es lo de menos. En aquellas elecciones, los rojos y los independentistas formaron un sólo grupo, el Frente Popular, compuesto por Diego Martínez Barrio, Manuel Azaña, Largo Caballero ,el agitador de masas, José Díaz Ramos, Luis Companys, fanático nacionalista al igual que Doroteo de Ziáurriz.

El Frente popular ganó las elecciones… Y… el treinta y seis maldito, de sol plomizo y luna saña. El treinta y seis precoz de huero martillo y roja guadaña, enturbió de rojo el trigo por los caminos de España. Y… el treinta y seis caótico de la España lampiña, de rojo trigo y viña. De los patrios bríos, de mar cristiano y ateos ríos, de olivos verdes y toscos arados, de ojerizas viejas y fusilados. Y… el treinta seis de reyertas sombrías y prosapias manidas, de fragores sordos y quejosas vidas, se adueñó de la España que aún perdura herida.

Los socialistas prometieron robar a los ricos para dárselo a los pobres, al igual que los comunistas, incluso saquear las iglesias sobre manera estos últimos, y los desgraciados pobres analfabetos que jamás habían tenido un libro entre sus manos, les creyeron y lo pagaron con su vida y la de los demás . Los nacionalistas catalanes y vascos prometieron a sus fanáticas huestes la independencia y ocurrió lo mismo. Aquellos políticos les mintieron, puesto que no les dijeron que tendrían que derramar su sangre y la sangre hermana para nada, absolutamente para nada excepto para enfrentarse a muerte en duelo fratricida con la mayor de las sañas. Posteriormente, la mayoría de estos adalides políticos que se decían defensores de los proletarios y demás nacionalistas, una vez la cosa se puso fea, dejaron abandonados a sus huestes en las cercadas trincheras poniendo ‘pies en polvorosa’ cual ratas cobardes.

Es preciso decir para que quede en lógica dicho y no escrito, como algunos historiadores rojos pretenden; que la propia composición del Frente Popular, así como los distintos fines políticos que unos y otros perseguían, conllevaban irremediablemente y sin paliativo alguno a la confrontación civil, como así fue. Luego, fueron sus dirigentes, bien por omisión o devoción, y no otros, quienes “llamaron al infierno” mediante infames promesas electoralistas, haciendo que prendiera, en la roja sangre de una parte de españoles, el mayor de los odios hacía otros. Ellos pues, fueron quienes forjaron el levantamiento nacional y la figura del Caudillo Franco. Ellos fueron los dictadores, los déspotas, los opresores de una parte de españoles.

Ellos sabían de sobra que los “ricos”, los rectores de la Iglesia y el Ejército, santa institución en aquellos tiempos, no iban a permitir el expolio de sus derechos ni mucho menos el de sus vidas No hace falta decir que no se permitió, la sangre derramada aún hiende.

El gobierno salido de aquella banda de políticos de intereses varios, propicio el caldo de cultivo para que la vieja “piel de toro” se hiciera trizas mediante la furibunda anarquía practicada por unos y otros…

Por esto, por todo esto, por lógica sensatez y decencia, Francisco Franco ha de ser recordado en la RAE como “el defensor de los lícitos derechos de al menos la mitad de los españoles”. El general Franco fue "reclamado" por una buena parte de españoles para que pusiera orden en el caos que reinaba en España y defendiera sus derechos tan dignos como los derechos de aquellos a los que se les prometió, mediante el pillaje, el exterminio social de quienes no comulgaban con sus ideales mediante políticas que pregonaban el enfrentamiento entre clases sociales, conceptos, ideas y religiones.

Es verdad que una vez proclamado jefe de Estado, su régimen se basó en la dictadura. Sin embargo, cuarenta años después, visto el pelaje de determinados individuos que se nutren de España a la vez que la odian, me temo que otra forma de gobierno estable no era posible .Para mejor muestra; la política del Gobierno socialista actual idéntica a la del Gobierno dictatorial del socialista Juan Negrín.

No miento si digo que desde la implantación del Gobierno de Zapatero, éste no ha cesado de ofender a todos aquellos que no somos afines a sus rancios ideales. Pues ofender es perseguir determinadas ideas doctrinales. Ofender es dilapidar la patria de todos, pactando con los mismos traidores de antaño, es decir a los ultranacionalistas vascos y catalanes, en beneficio propio. Ofender es adoctrinar a nuestros propios hijos sirviéndoles en bandeja un infierno legal donde echar sus propias responsabilidades, entre otras, aquellas que generan la vida de inocentes seres a los cuales se les aguijonea sin piedad alguna en los Abortorios. Ofender es, dilapidar las arcas públicas de todos en la compra de mercenarios y otros parias sociales con fines partidistas. Podría seguir, pero no puedo, las letras algunas veces lloran…

En definitiva, las políticas de este presidente rojo, aplicadas, ya no cuatro, tres décadas atrás, habrían traído consigo, a otro Franco... Le salva, o mejor dicho nos salva, el tiempo, es decir las mentalidades de unos y otros. Quienes padecemos sobremanera las insidias de este gobierno estamos además de curtidos, más civilizados y el ejército actualmente es un medio nacional y no un fin personal.

Si la RAE pretende ser neutra, ha de decir: “En el año treinta y seis el General Franco se hizo cargo de solventar la impuesta agonía, por parte de un Gobierno sectario, de la mitad de los españoles que desembocó el la Guerra Civil Española” Pero la agonía de millones de Españoles no fue obra suya. Su obra fue defender, cumpliendo con su juramento, la esencia de España por encima incluso de los españoles. En este caso algunos españoles.

Hay quien dice que en la guerra civil española hubo vencedores, pero no es cierto. Mientras la muerte corpórea sea cierta no existen vencidos ni vencedores, existe únicamente muertes. La humanidad parte y arte de sus historia ha de ser consciente de que la realidad histórica es neutra, mientras que “la raza humana, estirpe harta racista, se alimenta de endémicos ideales narcisistas, los cuales han dado lugar a diversas desidias mentales, siendo las más comunes, el comunismo, el socialismo, y el fascismo.

Lo más parecido a la realidad de lo ocurrido sólo es posible empleando la lógica, que un servidor, neutralmente he referido. Otra cosa es que aquellos que pregonan ser víctimas, cuando en realidad víctimas somos todos, arrojen sus cuitas mentales sobre la losa del general Franco, como si Franco fuera algo más que una víctima de las infames y sectarias políticas y demás soflamas de independencia, de aquella banda de políticos que pululaban por España en el maldito año treinta y seis.

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