Al final, José Mourinho se salió con la suya. Jorge Valdano decidió dejar el Real Madrid y dejó su cargo como director general del Real Madrid. La relación entre ambos ya empezó mal y terminó peor, ganando el técnico portugués las numerosas batallas y la guerra final ante el argentino. El presidente del club, Florentino Pérez, siempre intentó mantener el orden y la cordialidad entre ambos, pero todos sabíamos que tarde o temprano se pondría del lado del entrenador luso.
Cada mes que permanece Mourinho en el Real Madrid, más daño le hace a una institución que se ha distinguido por su señorío desde hace más de un siglo. Pero desde la llegada del portugués, los valores que representa este club se están perdiendo por culpa de una persona que cree estar por encima del bien y del mal. Ahora, por su culpa, se ha tenido que marchar Valdano, un señor de los pies a la cabeza, que además, es una persona que siente el escudo, ya fuera como jugador o entrenador y ahora con este cargo directivo.
Pero alguna gente, como es el caso de Florentino Pérez, siguen hipnotizados por las palabras y la figura de Mourinho. El presidente del conjunto madridista, con la destitución de Valdano, le da todavía más poder al portugués, que se queda como entrenador y director deportivo del Madrid, siendo además el nexo entre el equipo y la directiva, como hacen algunos clubes de la Premier. A la vejez viruela, el club madridista quiere parecerse al modelo inglés, como si el que siempre ha llevado no le hubiera funcionado bien.
Con lo bien que estaba Mourinho callado, sin hablar en rueda de prensa, sin faltar a nadie, pero parece que mantenerse en silencio es casi imposible para el luso.
Hasta el último momento tuvo que desprestigiar al ‘bueno’ de Valdano, que ha tenido que aguantar muchos desplantes de ‘Mou’ por el bien de un club que siente de verdad en el corazón, el Real Madrid. Pero ahora el portugués hace y deshace a su antojo, porque tiene el beneplácito de un presidente abstraído por el técnico portugués.
Hasta que Mourinho no se vaya del Real Madrid, el club blanco no remontará el vuelo deportivo ni institucional, dos facetas muy dañadas desde la llegada del portugués. Ni se ve buen fútbol ni se ensalzan los valores del club merengue. La provocación y el victimismo nunca han sido relacionados con el conjunto blanco, pero ahora desgraciadamente, se han convertido en dos señas de identidad del Madrid. El culpable, está claro…