¡Qué mediocres y qué desvergonzados! Resulta que la Ley de Dependencia se ha convertido en un fracaso en toda regla porque las comunidades autónomas se han pasado la ley por el arco del triunfo. Y no solo la ley. En algunas Comunidades se ha demostrado que los encargados de gestionar la citada ley son vagos de solemnidad, además de irresponsables e indignos ciudadanos.

Las autonomías, que no el Gobierno de Zapatero, son quienes han hecho fracasar la Ley de Dependencia. ¿Cómo? Pues haciendo que más de 30.000 fallecidos cobraran la prestación.

¿Podemos hablar de mayor descrédito? Si tenemos en cuenta que una de las comunidades que pagaba mayor cantidad de difuntos era Castilla y León, deberíamos hacernos una pregunta ¿Es ese el modelo que quiere imitar Mariano Rajoy? Parece que sí, por lo que los únicos beneficiados van a ser los difuntos. ¡Joder, qué tropa! ¡Manda huevos, hasta dónde hemos llegado! Esta tropa de mal agüero ha debido de pensar lo que Cayo Julio César: “Mientras me quede algo por hacer, no habré hecho nada”.

Un nuevo enfrentamiento ocupa la tirantez entre el Estado y las Comunidades autónomas. ¡Lo que nos faltaba! ¡Éramos pocos y....! Al parecer, y siempre según la prensa amarilla como es el diario El País, el Gobierno de Rodríguez Zapatero ha descubierto un filón de irregularidades, ya que existían 32.687 fallecidos entre las 704.758 personas que estaban percibiendo las ayudas. Quienes más lo sentimos somos cuantos estamos esperando a que se apruebe su solicitud para un familiar, como es el caso de quien escribe; han pasado más de ocho meses y la Junta de Castilla y León sigue mostrando su inoperancia y desvergüenza, algo que ya viene siendo habitual y no sé si premeditado.

Las Comunidades autónomas son quienes deben gestionar y tramitar el sistema de Dependencia. Tienen, además, la obligatoriedad de sanear o limpiar cada mes todos los datos y enviarlos al Gobierno. Éste es el encargado de transferir las cuantías a todas las administraciones, en función de la información recibida. Pero ya saben: la picaresca es la picaresca. ¿Puede caer un Gobierno autónomo en mayor descrédito y vergüenza?

Llama la atención que las Comunidades que más fallecidos tenían entre sus listas son Castilla y León, Galicia, País Vasco y Navarra; no hubiera sido tan llamativo si esas hubieran sido Andalucía o Extremadura, muy habituadas a ese tipo de trapicheos, trampas y miserias.

El Ministerio de Sanidad y Política Social ha tomado cartas en el asunto y esas Comunidades corruptas y tramposas lo van a ver reflejado en las cantidades que recibirán en los próximos meses. La pena es que habrá ciudadanos que se quedarán sin cobrar por culpa de la mala gestión de su Comunidad. Y yo esperando a que los ‘funcioneros’ de Herrera Campo aprueben la ayuda de dependencia para mi familiar. Puedo prometer y prometo que no va a quedar así. Doy fe. ¿Qué va a decir ahora Juan Vicente Herrera? ¿Va a seguir confiando en su gente, tan dada a la corruptela y al engaño? ¿Se atreverá algún consejero a cobrar a los ciudadanos los pagos indebidos? ¿Y a los propios perceptores?

Esta nueva forma de estafa nos pone en guardia ante el futuro inmediato, a la vez que nos recuerda a la estafa destapada por el Gobierno griego hace unos días. ¿Cómo puede ser que los familiares de más de 4.500 funcionarios fallecidos siguieran cobrando la pensión de jubilación? Resulta que no solo el socialismo deteriora el crédito exterior, también los 'populares' colaboran sobremanera en ese descrédito. Ahora entiendo a los 'perro-flautas’ de la Puerta del Sol. Acabaré pensando como Thomas Jefferson cuando decía que le gustaban más los sueños de futuro que las historias del pasado.