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Al presidente siempre le gusta hacer su fichaje, pero su tipo de jugador escasea en el mercado

Florentino Pérez se queda sin galácticos

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Verano de 2000. Elecciones a la presidencia del Real Madrid. El entonces candidato Florentino Pérez tenía claro cuál debía ser su mensaje: “Si yo soy presidente, en el Real Madrid jugarán los mejores jugadores del mundo”. Y cumplió.

Ya asentado en la poltrona de Chamartín, contrató sin reparar en gastos a Figo, Zidane, Ronaldo y Beckham durante su primera etapa; a Kaká y Cristiano Ronaldo en su regreso a la presidencia hace dos temporadas. E instauró una moda: en cada verano, un galáctico. Pero hace doce meses, la irrupción de Mourinho alteró sus acciones: se contrataron futbolistas de grupo. Nuevamente, con los calores, surge la pregunta sobre la figura de Florentino Pérez: ¿resucitará su fichaje del verano? Difícil, el mercado está seco.



Cristiano Ronaldo: 90 millones de euros.

Las recomendaciones no son sencillas. Actualmente, en el panorama futbolístico no hay futbolistas de la talla de los anteriormente nombrados, es decir, jugadores capaces de marcar formidables diferencias en el césped, cautivar a los aficionados y ser rentables económicamente (vender camisetas, gestionar giras, abrir mercados). Esto es así porque el único ejemplar de esta especie de galácticos es inalcanzable: Messi es una pieza tan codiciada como inalcanzable para Florentino Pérez. La operación de asalto no sólo dependería de unos cuantos miles de millones de euros. Por consiguiente, y siempre y cuando Mourinho otorgue el permiso necesario, el mandamás madridista deberá fijarse en un segundo, y selectivo, escalón de jugadores, examinar una zona intermedia de clase media e incluso bucear en una tercera categoría del mercado donde estarían jugadores menos maduros futbolísticamente hablando, algo así como los futuros referentes del deporte rey.




Ronaldo.

De Agüero a Neymar
Dentro de ese primer grupo estarían nombres tan exclusivos como Agüero (45 millones de euros), Cesc (sin cláusula) o Rooney (sin cláusula). Su calidad y precio (Arsenal y Manchester no venderían barato) estarían dentro de las características mínimas requeridas para ser considerado galáctico, aunque ninguno es como los originarios protagonistas de la saga de refuerzos veraniegos del Real Madrid, y mucho menos en lo referente a marketing. El más cercano de los tres sería el argentino, puesto que ya manifestó hace unas cuantas semanas su deseo de marcharse del Atlético de Madrid. Cesc y Rooney supondrían un mayor esfuerzo económico, negociador y emocional.

Si ninguna de estas alternativas convence, entrarían en escena otros jugadores más cercanos a los pensamientos de Mourinho, aunque su firma sería considerada un bien preciado. En esta lista de futuribles estarían Fernando Llorente, Gareth Bale, Carlos Tévez, Javier Pastore, Falcao o David Silva, entre otros. Finalmente, está la apuesta más arriesgada e improbable: contratar al jugador joven del momento y esperar pacientemente su eclosión dominante en el fútbol. Aquí aparecen los nombres de Erik Lamela (19 años, River Plate), Neymar (19 años, Santos) o Lukaku (18 años, Anderlecht) o cualquier otro descubrimiento en próximas semanas en el Europeo sub’21 o Copa América.

Visto el panorama, quizá surja una cuarta opción: echar un vistazo a la cantera, aunque esto no va con Florentino Pérez. Lo que está claro es que el presidente madridista -opiniones de Mourinho aparte- cada vez tiene más complicado en mantenerse fiel a su ideario de ‘en cada verano, un galáctico’. Éstos escasean. Los Figo, Zidane, Ronaldo, Cristiano Ronaldo y compañía son especies extinguidas y el mercado está seco. ¿Qué inventará entonces Florentino Pérez?

Florentino Pérez se queda sin galácticos

Al presidente siempre le gusta hacer su fichaje, pero su tipo de jugador escasea en el mercado
Rafael Merino
miércoles, 8 de junio de 2011, 09:08 h (CET)
Verano de 2000. Elecciones a la presidencia del Real Madrid. El entonces candidato Florentino Pérez tenía claro cuál debía ser su mensaje: “Si yo soy presidente, en el Real Madrid jugarán los mejores jugadores del mundo”. Y cumplió.

Ya asentado en la poltrona de Chamartín, contrató sin reparar en gastos a Figo, Zidane, Ronaldo y Beckham durante su primera etapa; a Kaká y Cristiano Ronaldo en su regreso a la presidencia hace dos temporadas. E instauró una moda: en cada verano, un galáctico. Pero hace doce meses, la irrupción de Mourinho alteró sus acciones: se contrataron futbolistas de grupo. Nuevamente, con los calores, surge la pregunta sobre la figura de Florentino Pérez: ¿resucitará su fichaje del verano? Difícil, el mercado está seco.



Cristiano Ronaldo: 90 millones de euros.

Las recomendaciones no son sencillas. Actualmente, en el panorama futbolístico no hay futbolistas de la talla de los anteriormente nombrados, es decir, jugadores capaces de marcar formidables diferencias en el césped, cautivar a los aficionados y ser rentables económicamente (vender camisetas, gestionar giras, abrir mercados). Esto es así porque el único ejemplar de esta especie de galácticos es inalcanzable: Messi es una pieza tan codiciada como inalcanzable para Florentino Pérez. La operación de asalto no sólo dependería de unos cuantos miles de millones de euros. Por consiguiente, y siempre y cuando Mourinho otorgue el permiso necesario, el mandamás madridista deberá fijarse en un segundo, y selectivo, escalón de jugadores, examinar una zona intermedia de clase media e incluso bucear en una tercera categoría del mercado donde estarían jugadores menos maduros futbolísticamente hablando, algo así como los futuros referentes del deporte rey.




Ronaldo.

De Agüero a Neymar
Dentro de ese primer grupo estarían nombres tan exclusivos como Agüero (45 millones de euros), Cesc (sin cláusula) o Rooney (sin cláusula). Su calidad y precio (Arsenal y Manchester no venderían barato) estarían dentro de las características mínimas requeridas para ser considerado galáctico, aunque ninguno es como los originarios protagonistas de la saga de refuerzos veraniegos del Real Madrid, y mucho menos en lo referente a marketing. El más cercano de los tres sería el argentino, puesto que ya manifestó hace unas cuantas semanas su deseo de marcharse del Atlético de Madrid. Cesc y Rooney supondrían un mayor esfuerzo económico, negociador y emocional.

Si ninguna de estas alternativas convence, entrarían en escena otros jugadores más cercanos a los pensamientos de Mourinho, aunque su firma sería considerada un bien preciado. En esta lista de futuribles estarían Fernando Llorente, Gareth Bale, Carlos Tévez, Javier Pastore, Falcao o David Silva, entre otros. Finalmente, está la apuesta más arriesgada e improbable: contratar al jugador joven del momento y esperar pacientemente su eclosión dominante en el fútbol. Aquí aparecen los nombres de Erik Lamela (19 años, River Plate), Neymar (19 años, Santos) o Lukaku (18 años, Anderlecht) o cualquier otro descubrimiento en próximas semanas en el Europeo sub’21 o Copa América.

Visto el panorama, quizá surja una cuarta opción: echar un vistazo a la cantera, aunque esto no va con Florentino Pérez. Lo que está claro es que el presidente madridista -opiniones de Mourinho aparte- cada vez tiene más complicado en mantenerse fiel a su ideario de ‘en cada verano, un galáctico’. Éstos escasean. Los Figo, Zidane, Ronaldo, Cristiano Ronaldo y compañía son especies extinguidas y el mercado está seco. ¿Qué inventará entonces Florentino Pérez?

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