Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Fútbol
Etiquetas | Fútbol / Champions League
Los blaugranas consiguen su cuarta Champions tras esculpir la enésima obra de arte sobre el campo

Barcelona - Manchester: El Barça se hace eterno en Wembley (3-1)

|

El Barcelona no dio la espalda a los pronósticos y se lleva su cuarta Liga de Campeones en el estadio donde comenzó todo. Los de Pep, que solo sufrieron en el primer cuarto de hora, adornan con otra Champions una generación irrepetible.

Así vivimos la cuarta del Barça.




Messi resolvió el entuerto con el segundo gol del partido (Agencias)


Ficha técnica
3– FC Barcelona: Valdés (3); Alves (3), Mascherano (3), Piqué (3), Abidal (3); Xavi (3), Busquets (3), Iniesta (3); Pedro (3), Messi (4), Villa (3).

1- Manchester United: Van der Sar (1); Fabio (1), Vidic (2), Ferdinand (1), Evra (2); Valencia (1), Carrick (2), Giggs (2), Park (2); Rooney (2); Chicharito (1)

Cambios : En el Barcelona Keita (3) por Villa (min 86), Puyol (3) por Alves (min. 88) y Afellay (3) por Pedro (min.91). En el Manchester Nani (1) por Fabio (min.69) y Scholes (1) por Carrick (min 77).

Goles: 1-0 Pedro, min. 27; 1-1 Rooney, min 34; 2-1 Messi, min.52, 3-1 Villa, min. 70.

Árbitro: Viktor Kassai (HUN) (3). En los locales vio la amarilla Alves (60´) y Valdés (85’). En el equipo visitante vio la cartulina amarilla Carrick (61’).

Incidencias: Alrededor de 90000 espectadores (lleno absoluto) en el estadio de Wembley. Terreno de juego en perfectas condiciones. Partido correspondiente a la final de la Liga de Campeones de la UEFA.

Datos destacables
Lo mejor: Barça, Barça, Barça
La mayor demostración de poder ante un rival de caché. Bravo.

Lo peor: Absolutamente nada
Maravillosa fiesta del fútbol en Wembley.

El dato: España, de Champions
Con este triunfo, son ya 13 las Champions conquistadas por españoles, superando las doce italianas.
Roberto Carrera / Siglo XXI

Tenía que ser él. Estaba escrito, y nadie se extrañó en Londres. Messi cogió el balón a diez metros del área grande, encaró a la defensa, buscó el hueco, y desatascó el partido para devolver al Barcelona al altar del fútbol mundial. Antes fue Pedrito, ¡cómo no!, y después una maravilla del 'guaje'. Ninguna bala falló en una noche mágica.

Ha ganado, sobre todo, el fútbol. Dos equipos nacidos para dar espectáculo, que enseñaron al planeta entero lo bonito que puede ser este deporte cuando el gol es el único objetivo.

El Barcelona abraza la leyenda con ocho canteranos sobre el césped y un estilo de juego que honra al balón y regala placer al ojo del aficionado. En cuanto la presión del Manchester fue contrarrestada, los blaugranas desplegaron su habilidad infinita para tocar con los dedos la eternidad de un ciclo eterno. Enhorabuena, campeones. Enhorabuena, fútbol.

Sin capitán contra los ‘reds más ofensivos
La historia de esta fábula deportiva comenzó antes del pitido inicial. Mucho se había escrito en los días anteriores a la Final (así, en mayúsculas) sobre las posibles alineaciones con la que ambos conjuntos saltarían al césped de Wembley. Al final, el fútbol y la lógica fueron los grandes beneficiados con dos onces que apostaban por el espectáculo.

El Barça salía sin ‘capi’, con Puyol en el banquillo haciendo las veces de Alexanco en aquel histórico partido de 1992 (luego, al igual que el vizcaíno, saldría en los minutos finales del choque). Abidal se hacía dueño del carril izquierdo y Mascherano tenía premio tras sus buenas actuaciones en el centro de la zaga. El resto, lo de siempre. Ocho canteranos, siete de ellos nacionales, en contraste a la pobre presencia de ingleses (cuatro) en el conjunto rival. El fútbol poesía se debería escribir siempre con pluma de la casa.

Ferguson no dudó. A pesar de la llamada de Mourinho, Sir Alex salió con todo en busca de su tercera Champions como técnico. Chicharito y Rooney compartieron ataque y los laterales quedaron como pista particular a dos torpedos humanos: Park Ji-Sung y Valencia no dejaron de correr en todo el encuentro.

Xavi oxigena a un Barcelona arrinconado
Fue una salida inesperada y de una potencia descomunal. El equipo inglés sorprendió con una presión asfixiante desde la primera línea barcelonista, y con diez minutos jugados, la media blaugrana apenas había tocado balón. Ni tres pases seguidos hasta que el maestro entre maestros dio su primera lección.

Cuarto de hora de la gran Final y primer envío urgente del catalán para un Pedro que no consigue enganchar el balón y ajustar el disparo. Habría repetición. Fue el gran punto de inflexión de la primera parte. El Barcelona secuestró la bola y apagó el fuego anglosajón a base de rondos eternos. Buenas vibraciones en Wembley, el Barça había llegado al fin.

Villa malogró dos disparos consecutivos desde fuera del área. El asturiano seguía afinando su puntería, y a fe que le daría resultado. Por su parte, los ‘Diablos Rojos’ cambiaron pronto de estrategia. De presión a contra ataque desde que Xavi y compañía escondieron la bola. No resultaría.

Siempre Pedro. Siempre árbitros
Fue una repetición de la jugada vivida minutos antes. Xavi la entregó magistralmente en profundidad para que Pedrito, escorado para zafarse del marcaje de Vidic, perforara la portería de Van der Sar anotando el primer tanto del partido.

La situación era idónea para los de Pep. Marcador a favor y control absoluto de la pelota. Pero el fútbol es fútbol, y aunque trillada, la expresión siempre se ajusta perfectamente a este maravilloso deporte. En la primera ocasión de peligro de todo el encuentro, Rooney se inventa una pared con Giggs (eterno Ryan) para batir a Valdés con un fuerte disparo desde dentro del área. Empate a uno y todo por decidir.

Cabe destacar que el pase de gol se produjo en fuera de juego del jugador inglés. Jugada que se unía al penalti no pitado en área del Manchester tras tocar el balón claramente en el brazo de Evra. Así va este juego. Por eso es tan inútil quejarse.

El Barça no se amilanó y prosiguió cargando contra el meta holandés. Jugada de libro a tres bandas que Pedro no remata por centímetros. Cómo nos gusta la estrategia bien aplicada. Messi y Villa tuvieron la suya, pero los vestuarios dieron un descanso de quince minutos a un hermoso partido.

Si el Barça aparece, se acabó el partido
El segundo tiempo fue más de lo mismo. Con una ocasión en 45 minutos, parecía complicado que el Manchester pudiera romper la hegemonía blaugrana, y a veces, increíblemente, lo probable se convierte en real con un genio argentino en tu equipo.

Diez minutos, balón en los pies del crack de Rosario. Encara a los centrales, como un obús dirigido hacia un gran cubo de mantequilla. Encuentra el hueco y pone por delante a un Barcelona que ya no dejaría escapar la ventaja. Van der Sar, en el partido de su adiós, no tuvo tiempo suficiente para atrapar el efecto fuera-dentro del actual y próximo Balón de Oro.

A partir de aquí fue un monólogo insultante. El Manchester se redujo a la nada y llegaron ocasión tras ocasión azulgrana. Alves e Iniesta, Xavi desde fuera del área, Messi en soliloquio balompédico. El tercero era cuestión de tiempo. Y fue el que más lo necesitaba. El tercero del terceto MVP (Messi – Villa Pedro) paraba el balón en el semicírculo para ponerlo en la escuadra y sentenciar la Champions 2011.

El Manchester lo intentó más por obligación que por confianza, pero nada puede parar a esta máquina de crear fútbol. Reivindicación a lo grande, si es que todavía lo necesitaban, y victoria histórica para un Wembley que ha sido testigo directo de la evolución de un proyecto deportivo que ha alcanzado la perfección en veinte años extraordinarios. Histórico.

Barcelona - Manchester: El Barça se hace eterno en Wembley (3-1)

Los blaugranas consiguen su cuarta Champions tras esculpir la enésima obra de arte sobre el campo
Roberto Carrera Hernández
sábado, 28 de mayo de 2011, 19:59 h (CET)
El Barcelona no dio la espalda a los pronósticos y se lleva su cuarta Liga de Campeones en el estadio donde comenzó todo. Los de Pep, que solo sufrieron en el primer cuarto de hora, adornan con otra Champions una generación irrepetible.

Así vivimos la cuarta del Barça.




Messi resolvió el entuerto con el segundo gol del partido (Agencias)


Ficha técnica
3– FC Barcelona: Valdés (3); Alves (3), Mascherano (3), Piqué (3), Abidal (3); Xavi (3), Busquets (3), Iniesta (3); Pedro (3), Messi (4), Villa (3).

1- Manchester United: Van der Sar (1); Fabio (1), Vidic (2), Ferdinand (1), Evra (2); Valencia (1), Carrick (2), Giggs (2), Park (2); Rooney (2); Chicharito (1)

Cambios : En el Barcelona Keita (3) por Villa (min 86), Puyol (3) por Alves (min. 88) y Afellay (3) por Pedro (min.91). En el Manchester Nani (1) por Fabio (min.69) y Scholes (1) por Carrick (min 77).

Goles: 1-0 Pedro, min. 27; 1-1 Rooney, min 34; 2-1 Messi, min.52, 3-1 Villa, min. 70.

Árbitro: Viktor Kassai (HUN) (3). En los locales vio la amarilla Alves (60´) y Valdés (85’). En el equipo visitante vio la cartulina amarilla Carrick (61’).

Incidencias: Alrededor de 90000 espectadores (lleno absoluto) en el estadio de Wembley. Terreno de juego en perfectas condiciones. Partido correspondiente a la final de la Liga de Campeones de la UEFA.

Datos destacables
Lo mejor: Barça, Barça, Barça
La mayor demostración de poder ante un rival de caché. Bravo.

Lo peor: Absolutamente nada
Maravillosa fiesta del fútbol en Wembley.

El dato: España, de Champions
Con este triunfo, son ya 13 las Champions conquistadas por españoles, superando las doce italianas.
Roberto Carrera / Siglo XXI

Tenía que ser él. Estaba escrito, y nadie se extrañó en Londres. Messi cogió el balón a diez metros del área grande, encaró a la defensa, buscó el hueco, y desatascó el partido para devolver al Barcelona al altar del fútbol mundial. Antes fue Pedrito, ¡cómo no!, y después una maravilla del 'guaje'. Ninguna bala falló en una noche mágica.

Ha ganado, sobre todo, el fútbol. Dos equipos nacidos para dar espectáculo, que enseñaron al planeta entero lo bonito que puede ser este deporte cuando el gol es el único objetivo.

El Barcelona abraza la leyenda con ocho canteranos sobre el césped y un estilo de juego que honra al balón y regala placer al ojo del aficionado. En cuanto la presión del Manchester fue contrarrestada, los blaugranas desplegaron su habilidad infinita para tocar con los dedos la eternidad de un ciclo eterno. Enhorabuena, campeones. Enhorabuena, fútbol.

Sin capitán contra los ‘reds más ofensivos
La historia de esta fábula deportiva comenzó antes del pitido inicial. Mucho se había escrito en los días anteriores a la Final (así, en mayúsculas) sobre las posibles alineaciones con la que ambos conjuntos saltarían al césped de Wembley. Al final, el fútbol y la lógica fueron los grandes beneficiados con dos onces que apostaban por el espectáculo.

El Barça salía sin ‘capi’, con Puyol en el banquillo haciendo las veces de Alexanco en aquel histórico partido de 1992 (luego, al igual que el vizcaíno, saldría en los minutos finales del choque). Abidal se hacía dueño del carril izquierdo y Mascherano tenía premio tras sus buenas actuaciones en el centro de la zaga. El resto, lo de siempre. Ocho canteranos, siete de ellos nacionales, en contraste a la pobre presencia de ingleses (cuatro) en el conjunto rival. El fútbol poesía se debería escribir siempre con pluma de la casa.

Ferguson no dudó. A pesar de la llamada de Mourinho, Sir Alex salió con todo en busca de su tercera Champions como técnico. Chicharito y Rooney compartieron ataque y los laterales quedaron como pista particular a dos torpedos humanos: Park Ji-Sung y Valencia no dejaron de correr en todo el encuentro.

Xavi oxigena a un Barcelona arrinconado
Fue una salida inesperada y de una potencia descomunal. El equipo inglés sorprendió con una presión asfixiante desde la primera línea barcelonista, y con diez minutos jugados, la media blaugrana apenas había tocado balón. Ni tres pases seguidos hasta que el maestro entre maestros dio su primera lección.

Cuarto de hora de la gran Final y primer envío urgente del catalán para un Pedro que no consigue enganchar el balón y ajustar el disparo. Habría repetición. Fue el gran punto de inflexión de la primera parte. El Barcelona secuestró la bola y apagó el fuego anglosajón a base de rondos eternos. Buenas vibraciones en Wembley, el Barça había llegado al fin.

Villa malogró dos disparos consecutivos desde fuera del área. El asturiano seguía afinando su puntería, y a fe que le daría resultado. Por su parte, los ‘Diablos Rojos’ cambiaron pronto de estrategia. De presión a contra ataque desde que Xavi y compañía escondieron la bola. No resultaría.

Siempre Pedro. Siempre árbitros
Fue una repetición de la jugada vivida minutos antes. Xavi la entregó magistralmente en profundidad para que Pedrito, escorado para zafarse del marcaje de Vidic, perforara la portería de Van der Sar anotando el primer tanto del partido.

La situación era idónea para los de Pep. Marcador a favor y control absoluto de la pelota. Pero el fútbol es fútbol, y aunque trillada, la expresión siempre se ajusta perfectamente a este maravilloso deporte. En la primera ocasión de peligro de todo el encuentro, Rooney se inventa una pared con Giggs (eterno Ryan) para batir a Valdés con un fuerte disparo desde dentro del área. Empate a uno y todo por decidir.

Cabe destacar que el pase de gol se produjo en fuera de juego del jugador inglés. Jugada que se unía al penalti no pitado en área del Manchester tras tocar el balón claramente en el brazo de Evra. Así va este juego. Por eso es tan inútil quejarse.

El Barça no se amilanó y prosiguió cargando contra el meta holandés. Jugada de libro a tres bandas que Pedro no remata por centímetros. Cómo nos gusta la estrategia bien aplicada. Messi y Villa tuvieron la suya, pero los vestuarios dieron un descanso de quince minutos a un hermoso partido.

Si el Barça aparece, se acabó el partido
El segundo tiempo fue más de lo mismo. Con una ocasión en 45 minutos, parecía complicado que el Manchester pudiera romper la hegemonía blaugrana, y a veces, increíblemente, lo probable se convierte en real con un genio argentino en tu equipo.

Diez minutos, balón en los pies del crack de Rosario. Encara a los centrales, como un obús dirigido hacia un gran cubo de mantequilla. Encuentra el hueco y pone por delante a un Barcelona que ya no dejaría escapar la ventaja. Van der Sar, en el partido de su adiós, no tuvo tiempo suficiente para atrapar el efecto fuera-dentro del actual y próximo Balón de Oro.

A partir de aquí fue un monólogo insultante. El Manchester se redujo a la nada y llegaron ocasión tras ocasión azulgrana. Alves e Iniesta, Xavi desde fuera del área, Messi en soliloquio balompédico. El tercero era cuestión de tiempo. Y fue el que más lo necesitaba. El tercero del terceto MVP (Messi – Villa Pedro) paraba el balón en el semicírculo para ponerlo en la escuadra y sentenciar la Champions 2011.

El Manchester lo intentó más por obligación que por confianza, pero nada puede parar a esta máquina de crear fútbol. Reivindicación a lo grande, si es que todavía lo necesitaban, y victoria histórica para un Wembley que ha sido testigo directo de la evolución de un proyecto deportivo que ha alcanzado la perfección en veinte años extraordinarios. Histórico.

Noticias relacionadas

La gabarra "Athletic" está feliz, puesto que por fin verá finalizada su inactividad de tanto tiempo. Todo ello porque los bilbaínos pusieron fin a su maldición de cuarenta años sin ser campeones de la Copa del Rey, con seis finales perdidas, cinco en los últimos 15 años. El equipo de Valverde debió esperar a la tanda de penaltis para vencer a un combativo Mallorca y alcanzar la gloria, pero esta Copa, "su" Copa más deseada, por fin podrá lucirla ante su gente por la ría de Bilbao.

Una Copa para el Madrid, la 20ª de su historia; una Copa para Rodrygo Goes, MVP y autor de los dos goles que vuelven a dar el título copero a los blancos, nueve años después de aquel recordado triunfo en Mestalla frente al Barça. Y, a la vez, un subcampeonato, el segundo de su historia, con honores de campeón para Osasuna.

El Real Betis Balompié es el campeón de la Copa del Rey. El equipo verdiblanco, en su ciudad, delante de su gente que lo sigue sin rechistar, ha salido victorioso por tercera vez después de una nueva final épica, como todas las que disputa, y en la que un rival tan sumamente digno como el Valencia y que ha merecido la Copa tanto como él solo ha claudicado en la cruel tanda de penaltis.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto