Tras un exilio de 16 meses en la República Dominicana, Manuel Zelaya regresa al país donde, tras un común acuerdo entre el Ejército, el Congreso y la Corte Suprema, fue destituido como presidente.

El regreso ya fue anunciado por el Comité de Derechos Humanos de Honduras, si bien su presidente, Andrés Pavón, aseguraba que se trataría de una estancia temporal de una semana. Nada más lejos de lo que pretende Zelaya: “Regreso el sábado 28 a mi patria, a la que me vio nacer” –declaraba- “No por una semana ni por 24 horas como mal se ha dicho, sino por el resto de mi vida. No tengo temor de todos los peligros y adversidades.”

Su vuelta se produce a raíz del Acuerdo de Cartagena el pasado domingo, en el que la Organización de Estados Americanos admitía nuevamente a Honduras como miembro. Precisamente, el país había sido expulsado tras el golpe de estado de 2009. El actual presidente hondureño, Porfirio Lobo, con la ayuda de los presidentes de Colombia y Venezuela, Juan Manuel Santos y Hugo Chávez, se ha convertido en adalid de la causa, e incluso ha conseguido que la justicia anule los juicios pendientes contra Zelaya.
Ya en 2010 Lobo otorgó el salvoconducto al presidente derrocado para abandonar el país a bordo de un avión presidencial hacia República Dominicana.

Se espera que el exmandatario venga acompañado del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, y el canciller de Venezuela, Nicolás Maduro, entre otras personalidades.

Tras hacerse público el regreso, los dirigentes del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), leal a Zelaya, están realizando grandes preparativos para darle la bienvenida, y anticipan que medio millón de personas se movilizarán para recibirlo en la Plaza Isis Obed Murillo.
En esta plaza, situada al sur de la terminal del aeropuerto de Toncontín, donde desembarcará Zelaya, el FNRP tiene preparados varios actos, entre ellos “presentaciones artísticas y culturales”, además de permanecer en vigilia durante esta próxima noche.

Varios intentos de regreso
Zelaya, proveniente de una familia humilde que se dedicaba a la ganadería, llegó al poder el 27 de enero de 2006, al frente del conservador Partido Liberal. Poco después realizó un giro en su política y emprendió su “nueva revolución pacífica” tomando a Chávez como aliado.

Los duros enfrentamientos con los otros grupos de poder estallaron cuando convocó un referéndum popular para realizar una Asamblea Constituyente, el 28 de junio de 2009, convocatoria que la Corte Suprema declaró ilegal, tras lo que se organizó el golpe de estado. Este mismo día fue derrocado y exiliado a Costa Rica.

Apoyado por la comunidad internacional, intentó regresar 8 días después en un avión del gobierno de Venezuela, pero la acción fue impedida y regresó a Costa Rica, mientras que los seguidores que habían acudido a recibirlo tuvieron que regresar a sus casas por las declaraciones oficiales de toque de queda.

Posteriormente, el 21 de septiembre de 2009, Zelaya entró en secreto en el país, solicitando asilo político en la embajada brasileña de la capital Tegucigalpa, donde aguantó hasta el 27 de enero de 2010, cuando volvió a salir hacia República Dominicana, ayudado por el actual presidente Lobo.

Mañana comienza el nuevo capítulo.