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¿Qué ocurriría si China decidiese no exportar productos al resto del mundo, o mejor dicho, si vetara la exportación a algunos países determinados?

Arriba China, abajo EEUU

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Evidentemente, todo dependería del tipo de producto que China se negara a exportar. En el caso japonés el veto de exportación no fue excesivamente determinante, ya que el país nipón tenía alternativas para seguir obteniendo sus materias primas. Pero hay productos muy variados de origen chino que abastecen a todo el mundo, especialmente atractivos por su precio bajo y asequible, que si el gigante asiático decidiera no exportar, provocarían cambios en la economía de todos aquellos países a los que les afectara al veto.

En cierto modo, China podría controlar de esta forma gran parte del mercado mundial, simplemente decidiendo a quien vender y a quién no. La contrapartida para el mercado chino serían las represalias que tal vez pudieran llevar a cabo los países vetados, ya que china, del mismo modo que se ha convertido en un gran exportador, también se ha vuelto un gran importador. No se puede mover una pieza del tablero sin que tu oponente lo haga también.

La economía estadounidense sería la que más perdería de todas junto con muchos países de la Unión Europea, pasando por otros países asiáticos. Les afectaría, sobre todo, en los siguientes sectores por orden de exportación: maquinaria y productos electrónicos y audiovisuales, productos variados (muebles, lámparas, juguetes, etc.), materias primas y por último productos textiles. El efecto sería muy rápido en general, dado que los productos chinos, por los motivos harto conocidos, son más baratos y de la calidad similar a la de la mayoría de países. Los sectores más competitivos y más fuertes de China, desde hace algo más de una década, son de productos elaborados, superando así el volumen de las exportaciones de materias primas o semielaborados. En esta hipótesis, este sería otro bache más a nivel mundial, ya que China a día de hoy se ha convertido en el país con mayor volumen de exportaciones en productos de tecnologías de la información y la comunicación, innovación en la que muchos países están muy por debajo de su desarrollo.

Si a potencia (que actualmente se encuentra con una situación de superávit) decidiera restringir las importaciones de otros países a su país, también le supondría una grave crisis. Aunque creamos que es un país independiente económicamente y tiene todos los recursos para funcionar, es el segundo importador con más volumen en el mundo. Si esto sucediera así, también llevaría consigo un conflicto internacional, y sobre todo con aquellos países que más exportan a China, afectando principalmente a países cercanos, como Japón, Taiwán o Corea del Sur. Por detrás también nos encontraríamos de nuevo a EEUU e incluso a Alemania. Pero estos países, podrían “seguir viviendo” si se diera esta restricción. Peor suerte correrían por ejemplo, países como Argentina o Brasil y sus frijoles de soja. China consume más de la mitad del consumo mundial de este producto.

Por otro lado, otros damnificados de importancia serían algunos de los países que importan petróleo al país, aunque realmente tampoco supondría un enorme problema para China ya que, actualmente, es el quinto país cómo exportador de petróleo. Si bien es cierto que a nivel global solo cuentan con un pobre uno por ciento de reservas dentro de su territorio, en los últimos años han efectuado grandes estrategias con la adquisición de otras compañías sobre todo en Latinoamérica, donde gracias a la inversión nipona allí, y a las exportaciones de diversas materias primas de estos países al gigante asiático, están empezando a surgir como potencias emergentes y en un futuro no tan lejano podrían empezar a competir incluso con Europa o EEUU. Un ejemplo es que La Corporación Nacional del Petróleo de China compró la compañía argentina Brisas y la brasileña Statoil. En el aspecto del petróleo, aunque el país dejara de importar del extranjero, podría abastecerse tan sólo con todas las compañías que ha ido comprando y seguirá comprando por el mundo.

De forma excepcional y mucho más por debajo, encontramos el sector del automóvil, donde sí que hay un alto volumen de importaciones. Hace poco se dio la noticia de que el fabricante español de coches Seat, del grupo alemán Volkswagen se lanza al mercado chino próximamente. Por ejemplo, en este caso España sería un damnificado de esta supuesta orden. Una vez más, el país ha tenido un crecimiento de más del 45% de su producción automovilística en poco tiempo y pasa a ser también el primero en exportaciones, sobre todo a países en vías de desarrollo. A parte de nosotros los más afectados serían Japón, Alemania y Estados Unidos de nuevo.

Arriba China, abajo EEUU

¿Qué ocurriría si China decidiese no exportar productos al resto del mundo, o mejor dicho, si vetara la exportación a algunos países determinados?
Kaik Espada Martín
lunes, 16 de mayo de 2011, 14:24 h (CET)
Evidentemente, todo dependería del tipo de producto que China se negara a exportar. En el caso japonés el veto de exportación no fue excesivamente determinante, ya que el país nipón tenía alternativas para seguir obteniendo sus materias primas. Pero hay productos muy variados de origen chino que abastecen a todo el mundo, especialmente atractivos por su precio bajo y asequible, que si el gigante asiático decidiera no exportar, provocarían cambios en la economía de todos aquellos países a los que les afectara al veto.

En cierto modo, China podría controlar de esta forma gran parte del mercado mundial, simplemente decidiendo a quien vender y a quién no. La contrapartida para el mercado chino serían las represalias que tal vez pudieran llevar a cabo los países vetados, ya que china, del mismo modo que se ha convertido en un gran exportador, también se ha vuelto un gran importador. No se puede mover una pieza del tablero sin que tu oponente lo haga también.

La economía estadounidense sería la que más perdería de todas junto con muchos países de la Unión Europea, pasando por otros países asiáticos. Les afectaría, sobre todo, en los siguientes sectores por orden de exportación: maquinaria y productos electrónicos y audiovisuales, productos variados (muebles, lámparas, juguetes, etc.), materias primas y por último productos textiles. El efecto sería muy rápido en general, dado que los productos chinos, por los motivos harto conocidos, son más baratos y de la calidad similar a la de la mayoría de países. Los sectores más competitivos y más fuertes de China, desde hace algo más de una década, son de productos elaborados, superando así el volumen de las exportaciones de materias primas o semielaborados. En esta hipótesis, este sería otro bache más a nivel mundial, ya que China a día de hoy se ha convertido en el país con mayor volumen de exportaciones en productos de tecnologías de la información y la comunicación, innovación en la que muchos países están muy por debajo de su desarrollo.

Si a potencia (que actualmente se encuentra con una situación de superávit) decidiera restringir las importaciones de otros países a su país, también le supondría una grave crisis. Aunque creamos que es un país independiente económicamente y tiene todos los recursos para funcionar, es el segundo importador con más volumen en el mundo. Si esto sucediera así, también llevaría consigo un conflicto internacional, y sobre todo con aquellos países que más exportan a China, afectando principalmente a países cercanos, como Japón, Taiwán o Corea del Sur. Por detrás también nos encontraríamos de nuevo a EEUU e incluso a Alemania. Pero estos países, podrían “seguir viviendo” si se diera esta restricción. Peor suerte correrían por ejemplo, países como Argentina o Brasil y sus frijoles de soja. China consume más de la mitad del consumo mundial de este producto.

Por otro lado, otros damnificados de importancia serían algunos de los países que importan petróleo al país, aunque realmente tampoco supondría un enorme problema para China ya que, actualmente, es el quinto país cómo exportador de petróleo. Si bien es cierto que a nivel global solo cuentan con un pobre uno por ciento de reservas dentro de su territorio, en los últimos años han efectuado grandes estrategias con la adquisición de otras compañías sobre todo en Latinoamérica, donde gracias a la inversión nipona allí, y a las exportaciones de diversas materias primas de estos países al gigante asiático, están empezando a surgir como potencias emergentes y en un futuro no tan lejano podrían empezar a competir incluso con Europa o EEUU. Un ejemplo es que La Corporación Nacional del Petróleo de China compró la compañía argentina Brisas y la brasileña Statoil. En el aspecto del petróleo, aunque el país dejara de importar del extranjero, podría abastecerse tan sólo con todas las compañías que ha ido comprando y seguirá comprando por el mundo.

De forma excepcional y mucho más por debajo, encontramos el sector del automóvil, donde sí que hay un alto volumen de importaciones. Hace poco se dio la noticia de que el fabricante español de coches Seat, del grupo alemán Volkswagen se lanza al mercado chino próximamente. Por ejemplo, en este caso España sería un damnificado de esta supuesta orden. Una vez más, el país ha tenido un crecimiento de más del 45% de su producción automovilística en poco tiempo y pasa a ser también el primero en exportaciones, sobre todo a países en vías de desarrollo. A parte de nosotros los más afectados serían Japón, Alemania y Estados Unidos de nuevo.

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