A falta aún de cuatro jornadas para el final de la temporada, el Betis goleó con superioridad al Tenerife y esta ya virtualmente en Primera División. Aunque el sueño del ascenso todavía tendrá que esperar a la confirmación oficial el jueves con los resultados de Celta y Granada o a una victoria el domingo frente al Nástic en Tarragona; los béticos ya viven la fiesta de un ascenso que no es matemático pero que es tan inevitable como el ansia del aficionado por celebrarlo.

Ficha técnica 3- Betis: Casto (1); Isidoro (2), Roversio (2), Belenguer (1), Alex Martínez (1); Iriney (1), Beñat (2); Salva Sevilla (2), Jonathan Pereira (1), Rubén Castro (2); Jorge Molina (2) 1- CD Tenerife: Aragoneses (1); Marc Bertrán (1), Pablo Sicilia (1), Luna (0), Bellvís (1); Kitoko (1), Mikel Alonso (2); Julio Álvarez (2), Ricardo León (1), Omar Ramos (1); Germán (1) br> Cambios : En el Betis Ezequiel (1) por Jonathan Pereira (min.58), Cañas (1) por Beñat (min.64), Juanma (1) por Salva Sevilla (min.73). En el Tenerife Omar Ramos (1) por Germán (min.55), Juanlu (1) por Kitoko (min.79). Goles: 1-0 Rubén Castro min.3 (p); 2-0 Salva Sevilla min.17; 2-1 Julio Álvarez min.36; 3-1 Isidoro min.44. Árbitro: Piñeiro Crespo (colegio asturiano) (1). En los visitantes Pablo Sicilia (4’). Incidencias:45000 espectadores en el Benito Villamarín (datos del club). Partido correspondiente a la 38ª jornada de la Liga Adelante. Al final del encuentro un pequeño sector de la grada invadió el césped para celebrar la consecución del ascenso “virtual” del Betis. Datos destacables Lo mejor: Fiesta en Heliópolis Pese a la invasión parcial del campo, algo siempre a lamentar; el Villamarín fue una auténtica fiesta. Vibró con su equipo durante todo el partido y celebró el ascenso virtual del club a la Liga BBVA Lo peor: La tragedia tinerfeña Con esta derrota el Tenerife, un histórico de la Primera División, se precipita a la Segunda División B y solo un milagro podría su descenso. El dato: Rubén Castro supera su mejor registro goleador Con su tanto desde el punto de penalti supera los 22 goles que consiguió con Las Palmas en la 2003-2004, la mejor marca anotadora en toda su carrera como profesional

Mario Pérez / Siglo XXI

Comenzaron los béticos aupados por la grada del Villamarín que llevó las riendas del ánimo y la alegría de los hombres de Pepe Mel, absolutos dominadores del esférico y del partido. Ya en el minuto 3, se producía un penalti en el área tinerfeña y Rubén Castro, ex de Las Palmas, ejercía de nuevo como verdugo perfecto contra el equipo de la otra isla y engrandecía su leyenda como delantero canario. El 24 verdiblanco supera con este tanto el mejor registro goleador de su carrera, que consiguió cuando vestía precisamente la camiseta de Las Palmas.

El delantero bético cerraba redondeaba sus cifras y era un buen prólogo para la fiesta del Betis. El conjunto de Mel siguió dominando aprovechando los huecos que dejaba un Tenerife que atacaba a la desesperada. En una de las contras, los verdiblancos trazaban otra combinación deliciosa. Tras una preciosa jugada colectiva Salva Sevilla aprovechaba una bonita dejada de Jorge Molina y remataba a placer para hacer el segundo y desatar los cánticos en los que ya se oía la palabra ascenso.

A partir de entonces, el Tenerife imprimió al encuentro un ritmo frenético, impulsado por su necesidad de sumar para evitar el abismo de la Segunda B. Poco después de llegar a la media hora de juego, y tras varios intentos por parte de Mikel Alonso; llegaba el premio para los visitantes. Un despiste de la defensa bética dejó desguarnecido el flanco derecho del ataque del Tenerife, por el que se internó Julio Álvarez; que se plantó solo ante Casto y le batió en su salida con una bella vaselina.

El tanto dio más coraje al Tenerife, que atacó con más intensidad y tocó mejor en la medular. Como consecuencia, llegaron más ocasiones para los chicharreros, y Casto tuvo que evitar el empate en un gran disparo de Iriome. La actuación del guardameta verdiblanco fue el inicio del fin del Tenerife. Los visitantes estaban demasiado ocupados pensando en atacar, y se volvieron cada vez más vulnerables en defensa.

Las palabras del técnico tinerfeño David Amaral en la previa “en cualquier fallo el Betis te la clava” se hicieron realidad. La inocencia en defensa de los visitantes se evidenció en el tercer tanto del Betis. Isidoro se interna en el área desde la banda diestra, y un centro chut raso al segundo palo acaba en la portería rival. El gol del canterano, en colaboración con el portero chicharrero, Sergio Aragoneses; fue el broche perfecto para un partido que no ofreció mucho más.

Con el objetivo en el bolsillo el Betis dejó la iniciativa al Tenerife, que fue de más a menos y acabó siendo consolado al final del encuentro por los jugadores béticos. Los tinerfeños se asoman a la Segunda División B en una de las peores temporadas de su historia. Mientras, en la grada, los aficionados recordaban otra vez aquella coreografía del “Stereo Love” de Salamanca. Aquél día no pudo conseguirse la fiesta. Aquél día, aquellos jugadores y aquella afición que siempre está detrás de su equipo “se quedaron a las puertas”, y esta fiesta también es suya. Todavía hay que esperar qué pasa con el Celta y el Granada para un ascenso matemático indirecto o el partido de Tarragona con el Nástic para que el sueño se haga realidad. Sin embargo, hoy los béticos tienen licencia para soñar y se van con la sonrisa picarona del que se sabe vencedor y no puede ocultar su alegría. El ascenso es virtual, pero el sentimiento de todos, es de primera.