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Un gol de Keita les da a los culés el punto que necesitaban

El Barcelona extiende su reinado y conquista la tercera Liga consecutiva

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De nuevo el Ciutat de Valencia. Seis años después del de Rijkaard, el Fútbol Club Barcelona vuelve a conseguir el título liguero en el estadio del Levante, tras un empate que le permite levantar su vigésimo primer trofeo. Tres consecutivos para una generación irrepetible que ya mira hacia Wembley para aumentar su leyenda.




Tercera consecutiva para un equipo de leyenda (Agencias)


Ni uno ni otro querían más. Sobraba el tiempo, y el balón se movía con pereza sobre un estadio deseando cantar el alirón blaugrana y la salvación levantina. Con el pitido final, los jugadores culés comenzaron la fiesta con el habitual grito de "¡¡campeones, campeones!!", ratificando con alegría desbordada las palabras de su entrenador sobre lo complicado que es hacerse con el entorchado liguero.

Ha sido otro Barça sublime, como si los engranajes que mueven esta máquina perfecta resisitieran el paso del tiempo sin alteraciones. Han luchado de nuevo cara a cara con un enorme (e infravalorado por su entrenador) Real Madrid, al que tan solo la obsesión de alcanzar un trofeo por la vía rápida le impidió aguantar el ritmo hasta la última semana. Los despistes en Liga se pagan muy caros frente a una plantilla destinada a formar parte de los libros de oro del fútbol mundial.

La regularidad del equipo de Pep es encomiable. Han sido tan solo dos derrotas, superando de nuevo la marca de los noventa puntos con dos partidos todavía por disputarse. El pulso frente al máximo rival comenzó con una espectacular goleada y terminó descafeinado debido a la aglomeración de Clásicos que hemos sufrido en el mes de abril.

Esta lucha hasta el final en las tres competiciones produjo importantes bajas en los blaugranas, desde la interminable lesión de Puyol al afortunadamente superado cáncer de Abidal. Se habló de una plantilla corta, con un banquillo minúsculo, pero paso a paso han conseguido tener opciones en todas las competiciones hasta el último encuentro.

El que no falló nunca, el que siempre estuvo para desatascar hasta el entuerto mas revirado fue la 'Pulga' más desequilibrante que jamás ha existido. Lionel Messi asfaltó el camino hasta su tercer Balón de Oro en una temporada donde a su cantidad inhumana de goles (más de cincuenta y sumando) se una su papel fundamental como asistente a sus compañeros. La recuperación de balón frente al Kun Agüero es una de las imágenes de esta temporada.

Ahora toca fiesta, 'Rúa' y descanso hasta el 28 de mayo, el día donde este grupo magnífico de jugadores quieren alcanzar la cuarta corona europea. Este Barça es una bendición para el fútbol moderno, del cual aficionados, Selección y balompié en general se benefician. Avisa Guardiola nada más cantar el alirón: "Este equipo todavía se puede mejorar". ¿Todavía más, Pep?

El Barcelona extiende su reinado y conquista la tercera Liga consecutiva

Un gol de Keita les da a los culés el punto que necesitaban
Roberto Carrera Hernández
miércoles, 11 de mayo de 2011, 20:04 h (CET)
De nuevo el Ciutat de Valencia. Seis años después del de Rijkaard, el Fútbol Club Barcelona vuelve a conseguir el título liguero en el estadio del Levante, tras un empate que le permite levantar su vigésimo primer trofeo. Tres consecutivos para una generación irrepetible que ya mira hacia Wembley para aumentar su leyenda.




Tercera consecutiva para un equipo de leyenda (Agencias)


Ni uno ni otro querían más. Sobraba el tiempo, y el balón se movía con pereza sobre un estadio deseando cantar el alirón blaugrana y la salvación levantina. Con el pitido final, los jugadores culés comenzaron la fiesta con el habitual grito de "¡¡campeones, campeones!!", ratificando con alegría desbordada las palabras de su entrenador sobre lo complicado que es hacerse con el entorchado liguero.

Ha sido otro Barça sublime, como si los engranajes que mueven esta máquina perfecta resisitieran el paso del tiempo sin alteraciones. Han luchado de nuevo cara a cara con un enorme (e infravalorado por su entrenador) Real Madrid, al que tan solo la obsesión de alcanzar un trofeo por la vía rápida le impidió aguantar el ritmo hasta la última semana. Los despistes en Liga se pagan muy caros frente a una plantilla destinada a formar parte de los libros de oro del fútbol mundial.

La regularidad del equipo de Pep es encomiable. Han sido tan solo dos derrotas, superando de nuevo la marca de los noventa puntos con dos partidos todavía por disputarse. El pulso frente al máximo rival comenzó con una espectacular goleada y terminó descafeinado debido a la aglomeración de Clásicos que hemos sufrido en el mes de abril.

Esta lucha hasta el final en las tres competiciones produjo importantes bajas en los blaugranas, desde la interminable lesión de Puyol al afortunadamente superado cáncer de Abidal. Se habló de una plantilla corta, con un banquillo minúsculo, pero paso a paso han conseguido tener opciones en todas las competiciones hasta el último encuentro.

El que no falló nunca, el que siempre estuvo para desatascar hasta el entuerto mas revirado fue la 'Pulga' más desequilibrante que jamás ha existido. Lionel Messi asfaltó el camino hasta su tercer Balón de Oro en una temporada donde a su cantidad inhumana de goles (más de cincuenta y sumando) se una su papel fundamental como asistente a sus compañeros. La recuperación de balón frente al Kun Agüero es una de las imágenes de esta temporada.

Ahora toca fiesta, 'Rúa' y descanso hasta el 28 de mayo, el día donde este grupo magnífico de jugadores quieren alcanzar la cuarta corona europea. Este Barça es una bendición para el fútbol moderno, del cual aficionados, Selección y balompié en general se benefician. Avisa Guardiola nada más cantar el alirón: "Este equipo todavía se puede mejorar". ¿Todavía más, Pep?

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