Con tiempo para los menos habituales y con la mente puesta en otras aventuras, la Penya se ha despedido de su afición con una sublime actuación, solo entorpecida por un último cuarto que evidenció, una vez más, la falta de temple de este equipo en los tramos decisivos del partido. Alzándose en un tercer cuarto bordado con aguja de oro (27-16), los de Pepu creyeron en la victoria durante todo el transcurso del encuentro hasta que la sapiencia de los de Ivanovic volteó las miras locales. Marcelinho Huertas, decisivo en los últimos instantes.
| Ficha técnica | 80- DKV Joventut: Robinson (2), Hosley (13), Jelinek (15), McDonald (21), Flis (5) -cinco inicial--; Todorovic (), Llovet (4), Ventura (-), Trias (), Franch (5), Joan Tomás () Tomás (15).
83- Caja Laboral: Huertas (11), Olesson (9), San Emeterio (14), Teletovic (14), Barac (18) --cinco inicial--; Ribas (5), Logan (4), Batista (2), Dragicevic (6), Musli () y García ().
Parciales: 21-22, 27-16, 15-15, 17-30
Árbitros: Bertrán, Araña y Cortés.
Incidencias: 4.254 espectadores en el Palau Olimpic de Badalona. |
Datos destacables | Lo mejor: El segundo cuarto local La Penya supo endosar un 27-16 al Caja Laboral en el segundo cuarto y con la grieta marcada supieron aguantar hasta los últimos minutos del partido
El dato: Baskonia, mejor equipo desde el 6,75 en ACB, solo anotó 6 triples de 20 intentos en todo el partido |
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Eric Sánchez / Badalona
Era una buena oportunidad para despedirse de los suyos, pero no pudo ser. La Penya sorprendió a más de uno en un encuentro en el que nunca se dio por vencida y en el que estuvo viendo a su rival desde el retrovisor durante más de dos cuartos. Probablemente propiciado por el desacierto de la línea del 6,75 de Baskonia (30% de acierto), los locales brindaron un gran partido a su gente y se despidieron hasta la temporada que viene con una actuación que no dejó a nadie insatisfecho.
Y lo primero que sorprendió en el cinco inicial propuesto por Pepu fue la intrusión del proscrito, durante muchos partidos, Dimitri Flis. Como hoy era el último partido de la temporada ante su gente, el ruso ofrendó una primera parte de encanto. Sus primeros pasos sobre la pista trataron de tapar al hombre más alto del partido en la tarde de hoy: Stanko Barac. A continuación, el ruso con nacionalidad española se atrevió a anotar bajo canasta y en una ola de efusividad, se apuntó su primer triple de la tarde.
Pero antes de cercar el foco sobre Dimitri Flis, los de Dusko Ivanovic apretaron los dientes de inicio para apuntillar el marcador a 0-6 en un santiamén. La Penya reaccionó y desde el incombustible McDonald junto con el aliento de Quinton Hosley, los anfitriones desvelaron antes de que fuera demasiado tarde. La lucha fue ardua y con un triple de Jelinek en el segundo cuarto, los de Pepu se avanzaron por primera vez en el encuentro (26-24).
Baskonia se sintió azorada y sus combinaciones, orquestadas siempre por Huertas, hacían agua ante la intensidad impregnada por los verdinegros. El nerviosismo sobre pista se trasladó al limbo y Dusko Ivanovic tuvo que discutir airosamente con Carlos Cortés para despertar a sus vasos comunicantes sobre parquet. El resultado para el medianil se cerró con un 48-38.
A la vuelta del entreacto, Pepu mantuvo la tónica de su equipo. Baskonia se acercaba tímidamente pero el nervio de los chicos de negro y verde no dejó que la estría de los 7 puntos se redujera en el electrónico.
Pero Caja Laboral resucitó y de lo alto de sus 30 puntos en el último cuarto fustigó a un equipo rival que se vino abajo y que en los momentos decisivos flaqueó, como así lo hizo Russell Robinson en su último tiro libre.
Despedida con emoción ante un Olimpic que creyó en la machada hasta el último minuto. Una vez más, McDonald fue la saeta ofensiva de los suyos y desde sus 21 puntos y tres rebotes zanjó una temporada en la que se ha coronado como el mejor anotador de su plantel.