Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Etiquetas | Reportaje
A beneficio de niños que han sufrido maltratos

Viernes noche todos al concierto en Luz de Gas

|

Los fines de semana la mayoría de los mortales los reservan para descansar de las responsabilidades a las que cada uno ha tenido que hacer frente a lo largo de la semana. Cuando llega el viernes algunos se han organizado para salir a tomar una copa, hacer una cenita en casa con los amigos, ir a ver una película de última factura o asistir al teatro o bien a un concierto mientras otros aprovechan el tiempo acudiendo a visitar a los amigos y a la familia. Pero cuando llegue este viernes la cita pasa obligatoriamente por acudir a Luz de Gas, el legendario local de la calle Muntaner, donde a partir de las 21, 30 horas se darán cita una buena nómina de artistas como: Estopa, David Bustamante, Mónica Naranjo, Sergio Dalma, Pep Sala, Manel Fuentes, Javier Sardá, David Guapo, Mag Lari, Judith Mascó, Pedro J. Hermosilla, Mónica Green, Gemma Recoder, Tony Ronald, Ángel LLácer y algunos más que hacen muy larga la lista. Unos cantarán, otros harán magia, algún que otro contará chistes y otros simplemente apoyarán con su presencia esta Fiesta Benéfica que tiene como objetivo recoger fondos para ayudar a los niños que sufren o han sufrido malos tratos en el ámbito familiar.

Teresa Berengueras-Rafa Esteve-Casanova / SIGLO XXI




Cartel.


A lo largo del año Fede Sardá, dueño de Luz de Gas, cede su sala para infinidad de actos solidarios con el fin de ayudar en la medida de sus posibilidades a aquellos que lo necesiten, cada año el pare Manel recoge en esta sala mediante un festival también plagado de nombres famosos dinero para sus causas. Luz de Gas además de ser uno de los más afamados locales de diversión de Barcelona es un importante foco de solidaridad, Fede Sardá siempre dice que quiere devolver a la vida parte de los bienes y beneficios que ésta le ha dado y para ello nunca tiene un no cuando le solicitan la colaboración de su local para actos como el que se celebrará el viernes próximo. En el caso de los niños maltratados es lamentable que esto suceda en el seno de las familias, la mayoría de estos niños provienen de familias desestructuradas, son casos que se dan en nuestra sociedad muchas veces sin que la misma lo denuncie y sin que, en muchas ocasiones, se otorgue al maltrato infantil en el hogar toda la importancia que tiene para el futuro de estos pequeños.

Nadie cobra un solo euro
Luz de Gas, que cede la sala, ha hecho un llamamiento a artistas y personas conocidas para que solidarizándose con la infancia maltratada la noche del viernes regalen una parte de su tiempo, y así lo han hecho los integrantes de la larga lista que la noche del viernes subirán al escenario de Luz de Gas sin cobrar un solo euro por su participación en la gala. Entre las gentes del mundo del espectáculo se dice, tal vez es simple leyenda urbana, que aunque el cantante de turno cante gratis los músicos siempre cobran, pero en este caso se rompe la tradición y todos ellos sin excepción van a tocar gratis et amore para hacer más felices a unos niños que realmente necesitan un poco de amor, cariño y comprensión.

La sala de fiestas colabora en esta ocasión, como lo viene haciendo desde hace más de diez años, con las religiosas de la Orden Filles de la Caritat, unas monjas que realizan su labor pastoral trabajando en favor de los más necesitados. Atienden a niños y ancianos vapuleados por la sociedad y también por las circunstancias a las que la vida les ha arrastrado, también atienden a los más desprotegidos como enfermos adictos a algún tipo de drogadicción o afectados por el sida sin casa y sin recursos. Estas monjas velan con sencillez y esmero por los más desfavorecidos y para llevar a cabo su labor además de los fondos que pueden obtener de su institución o de donaciones también cuentan habitualmente con el festival que se celebra en Luz de Gas y en el que la totalidad de la recaudación se les entrega a ellas para que puedan llevar adelante la labor caritativa con la que paliar los sinsabores que da la vida a muchas personas, incluidos los más pequeños.

Esta Orden religiosa fue fundada en París en el año 1633 por San Vicente Paúl y Santa Luisa Marillac, a España llegaron en el año 1790 instalándose en Barcelona y Barbastro (Huesca). Las religiosas de esta Orden en estos momentos están comprometidas en todo el mundo en el servicio a los más pobres buscando para ello la promoción y la inserción social de los más desvalidos.

Reinsertar niños con maltrato es a veces un problema
La tarea de estas monjas no es fácil, no es suficiente que cada año en Luz de Gas haya un acto donde se recaude dinero para su causa, es una importante ayuda para llevar a cabo sus proyectos pero la tarea de reinsertar a los niños maltratados es muy compleja y en ocasiones no del todo agradecida. Los niños que han sufrido malos tratos casi desde el momento de su nacimiento hasta llegar al hogar que les ofrecen las monjas han vivido el sufrimiento del maltrato familiar como lo más natural del mundo y en ocasiones algunos niños al ser acogidos por las Filles de la Caritat no entienden que sus padres no estén junto a ellos, y lo que es peor, les extraña que su padre no les siga maltratando sexualmente. Este es uno de los casos, entre otros, más duros con los que a menudo se han de enfrentar las religiosas que toman a su cargo el cuidado de esta infancia maltratada.

Hay niños que fueron maltratados y que una vez al cuidado de las Filles de la Caritat llevan una vida sana, con cuidados psicológicos, médicos, estudios y ratos de asueto, todo ello con plena libertad e independencia para crearse una vida propia y a pesar de todo y olvidando los malos tratos que sufrieron quieren regresar a su hogar y desean dejar a las Filles del Caritat y aunque en su familia les propicien maltrato quieren regresar a su hogar, dicen: “queremos estar con nuestra familia, es nuestra familia”. Es complicado en muchas ocasiones el trato con estos niños y adolescentes que fueron maltratados pero que en su fuero interno desean volver al lado del maltratador, un poco se dan los mismos parámetros o parecidos que en los secuestrados largo tiempo que en su liberación padecen el llamado “síndrome de Estocolmo”.

Un trato exquisito
Las religiosas en sus centros de acogida tratan a los niños con suma exquisitez, son altamente sensibles al problema que ha generado en ellos una situación de desapego y desvarío familiar, los padres que quieren pueden seguir viendo a sus hijos y para ello las monjas han programado unos días de visita que algunos de los niños esperan con ansia aunque más de una vez se quedan esperando a esa madre o ese familiar al que desean ver y que no acierta en acudir a la visita con lo que aumenta la tristeza del que ha estado contando los días que faltaban para ver a su familiar, y entonces tan sólo le queda el amparo y el consuelo de las monjas del centro.

Un centro de las Filles de la Caritat no es un hogar, nunca lo va a ser, aunque para esas personas que viven en la orilla oscura de la vida sea lo más parecido a un hogar donde poder vivir como se merecen, con un trato digno y unas opciones en la vida que luego, después del tiempo requerido en el centro, pueden dar sorpresas haciendo que después de los años pasados junto a las Filles de la Caritat la infancia de tristeza, palizas y malos tratos tan solo sea un borroso y lejano recuerdo para es nueva persona reinsertada en la sociedad que no puede darle la espalda.

La adopción es muy difícil.
Ante casos como los que intentan paliar las Filles de la Caritat muchos volvemos la vista hacia la adopción, pero la ley española que regula esta materia es excesivamente restrictiva tal vez por defender extremadamente los derechos del adoptado haciendo que sea habitual ver cómo parejas españolas van a tierras lejanas para adoptar niños de aquellos lugares lejanos obteniendo muchas veces la seguridad de que será muy difícil que los padres biológicos del adoptado un día decidan reclamarle o simplemente quieran verle. Todo esto hace difícil que los niños acogidos por las religiosas de Filles de la Caritat lleguen a ser adoptados por alguien, en estos momentos y mediante la Ley de Acogida pueden estar con una familia ajena durante un tiempo, pero esta es una solución a medias ya que la mayoría de las veces cuando el niño ya está adaptado al hogar de acogida y a los miembros de esa familia tiene que dejarles y eso significa tanto para la familia de acogida como para el niño un doble mazazo.

Pero seamos positivos, con tan sólo un donativo de 25 euros este viernes a las 21’30 horas lo vamos a pasar bien, veremos un concierto repleto de cantantes y personas conocidas que nos ofrecerán un rato de descanso y diversión mientras que, sin pensar y a lo mejor muchos sin saberlo, ayudaremos a unos niños que han sido maltratados y a las monjas que se ocupan de hacerles olvidar los malos ratos pasados. Nuestra sociedad no es perfecta pero entre todos la podemos hacer un poco mejor y dónde no lleguen los poderes públicos, que son los que tendrían que preocuparse de esta infancia maltratada, hemos de llegar los demás: Las Filles de la Caritat, Luz de Gas, todos los artistas que subirán al escenario y todo el público que acuda para con el precio de su entrada hacer una buena obra.

Viernes noche todos al concierto en Luz de Gas

A beneficio de niños que han sufrido maltratos
Redacción
martes, 3 de mayo de 2011, 07:03 h (CET)
Los fines de semana la mayoría de los mortales los reservan para descansar de las responsabilidades a las que cada uno ha tenido que hacer frente a lo largo de la semana. Cuando llega el viernes algunos se han organizado para salir a tomar una copa, hacer una cenita en casa con los amigos, ir a ver una película de última factura o asistir al teatro o bien a un concierto mientras otros aprovechan el tiempo acudiendo a visitar a los amigos y a la familia. Pero cuando llegue este viernes la cita pasa obligatoriamente por acudir a Luz de Gas, el legendario local de la calle Muntaner, donde a partir de las 21, 30 horas se darán cita una buena nómina de artistas como: Estopa, David Bustamante, Mónica Naranjo, Sergio Dalma, Pep Sala, Manel Fuentes, Javier Sardá, David Guapo, Mag Lari, Judith Mascó, Pedro J. Hermosilla, Mónica Green, Gemma Recoder, Tony Ronald, Ángel LLácer y algunos más que hacen muy larga la lista. Unos cantarán, otros harán magia, algún que otro contará chistes y otros simplemente apoyarán con su presencia esta Fiesta Benéfica que tiene como objetivo recoger fondos para ayudar a los niños que sufren o han sufrido malos tratos en el ámbito familiar.

Teresa Berengueras-Rafa Esteve-Casanova / SIGLO XXI




Cartel.


A lo largo del año Fede Sardá, dueño de Luz de Gas, cede su sala para infinidad de actos solidarios con el fin de ayudar en la medida de sus posibilidades a aquellos que lo necesiten, cada año el pare Manel recoge en esta sala mediante un festival también plagado de nombres famosos dinero para sus causas. Luz de Gas además de ser uno de los más afamados locales de diversión de Barcelona es un importante foco de solidaridad, Fede Sardá siempre dice que quiere devolver a la vida parte de los bienes y beneficios que ésta le ha dado y para ello nunca tiene un no cuando le solicitan la colaboración de su local para actos como el que se celebrará el viernes próximo. En el caso de los niños maltratados es lamentable que esto suceda en el seno de las familias, la mayoría de estos niños provienen de familias desestructuradas, son casos que se dan en nuestra sociedad muchas veces sin que la misma lo denuncie y sin que, en muchas ocasiones, se otorgue al maltrato infantil en el hogar toda la importancia que tiene para el futuro de estos pequeños.

Nadie cobra un solo euro
Luz de Gas, que cede la sala, ha hecho un llamamiento a artistas y personas conocidas para que solidarizándose con la infancia maltratada la noche del viernes regalen una parte de su tiempo, y así lo han hecho los integrantes de la larga lista que la noche del viernes subirán al escenario de Luz de Gas sin cobrar un solo euro por su participación en la gala. Entre las gentes del mundo del espectáculo se dice, tal vez es simple leyenda urbana, que aunque el cantante de turno cante gratis los músicos siempre cobran, pero en este caso se rompe la tradición y todos ellos sin excepción van a tocar gratis et amore para hacer más felices a unos niños que realmente necesitan un poco de amor, cariño y comprensión.

La sala de fiestas colabora en esta ocasión, como lo viene haciendo desde hace más de diez años, con las religiosas de la Orden Filles de la Caritat, unas monjas que realizan su labor pastoral trabajando en favor de los más necesitados. Atienden a niños y ancianos vapuleados por la sociedad y también por las circunstancias a las que la vida les ha arrastrado, también atienden a los más desprotegidos como enfermos adictos a algún tipo de drogadicción o afectados por el sida sin casa y sin recursos. Estas monjas velan con sencillez y esmero por los más desfavorecidos y para llevar a cabo su labor además de los fondos que pueden obtener de su institución o de donaciones también cuentan habitualmente con el festival que se celebra en Luz de Gas y en el que la totalidad de la recaudación se les entrega a ellas para que puedan llevar adelante la labor caritativa con la que paliar los sinsabores que da la vida a muchas personas, incluidos los más pequeños.

Esta Orden religiosa fue fundada en París en el año 1633 por San Vicente Paúl y Santa Luisa Marillac, a España llegaron en el año 1790 instalándose en Barcelona y Barbastro (Huesca). Las religiosas de esta Orden en estos momentos están comprometidas en todo el mundo en el servicio a los más pobres buscando para ello la promoción y la inserción social de los más desvalidos.

Reinsertar niños con maltrato es a veces un problema
La tarea de estas monjas no es fácil, no es suficiente que cada año en Luz de Gas haya un acto donde se recaude dinero para su causa, es una importante ayuda para llevar a cabo sus proyectos pero la tarea de reinsertar a los niños maltratados es muy compleja y en ocasiones no del todo agradecida. Los niños que han sufrido malos tratos casi desde el momento de su nacimiento hasta llegar al hogar que les ofrecen las monjas han vivido el sufrimiento del maltrato familiar como lo más natural del mundo y en ocasiones algunos niños al ser acogidos por las Filles de la Caritat no entienden que sus padres no estén junto a ellos, y lo que es peor, les extraña que su padre no les siga maltratando sexualmente. Este es uno de los casos, entre otros, más duros con los que a menudo se han de enfrentar las religiosas que toman a su cargo el cuidado de esta infancia maltratada.

Hay niños que fueron maltratados y que una vez al cuidado de las Filles de la Caritat llevan una vida sana, con cuidados psicológicos, médicos, estudios y ratos de asueto, todo ello con plena libertad e independencia para crearse una vida propia y a pesar de todo y olvidando los malos tratos que sufrieron quieren regresar a su hogar y desean dejar a las Filles del Caritat y aunque en su familia les propicien maltrato quieren regresar a su hogar, dicen: “queremos estar con nuestra familia, es nuestra familia”. Es complicado en muchas ocasiones el trato con estos niños y adolescentes que fueron maltratados pero que en su fuero interno desean volver al lado del maltratador, un poco se dan los mismos parámetros o parecidos que en los secuestrados largo tiempo que en su liberación padecen el llamado “síndrome de Estocolmo”.

Un trato exquisito
Las religiosas en sus centros de acogida tratan a los niños con suma exquisitez, son altamente sensibles al problema que ha generado en ellos una situación de desapego y desvarío familiar, los padres que quieren pueden seguir viendo a sus hijos y para ello las monjas han programado unos días de visita que algunos de los niños esperan con ansia aunque más de una vez se quedan esperando a esa madre o ese familiar al que desean ver y que no acierta en acudir a la visita con lo que aumenta la tristeza del que ha estado contando los días que faltaban para ver a su familiar, y entonces tan sólo le queda el amparo y el consuelo de las monjas del centro.

Un centro de las Filles de la Caritat no es un hogar, nunca lo va a ser, aunque para esas personas que viven en la orilla oscura de la vida sea lo más parecido a un hogar donde poder vivir como se merecen, con un trato digno y unas opciones en la vida que luego, después del tiempo requerido en el centro, pueden dar sorpresas haciendo que después de los años pasados junto a las Filles de la Caritat la infancia de tristeza, palizas y malos tratos tan solo sea un borroso y lejano recuerdo para es nueva persona reinsertada en la sociedad que no puede darle la espalda.

La adopción es muy difícil.
Ante casos como los que intentan paliar las Filles de la Caritat muchos volvemos la vista hacia la adopción, pero la ley española que regula esta materia es excesivamente restrictiva tal vez por defender extremadamente los derechos del adoptado haciendo que sea habitual ver cómo parejas españolas van a tierras lejanas para adoptar niños de aquellos lugares lejanos obteniendo muchas veces la seguridad de que será muy difícil que los padres biológicos del adoptado un día decidan reclamarle o simplemente quieran verle. Todo esto hace difícil que los niños acogidos por las religiosas de Filles de la Caritat lleguen a ser adoptados por alguien, en estos momentos y mediante la Ley de Acogida pueden estar con una familia ajena durante un tiempo, pero esta es una solución a medias ya que la mayoría de las veces cuando el niño ya está adaptado al hogar de acogida y a los miembros de esa familia tiene que dejarles y eso significa tanto para la familia de acogida como para el niño un doble mazazo.

Pero seamos positivos, con tan sólo un donativo de 25 euros este viernes a las 21’30 horas lo vamos a pasar bien, veremos un concierto repleto de cantantes y personas conocidas que nos ofrecerán un rato de descanso y diversión mientras que, sin pensar y a lo mejor muchos sin saberlo, ayudaremos a unos niños que han sido maltratados y a las monjas que se ocupan de hacerles olvidar los malos ratos pasados. Nuestra sociedad no es perfecta pero entre todos la podemos hacer un poco mejor y dónde no lleguen los poderes públicos, que son los que tendrían que preocuparse de esta infancia maltratada, hemos de llegar los demás: Las Filles de la Caritat, Luz de Gas, todos los artistas que subirán al escenario y todo el público que acuda para con el precio de su entrada hacer una buena obra.

Noticias relacionadas

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto