Visto lo visto, Mourinho y su Real Madrid ya han agotado el plan A y el plan B en el ‘combate del siglo a cuatro asaltos’ frente a Pep Guardiola y su FC Barcelona. El primero estaba liderado por las “criminales acciones” de Pepe y Sergio Ramos (palabras textuales del entrenador del Madrid), y el segundo por los jugones Granero, Kaká, Benzemà, Higuaín y compañía.

Con el A ganaron la Copa del Rey pero están al borde del KO en la Champions; y con el B se vinieron arriba en Valencia (3-6) pero tiraron la Liga el sábado ante el Zaragoza (2-3). Así que, Mou, sólo te queda una carta, ya que no te vale el plan A (sin Ramos, ni Pepe) porque además necesitas ¡tres goles en el Nou Camp!; y tampoco te vale el plan B (muy blandito en defensa) porque además necesitas ¡que el Barça no haga ningún gol en el Nou Camp! Puuuuuuuf.

Por si todo esto fuera poco para los barcos vikingos, su timonel del banquillo ha pedido un palco privado porque no puede sentarse en el mismo. Y visto el grado de tensión in crescendo de la serie, si el Madrid va ganando o es favorecido por el árbitro, el Nou Camp se girará hacia el palco de Mou, pero si va perdiendo 3-0 también, así que esperemos que reine la cordura y la cristalera no sufra ningún tipo de alteración.

Pues el plan C -con K de Karanka- va a tener que ser un ‘mix’ de lo que le hemos visto al Madrid últimamente: defensa reforzada con la vuelta de Carvalho, centro de campo con algo más de toque, al menos de pase –ahí Granero debe ganar enteros junto a Xavi Alonso-, y arriba más artillería fina con Cristiano, Di María e Higuaín, posiblemente.

Para el Madrid es quizás la ‘última’ final del año y tiene que ir a morir… deportivamente hablando. El Barça, a malas, tiene la Liga en el bolsillo, aunque parece poco premio para este equipazo. Así que el Madrid, si bien no le puede disputar la posesión a los anfitriones, debe al menos ir a por el partido desde el primer tiempo o luego será demasiado tarde. Es verdad que corre el riesgo de llevarse otro rosco con nata como el 5-0 de diciembre, pero un partido bronco no le lleva a nada, quizás para que se vaya de las manos alguna tangana y sea peor para todos.

La hostilidad del barcelonismo parece obvia. Madrid y Barça se han denunciado mutuamente ante la UEFA y además en esto de la Champions se juegan muchos millones. Mourinho, por su parte, puede salir de allí como técnico-milagro o como principal culpable de todo. Sí diré una cosa: Mourinho le ha peleado los tres títulos al Barça y le ha ganado uno. Hace un año esto era una utopía para el madridismo.