El Ministro de Trabajo de ZP, sin pudor, dice que "8 de cada 10 despidos en este tiempo de crisis se han producido al amparo de una ley aprobada siendo ministro Rajoy" en 2002 (Diario Liberal, 30.04.2011).
Hace tiempo que lo sabíamos pero hoy ya no hay duda. El 'verraco' Valeriano ha demostrado su inutilidad, su servidumbre hacia un presidente 'Vendeburras' y la mediocridad que siempre le ha acompañado. Y es que después de transcurrir siete años de injusticias, destrucción de empleo, 'apaleamiento' al más débil, descenso de ayudas de todo tipo,.... dice este fantasma que casi todos los despidos se han producido al amparo de una ley que se aprobó siendo ministro Mariano Rajoy.
¿Se puede ser más inculto, más desinformado y más miserable? Seguramente, no. Pero este vulgar ministro y mediocre personaje no se entera de lo que le rodea, incluso tampoco de lo que no le rodea. Ahí está precisamente su dejadez, sus múltiples miserias y sus eternas servidumbres. Apenas lleva unos meses al frente de un Ministerio y ya ha hecho más daño que un nublado en el mes de agosto. No solo ha hecho daño a la ciudadanía sino que no ha aportado ningún beneficio y ha acabado contribuyendo a insultar al contribuyente, además de colaborar a que lleguemos a los cinco millones de parados. Porque, alguien tiene que decirlo, ya se han sobrepasado los cinco millones; no hay más que interpretar correctamente la EPA y se podrá comprobar que nos han vuelto a engañar, porque no se incluyen los novecientos mil ciudadanos parados que están haciendo cursos de formación; todo ello gracias a las malas artes del torpe ex ministro de Trabajo, el bejarano Chuchín Caldera. No solo no se crea empleo sino que no se creará hasta 2018. ¿Causa? La falta de planificación de un Gobierno de inutilidades, vulgares excéntricos y patéticos interpretadores.
El daño está hecho y no hay vuelta atrás. No se hicieron los deberes ante la crisis y pasa lo que vemos a diario. Nadie pone en duda que si en vez de estar la mediocre y casposa izquierda en el poder, está un partido conservador, liberal o uno de derechas, los sindicatos obreros habrían incendiado las calles y cuanto se les hubiera puesto por delante, catedrales y mercados incluidos como testimonia la Historia reciente. El todavía mediocre y adocenado ministro, Valeriano Gómez, podrá interpretarlo como quiera, al igual que lo interpretamos los demás, pero existe una clara diferencia: él ha demostrado su inutilidad allí por donde ha pasado, los demás acabamos teniendo razón con el tiempo, y cada día que pasa más y más.
Decía Claude Chabrol que "la tontería es infinitamente más fascinante que la inteligencia. La inteligencia tiene sus límites, la tontería no". Mucho de lo que acabamos de escribir nos recuerda a Ana Pastor y a su peculiar forma de entender la libertad de expresión desde la libre designación en su puesto de trabajo. Pues eso, mejor que hablen las cabras en los informativos.
