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El ‘efecto Mou’ a examen

Demasiado ruido para tan poco premio

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El último capítulo del apasionante calendario de clásicos de este mes de abril evidenció la carga de tensión con la que Barça y Madrid llegaban para medirse en la reina de todas las batallas, la Champions. Más allá del encuentro, el cruce de declaraciones en la previa y el post-partido dejó claro que entramos en un terreno pantanoso en el que pueden saltar chispas.

El ataque desde la casa blanca al club azulgrana ha sido constante durante toda la temporada por medio del director de comunicación del Real Madrid, José Mourinho pero cuando todos esperaban que no habría respuesta, Guardiola explotó. El vaso de la paciencia de Pep se colmó en el lugar más sagrado para el madridismo y eso desató la caja de los truenos con el desafió final del técnico catalán, “nos vemos en el campo”.

Dejando la polémica expulsión de Pepe a un lado, la rueda de prensa ofrecida por Mourinho tras el encuentro es inadmisible en un club con los valores como el Real Madrid. Los ataques apuntando a un teórica conspiración de la Uefa a favor del Barça son una muestra de la impotencia de Mou por no seguir escribiendo con letras de oro en España su amplio curriculum de títulos.

Con todo, el luso consigue una vez más lo que quería que nadie hable del pobre juego del Madrid y que el segundo adiós a un título esta temporada se desvanezca por una teórica mano negra. Además de la actitud de un Bernabeu desconocido que celebra un empate como victoria, un córner como gol y muestra un apoyo ejemplar en un escenario donde entre otros muchos, se pitó a Fabio Capello alzando Ligas por jugar con Emerson como medio centro.

En definitiva, el continuo ataque desde la casa blanca esta temporada ha dejado tan sólo un título de Copa en el palmarés blanco. Quizás escaso premio para una temporada en la que Real Madrid ha sido peor recibido que nunca en todos los estadios y ha renunciado a los valores que le hicieron ser el club más grande del siglo XX.

Está claro que algo falla en el Real Madrid pero mientras su técnico busque los por qué fuera del vestuario va a ser difícil desbancar al Barça del Top’ del fútbol mundial, objetivo por el que fue contratado Mourinho hace ocho meses.

Demasiado ruido para tan poco premio

El ‘efecto Mou’ a examen
Alberto Jiménez
domingo, 1 de mayo de 2011, 00:15 h (CET)
El último capítulo del apasionante calendario de clásicos de este mes de abril evidenció la carga de tensión con la que Barça y Madrid llegaban para medirse en la reina de todas las batallas, la Champions. Más allá del encuentro, el cruce de declaraciones en la previa y el post-partido dejó claro que entramos en un terreno pantanoso en el que pueden saltar chispas.

El ataque desde la casa blanca al club azulgrana ha sido constante durante toda la temporada por medio del director de comunicación del Real Madrid, José Mourinho pero cuando todos esperaban que no habría respuesta, Guardiola explotó. El vaso de la paciencia de Pep se colmó en el lugar más sagrado para el madridismo y eso desató la caja de los truenos con el desafió final del técnico catalán, “nos vemos en el campo”.

Dejando la polémica expulsión de Pepe a un lado, la rueda de prensa ofrecida por Mourinho tras el encuentro es inadmisible en un club con los valores como el Real Madrid. Los ataques apuntando a un teórica conspiración de la Uefa a favor del Barça son una muestra de la impotencia de Mou por no seguir escribiendo con letras de oro en España su amplio curriculum de títulos.

Con todo, el luso consigue una vez más lo que quería que nadie hable del pobre juego del Madrid y que el segundo adiós a un título esta temporada se desvanezca por una teórica mano negra. Además de la actitud de un Bernabeu desconocido que celebra un empate como victoria, un córner como gol y muestra un apoyo ejemplar en un escenario donde entre otros muchos, se pitó a Fabio Capello alzando Ligas por jugar con Emerson como medio centro.

En definitiva, el continuo ataque desde la casa blanca esta temporada ha dejado tan sólo un título de Copa en el palmarés blanco. Quizás escaso premio para una temporada en la que Real Madrid ha sido peor recibido que nunca en todos los estadios y ha renunciado a los valores que le hicieron ser el club más grande del siglo XX.

Está claro que algo falla en el Real Madrid pero mientras su técnico busque los por qué fuera del vestuario va a ser difícil desbancar al Barça del Top’ del fútbol mundial, objetivo por el que fue contratado Mourinho hace ocho meses.

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