Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Hablemos sin tapujos | Política
“Todos los que se han creído las mentiras de un charlatán se ven obligados a mantenerlas, para no confesar que han sido unos imbéciles…” E. Gómez de Baquero

Los Pinochos de la política tropiezan con sus narices

|

Llega un momento en el que la ciudadanía, normalmente ninguneada y menospreciada por la casta de políticos, entra en un estado de cierta catalepsia que le impide seguir confiando en cualquier político, fuera cual fuere su condición y las ideas que pretende defender, para captar a más acólitos para la causa que defiende. Esta catatonia negativista respecto a quienes, a fuerza de desengaños, de mentiras, de promesas incumplidas y de decepciones sangrantes; se ha ido forjando en el ciudadano de a pie, a lo largo de años de estar escuchando los mismos temas, idénticos ofrecimientos, repetitivos augurios de grandes venturas, garantías de cambios en la sociedad y presentación de un porvenir luminoso paraíso de la justicia y la equidad. Dice el refrán que “gato escaldado del agua fría huye” y, en el pueblo español, ha sido tanto el aburrimiento que ha ido acumulando escuchando a estos pesados, empeñados en agobiarnos, en cada ocasión que se les ofrece, intentando hacernos creer en lo “mal que vivimos”, en los “desastres que asuelan nuestra nación” y en lo “mal que lo hacen los que nos gobiernan”, que nos entran ganas de echarles en cara aquella frase de George Bernard Shaw : “Me gustaría tomarte en serio pero hacerlo sería ofender tu inteligencia”

Y es que señores ¿qué país en el mundo no tiene problemas? Aun teniendo el privilegio de vivir en Europa, formar parte de una comunidad imperfecta, es verdad, pero, al fin y al cabo un conjunto de naciones que han intentado ponerse de acuerdo en muchas cuestiones y, en algunas, deberemos reconocer que lo han conseguido; aunque ello suponga tener que afrontar situaciones como el actual brexit de los ingleses o desafíos como el de los comunistas griegos del señor Tsypras que, en un momento determinado, dio la sensación de que iban a trastabillar la propia cohesión de la UE. Pero se superó y hoy, los que tienen los problemas, son los de Syriza que no saben cómo convencer a sus votantes de que tienen que soportar las condiciones de “los capitalistas de la CE” para que no les exijan que paguen todo lo que deben a los bancos de la comunidad.

Luego, ha llegado el terrorismo islámico y nos ha enseñado que los métodos tradicionales de enfrentarse a los enemigos no eran los mismos que los que son necesarios para enfrentarse a esta nueva amenaza que nos llega de Oriente. Estamos en el mismo ojo del huracán, pero tenemos una ventaja sobre el resto de naciones europeas. Ellas no habían sufrido el terrorismo (salvo el caso de Belfast irlandés en el RU) y nosotros hemos estado padeciendo, durante año, el terrorismo más cruel y persistente de parte de los independentistas vascos de ETA. Pero hemos sabido acabar con él y hoy apenas queda algún resquicio de aquella banda criminal, a punto de entregar sus armas y, muy posiblemente, disolverse. Hubo políticos que pedían negociar con los terroristas; los había que hablaban de negociar y, de hecho, hubo algún señor de ERC que se ofreció para pedirle a ETA que no matara a catalanes ya que, según él, todos estaban en el mismo bando. Gracias a Dios, nuestra policía y nuestra Guardia Civil, les taparon la boca a los que querían rendirse y, con esfuerzo, con tesón y sin amilanarse por las monstruosidades perpetradas por los independentistas vascos, han conseguido acabar con ellos sin ceder un ápice en lo que la banda reclamaba.

España, señores, como ya es algo habitual, seguramente por el carácter indisciplinado del pueblo español y su afición para auto-infligirse daño cuando, precisamente, se encuentra en el momento mejor del desarrollo económico y social; ha reincidido, una vez más, en la torpeza de no valorar adecuadamente todas las ventajas que tenemos si nos comparamos con nuestros vecinos europeos. Empezando por el clima; la naturaleza; estos inigualables paisajes que nos encontramos en cualquiera de las regiones que queramos visitar; la simpatía y amabilidad de la gente ( que contrasta con la violencia, rabia, desatino y agresividad demostrada cuando se funden en muchedumbres, capaces de cometer los más execrables crímenes y destrozos); la variedad de nuestros productos, los avances de nuestras industrias; la espectacularidad de nuestras costas y el brillo impactante del astro Sol, gran colaborador del pueblo español en atraer a los millones de turistas que, todos los años, nos visitan y tanto contribuyen a mejorar nuestra economía.

Ha bastado que una panda de presuntos “expertos”, salidos de la universidad de los comunistas, la Complutense; convenientemente entrenados en Venezuela y financiados por el régimen corrupto del señor Maduro, vinieran para criticar el trabajo del gobierno del PP y recordar a los resentidos (que siempre los hay en cualquier país), que suelen coincidir con los desarraigados, los vagos, los falsos “intelectuales”, los actores, directores, teloneros y demás miembros de este variopinto conjunto de “la farándula”, siempre dispuestos a meter cizaña en su pretensión de querer imponer, al resto de la población, sus ideas laicas, su sistema de vida libre ( ¿ o será libertino?), su pretendida superioridad sobre el resto de los ciudadanos y su conocida aversión hacia los empresarios, industriales, banqueros, propietarios, militares y demás miembros de la sociedad que, para ellos, no hacen más que “condenar a los trabajadores a la pobreza y la miseria”; para que, toda la envidia que son capaces de atesorar, todo el resquemor que les queda a los pocos supervivientes de la Guerra Civil, y el rencor que los fracasados de la II República han sido capaces de trasmitir a las nuevas generaciones, se juntase para enfrentarse a la derecha y a la Constitución..

Todo ello, junto al fruto de la enseñanza en las ikastolas vascas y la impartida por la Generalitat en las escuelas públicas catalanas, donde ha quedado proscrito el idioma castellano; ha sido suficiente para que, toda la labor del PP (donde hay que reconocer que hubo grandes fallos por su falta de energía en el tema catalán y su incapacidad para poner orden en España, teniendo mayoría absoluta) para sacar a España del abismo en el que la había dejado el PSOE del señor Zapatero, quedara a punto de perderse, al tiempo que el panorama político español, descoyuntado por 5 millones de votantes que fueron a Podemos y la deriva hacia la izquierda extrema de un PSOE, en caída libre, para intentar sacarles votos a sus presuntos enemigos de la izquierda; en lugar de mantenerse en el puesto que les correspondía, en el centro izquierda; ha provocado que, esta España en la que se sigue viviendo bien y apuntaba a ir superando los restos de la crisis, si se seguía las orientaciones de Europa y la política económica propugnada por el actual gobierno de la nación; haya entrado, de nuevo, en una situación peligrosa, provocada por la oposición del Parlamento, que amenaza con la ingobernabilidad del país, si persisten los partidos de la oposición en cargarse todas las propuestas del Gobierno , como ha sucedido en el caso del decreto en el que se ponía en vigor una sentencia del tribunal Europeo, en la que se liberalizaba la contratación de los estibadores de los puertos nacionales. En caso de incumplimiento de dicha sentencia, España debería pagara, diariamente, 134.000 euros en concepto de multa.

En el 2007, cuando España todavía vivía de la inercia de la legislatura del señor Aznar y no se había declarado la crisis, el país ya había empezado a perder fuerza en manos del presidente Rodríguez Zapatero y su equipo de demolición, formado por ministros cuya única misión fue la desmantelar todo lo que habían hecho sus antecesores populares y sacarse leyes de la manga, como la Ley del Aborto, una ley que ha propiciado que, en este país, se produzcan más de 100.000 abortos anuales y, también, la Ley de Igualdad de la señora Aído, que dio lugar a muchas de las lacras morales y sociales que se han cebado en una parte importante de la juventud española desde que fue promulgada.

O así es como, señores, desde la óptica de un ciudadano de a pie, nos lamentamos de que, un país en donde se podía vivir maravillosamente, de hecho aún se vive bien a pesar de que algunos se esfuerzan en que, cada día se viva peor; por culpa de unos sujetos portadores de ideas anticuadas, de objetivos absurdos y de pretendidas posiciones igualitarias, es posible que, de seguir el rumbo que parece que intentan imprimir todos estos enemigos de la paz y de la solidaridad, no tardemos en ver despreciado todo el esfuerzo que se la ha exigido al pueblo español, para llegar a una situación en la que sea imposible mantener a nuestro país dentro de la CE y nos veamos precisados a abandonar la UE. Algo desastroso para los españoles.

Los Pinochos de la política tropiezan con sus narices

“Todos los que se han creído las mentiras de un charlatán se ven obligados a mantenerlas, para no confesar que han sido unos imbéciles…” E. Gómez de Baquero
Miguel Massanet
martes, 21 de marzo de 2017, 00:48 h (CET)
Llega un momento en el que la ciudadanía, normalmente ninguneada y menospreciada por la casta de políticos, entra en un estado de cierta catalepsia que le impide seguir confiando en cualquier político, fuera cual fuere su condición y las ideas que pretende defender, para captar a más acólitos para la causa que defiende. Esta catatonia negativista respecto a quienes, a fuerza de desengaños, de mentiras, de promesas incumplidas y de decepciones sangrantes; se ha ido forjando en el ciudadano de a pie, a lo largo de años de estar escuchando los mismos temas, idénticos ofrecimientos, repetitivos augurios de grandes venturas, garantías de cambios en la sociedad y presentación de un porvenir luminoso paraíso de la justicia y la equidad. Dice el refrán que “gato escaldado del agua fría huye” y, en el pueblo español, ha sido tanto el aburrimiento que ha ido acumulando escuchando a estos pesados, empeñados en agobiarnos, en cada ocasión que se les ofrece, intentando hacernos creer en lo “mal que vivimos”, en los “desastres que asuelan nuestra nación” y en lo “mal que lo hacen los que nos gobiernan”, que nos entran ganas de echarles en cara aquella frase de George Bernard Shaw : “Me gustaría tomarte en serio pero hacerlo sería ofender tu inteligencia”

Y es que señores ¿qué país en el mundo no tiene problemas? Aun teniendo el privilegio de vivir en Europa, formar parte de una comunidad imperfecta, es verdad, pero, al fin y al cabo un conjunto de naciones que han intentado ponerse de acuerdo en muchas cuestiones y, en algunas, deberemos reconocer que lo han conseguido; aunque ello suponga tener que afrontar situaciones como el actual brexit de los ingleses o desafíos como el de los comunistas griegos del señor Tsypras que, en un momento determinado, dio la sensación de que iban a trastabillar la propia cohesión de la UE. Pero se superó y hoy, los que tienen los problemas, son los de Syriza que no saben cómo convencer a sus votantes de que tienen que soportar las condiciones de “los capitalistas de la CE” para que no les exijan que paguen todo lo que deben a los bancos de la comunidad.

Luego, ha llegado el terrorismo islámico y nos ha enseñado que los métodos tradicionales de enfrentarse a los enemigos no eran los mismos que los que son necesarios para enfrentarse a esta nueva amenaza que nos llega de Oriente. Estamos en el mismo ojo del huracán, pero tenemos una ventaja sobre el resto de naciones europeas. Ellas no habían sufrido el terrorismo (salvo el caso de Belfast irlandés en el RU) y nosotros hemos estado padeciendo, durante año, el terrorismo más cruel y persistente de parte de los independentistas vascos de ETA. Pero hemos sabido acabar con él y hoy apenas queda algún resquicio de aquella banda criminal, a punto de entregar sus armas y, muy posiblemente, disolverse. Hubo políticos que pedían negociar con los terroristas; los había que hablaban de negociar y, de hecho, hubo algún señor de ERC que se ofreció para pedirle a ETA que no matara a catalanes ya que, según él, todos estaban en el mismo bando. Gracias a Dios, nuestra policía y nuestra Guardia Civil, les taparon la boca a los que querían rendirse y, con esfuerzo, con tesón y sin amilanarse por las monstruosidades perpetradas por los independentistas vascos, han conseguido acabar con ellos sin ceder un ápice en lo que la banda reclamaba.

España, señores, como ya es algo habitual, seguramente por el carácter indisciplinado del pueblo español y su afición para auto-infligirse daño cuando, precisamente, se encuentra en el momento mejor del desarrollo económico y social; ha reincidido, una vez más, en la torpeza de no valorar adecuadamente todas las ventajas que tenemos si nos comparamos con nuestros vecinos europeos. Empezando por el clima; la naturaleza; estos inigualables paisajes que nos encontramos en cualquiera de las regiones que queramos visitar; la simpatía y amabilidad de la gente ( que contrasta con la violencia, rabia, desatino y agresividad demostrada cuando se funden en muchedumbres, capaces de cometer los más execrables crímenes y destrozos); la variedad de nuestros productos, los avances de nuestras industrias; la espectacularidad de nuestras costas y el brillo impactante del astro Sol, gran colaborador del pueblo español en atraer a los millones de turistas que, todos los años, nos visitan y tanto contribuyen a mejorar nuestra economía.

Ha bastado que una panda de presuntos “expertos”, salidos de la universidad de los comunistas, la Complutense; convenientemente entrenados en Venezuela y financiados por el régimen corrupto del señor Maduro, vinieran para criticar el trabajo del gobierno del PP y recordar a los resentidos (que siempre los hay en cualquier país), que suelen coincidir con los desarraigados, los vagos, los falsos “intelectuales”, los actores, directores, teloneros y demás miembros de este variopinto conjunto de “la farándula”, siempre dispuestos a meter cizaña en su pretensión de querer imponer, al resto de la población, sus ideas laicas, su sistema de vida libre ( ¿ o será libertino?), su pretendida superioridad sobre el resto de los ciudadanos y su conocida aversión hacia los empresarios, industriales, banqueros, propietarios, militares y demás miembros de la sociedad que, para ellos, no hacen más que “condenar a los trabajadores a la pobreza y la miseria”; para que, toda la envidia que son capaces de atesorar, todo el resquemor que les queda a los pocos supervivientes de la Guerra Civil, y el rencor que los fracasados de la II República han sido capaces de trasmitir a las nuevas generaciones, se juntase para enfrentarse a la derecha y a la Constitución..

Todo ello, junto al fruto de la enseñanza en las ikastolas vascas y la impartida por la Generalitat en las escuelas públicas catalanas, donde ha quedado proscrito el idioma castellano; ha sido suficiente para que, toda la labor del PP (donde hay que reconocer que hubo grandes fallos por su falta de energía en el tema catalán y su incapacidad para poner orden en España, teniendo mayoría absoluta) para sacar a España del abismo en el que la había dejado el PSOE del señor Zapatero, quedara a punto de perderse, al tiempo que el panorama político español, descoyuntado por 5 millones de votantes que fueron a Podemos y la deriva hacia la izquierda extrema de un PSOE, en caída libre, para intentar sacarles votos a sus presuntos enemigos de la izquierda; en lugar de mantenerse en el puesto que les correspondía, en el centro izquierda; ha provocado que, esta España en la que se sigue viviendo bien y apuntaba a ir superando los restos de la crisis, si se seguía las orientaciones de Europa y la política económica propugnada por el actual gobierno de la nación; haya entrado, de nuevo, en una situación peligrosa, provocada por la oposición del Parlamento, que amenaza con la ingobernabilidad del país, si persisten los partidos de la oposición en cargarse todas las propuestas del Gobierno , como ha sucedido en el caso del decreto en el que se ponía en vigor una sentencia del tribunal Europeo, en la que se liberalizaba la contratación de los estibadores de los puertos nacionales. En caso de incumplimiento de dicha sentencia, España debería pagara, diariamente, 134.000 euros en concepto de multa.

En el 2007, cuando España todavía vivía de la inercia de la legislatura del señor Aznar y no se había declarado la crisis, el país ya había empezado a perder fuerza en manos del presidente Rodríguez Zapatero y su equipo de demolición, formado por ministros cuya única misión fue la desmantelar todo lo que habían hecho sus antecesores populares y sacarse leyes de la manga, como la Ley del Aborto, una ley que ha propiciado que, en este país, se produzcan más de 100.000 abortos anuales y, también, la Ley de Igualdad de la señora Aído, que dio lugar a muchas de las lacras morales y sociales que se han cebado en una parte importante de la juventud española desde que fue promulgada.

O así es como, señores, desde la óptica de un ciudadano de a pie, nos lamentamos de que, un país en donde se podía vivir maravillosamente, de hecho aún se vive bien a pesar de que algunos se esfuerzan en que, cada día se viva peor; por culpa de unos sujetos portadores de ideas anticuadas, de objetivos absurdos y de pretendidas posiciones igualitarias, es posible que, de seguir el rumbo que parece que intentan imprimir todos estos enemigos de la paz y de la solidaridad, no tardemos en ver despreciado todo el esfuerzo que se la ha exigido al pueblo español, para llegar a una situación en la que sea imposible mantener a nuestro país dentro de la CE y nos veamos precisados a abandonar la UE. Algo desastroso para los españoles.

Noticias relacionadas

Hoy quisiera invitarlos a reflexionar sobre un aspecto de la vida actual que parece extremadamente novedoso por sus avances agigantados en el mundo de la tecnología, pero cuyo planteo persiste desde Platón hasta nuestros días, a saber, la realidad virtual inmiscuida hasta el tuétano en nuestra cotidianidad y la posibilidad de que llegue el día en que no podamos distinguir entre "lo real" y "lo virtual".

Algo ocurre con la salud de las democracias en el mundo. Hasta hace pocas décadas, el prestigio de las democracias establecía límites políticos y éticos y articulaba las formas de convivencia entre estados y entre los propios sujetos. Reglas comunes que adquirían vigencia por imperio de lo consuetudinario y de los grandes edificios jurídicos y filosófico político y que se valoraban positivamente en todo el mundo, al que denominábamos presuntuosamente “libre”.

Pienso que habrá cada vez más Cat Cafés y no solamente cafeterías, cualquier ciudadano que tenga un negocio podría colaborar. Sólo le hace falta una habitación dedicada a los gatos. Es horrible en muchos países del planeta, el caso de los abandonos de animales, el trato hacia los toros, galgos… las que pasan algunos de ellos… Y sin embargo encuentro gente que se vuelca en ayudarles y llegan a tener un número grande de perros y gatos.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto