Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Cine
Etiquetas | Crítica de cine
Ana Rodríguez León

Happythankyoumoreplease

|

Dice poco a favor de los espectadores de Sundance que Happythankyoumoreplease se llevara el premio del público, porque, en muchos sentidos, el film dirigido por Josh Radnor representa el poco estimulante aire de autosatisfacción que ha ido acusando cierto cine “indie” (entre varios pares de comillas) en los últimos tiempos.

Little Miss Sunshine ya hizo progresos en la presentación en envoltorio disfuncional de dramas de corazón enclenque y poco progresista, a pesar de los taparrabos. El indie sundanciano está cada vez menos volado y más established. ¿Qué separa Happythankyoumoreplease de Sin Compromiso, que reseñábamos hace un par de semanas?

Pues quizás menos de lo quisiera la primera de ellas respecto a la segunda, porque otra cosa no, pero espíritu de voz generacional de los treintañeros culturetas neoyorkinos, a Josh Radnor no le falta. A los treinta, no hay que quedarse nunca corto en expectativas, o la muerte espiritual acecha.

Y las expectativas que propone la película tienen mucho que ver con el amor, la alegría y la felicidad, que dan la sensación de ser musts de los sujetos en crisis que abandonan, abismo mediante, la juventud. Haz lo que sea, parece susurrar a veces Happythankyoumoreplease, para ser feliz, porque lo agradable, lo que engloba en su campo semántico palabras como “please”, “thank you” y “happy, es lo que cuenta, at the end of the day.

No deja de tener razón en cierto sentido, pero algo en cómo se narra la historia, con qué personajes maravillosos lo hace y lo poco incisivo que resulta el director con ellos, hace el mensaje del film tremendamente aburrido, sosaina y trilladísimo. Y es una lástima, porque dramas oscuros y reconcentrados, los hay a patadas, pero películas capaces de representar con honestidad las partes más positivas de nuestra existencia, de esas, hay menos.

Quizás la autoayuda audiovisual que practica Happythankyoumoreplease necesita reformular un poco su candidez para resultarnos atractiva y veraz. Añadir a su receta “Indie” una pizca de mala leche y otra de estilo en la puesta en escena, para no tener la impresión de que en el lugar común en que reside su estética se reconcentra la naturaleza acomodada de la película.

Ello no evita que los sentimientos que desprenden los actores, todos ellos comprometidos con el film, circulen con cierta densidad muy viva, que el actor de Cómo conocí a vuestra madre parezca un atractivo treintañero proyecto de sex symbol y que algunas historias apunten arriba y con maneras. Tiene momentos, como se dice en las charlas posteriores al cine, tiene puntos, como se solía decir y espero que aún se diga, y tiene comas, añado, aunque no tenga muy claro por qué.

Pero, at the end of the day, de nuevo, la película queda lejos del ingenio corrosivo de las comedias de Allen o de las crisis de fibrilación de los personajes de P.T. Anderson, para proponerse como su reverso descafeinado y vaciado del sufrimiento incómodo de aquéllas. Es, quizás en el peor sentido, una película de nuestros tiempos. Una “voz generacional”, sí, pero tan poco crítica y tan obsesionada por el bienestar, que en realidad, y sin intención alguna por su parte, termina resultando inquietante.

Happythankyoumoreplease

Ana Rodríguez León
Ana Rodríguez
domingo, 24 de abril de 2011, 08:34 h (CET)
Dice poco a favor de los espectadores de Sundance que Happythankyoumoreplease se llevara el premio del público, porque, en muchos sentidos, el film dirigido por Josh Radnor representa el poco estimulante aire de autosatisfacción que ha ido acusando cierto cine “indie” (entre varios pares de comillas) en los últimos tiempos.

Little Miss Sunshine ya hizo progresos en la presentación en envoltorio disfuncional de dramas de corazón enclenque y poco progresista, a pesar de los taparrabos. El indie sundanciano está cada vez menos volado y más established. ¿Qué separa Happythankyoumoreplease de Sin Compromiso, que reseñábamos hace un par de semanas?

Pues quizás menos de lo quisiera la primera de ellas respecto a la segunda, porque otra cosa no, pero espíritu de voz generacional de los treintañeros culturetas neoyorkinos, a Josh Radnor no le falta. A los treinta, no hay que quedarse nunca corto en expectativas, o la muerte espiritual acecha.

Y las expectativas que propone la película tienen mucho que ver con el amor, la alegría y la felicidad, que dan la sensación de ser musts de los sujetos en crisis que abandonan, abismo mediante, la juventud. Haz lo que sea, parece susurrar a veces Happythankyoumoreplease, para ser feliz, porque lo agradable, lo que engloba en su campo semántico palabras como “please”, “thank you” y “happy, es lo que cuenta, at the end of the day.

No deja de tener razón en cierto sentido, pero algo en cómo se narra la historia, con qué personajes maravillosos lo hace y lo poco incisivo que resulta el director con ellos, hace el mensaje del film tremendamente aburrido, sosaina y trilladísimo. Y es una lástima, porque dramas oscuros y reconcentrados, los hay a patadas, pero películas capaces de representar con honestidad las partes más positivas de nuestra existencia, de esas, hay menos.

Quizás la autoayuda audiovisual que practica Happythankyoumoreplease necesita reformular un poco su candidez para resultarnos atractiva y veraz. Añadir a su receta “Indie” una pizca de mala leche y otra de estilo en la puesta en escena, para no tener la impresión de que en el lugar común en que reside su estética se reconcentra la naturaleza acomodada de la película.

Ello no evita que los sentimientos que desprenden los actores, todos ellos comprometidos con el film, circulen con cierta densidad muy viva, que el actor de Cómo conocí a vuestra madre parezca un atractivo treintañero proyecto de sex symbol y que algunas historias apunten arriba y con maneras. Tiene momentos, como se dice en las charlas posteriores al cine, tiene puntos, como se solía decir y espero que aún se diga, y tiene comas, añado, aunque no tenga muy claro por qué.

Pero, at the end of the day, de nuevo, la película queda lejos del ingenio corrosivo de las comedias de Allen o de las crisis de fibrilación de los personajes de P.T. Anderson, para proponerse como su reverso descafeinado y vaciado del sufrimiento incómodo de aquéllas. Es, quizás en el peor sentido, una película de nuestros tiempos. Una “voz generacional”, sí, pero tan poco crítica y tan obsesionada por el bienestar, que en realidad, y sin intención alguna por su parte, termina resultando inquietante.

Noticias relacionadas

Filmin estrena el próximo viernes 26 de abril, en exclusiva en España, el documental "Cinéma Laika", dirigido por el croata afincado en Francia Veljko Vidak. La película recorre el proceso de construcción del Kino Laika, una sala de cine construida en una antigua fábrica en Karkkila, un pueblo finlandés de apenas 9.000 habitantes.

La Universidad Europea Miguel de Cervantes (UEMC) de Valladolid lanza la tercera edición de SOCINE, el Festival Internacional UEMC de Cine Social Universitario, que en esta ocasión contará con nuevas categorías y premios. SOCINE, el primer festival de estas características que se celebra en España, amplía sus reconocimientos no solo a los cortometrajes, sino también a los integrantes de los equipos de filmación (mejor dirección, guion e interpretación).

La Academia de Cine pone en marcha Trascámara, programa educativo dirigido a estudiantes de 14 a 17 años de centros de Educación Secundaria y FP, que busca acercar a los jóvenes el cine como arte colectivo, despertar el interés por los distintos oficios y las artes que intervienen en su creación y mostrar el talento de nuestros técnicos y creadores. La institución continúa así su compromiso con la alfabetización audiovisual y la introducción del cine en las aulas.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto