La última final entre Real Madrid y Barcelona se saldó con victoria culé por 2-0. Guillermo Amor y Julio Salinas, propiciaron el fin de la época gloriosa de la Quinta del Buitre para dar paso a cuatro años teñidos de azulgrana, con cuatro Ligas seguidas y Copa de Europa incluida. Una final que supuso el fin de un reinado y el inicio de otro.
Manuel Monfort / SIGLO XXI
El Real Madrid llegaba a esa final como favorito para alzarse con la Copa del Rey. El conjunto entonces dirigido por Toshack había levantado cinco ligas seguidas, mientras que Cruyff se jugaba su puesto, tras dos temporadas sin ganar nada. El holandés salió victorioso y no sólo ganó la Copa del Rey, sino que también dio un golpe en la mesa que propició el inicio de una época gloriosa para todo el barcelonismo.
El partido fue dominado por el Barcelona y la expulsión de Hierro, al inicio del segundo tiempo, allanó el camino hacia la victoria. Amor y Julio Salinas firmaron un punto de inflexión que dio paso a una época gloriosa en Can Barça después de cinco años de reinado blanco.
La última final entre Real Madrid y Barcelona se saldó con victoria culé por 2-0. Guillermo Amor y Julio Salinas, propiciaron el fin de la época gloriosa de la Quinta del Buitre para dar paso a cuatro años teñidos de azulgrana, con cuatro Ligas seguidas y Copa de Europa incluida. Una final que supuso el fin de un reinado y el inicio de otro.
Manuel Monfort / SIGLO XXI
El Real Madrid llegaba a esa final como favorito para alzarse con la Copa del Rey. El conjunto entonces dirigido por Toshack había levantado cinco ligas seguidas, mientras que Cruyff se jugaba su puesto, tras dos temporadas sin ganar nada. El holandés salió victorioso y no sólo ganó la Copa del Rey, sino que también dio un golpe en la mesa que propició el inicio de una época gloriosa para todo el barcelonismo.
El partido fue dominado por el Barcelona y la expulsión de Hierro, al inicio del segundo tiempo, allanó el camino hacia la victoria. Amor y Julio Salinas firmaron un punto de inflexión que dio paso a una época gloriosa en Can Barça después de cinco años de reinado blanco.
La gabarra "Athletic" está feliz, puesto que por fin verá finalizada su inactividad de tanto tiempo. Todo ello porque los bilbaínos pusieron fin a su maldición de cuarenta años sin ser campeones de la Copa del Rey, con seis finales perdidas, cinco en los últimos 15 años. El equipo de Valverde debió esperar a la tanda de penaltis para vencer a un combativo Mallorca y alcanzar la gloria, pero esta Copa, "su" Copa más deseada, por fin podrá lucirla ante su gente por la ría de Bilbao.
Una Copa para el Madrid, la 20ª de su historia; una Copa para Rodrygo Goes, MVP y autor de los dos goles que vuelven a dar el título copero a los blancos, nueve años después de aquel recordado triunfo en Mestalla frente al Barça. Y, a la vez, un subcampeonato, el segundo de su historia, con honores de campeón para Osasuna.
El Real Betis Balompié es el campeón de la Copa del Rey. El equipo verdiblanco, en su ciudad, delante de su gente que lo sigue sin rechistar, ha salido victorioso por tercera vez después de una nueva final épica, como todas las que disputa, y en la que un rival tan sumamente digno como el Valencia y que ha merecido la Copa tanto como él solo ha claudicado en la cruel tanda de penaltis.
