Con la aprobación de la Ley por las Libertades y contra el Terrorismo, éste estaba en franco retroceso. ETA tenía bloqueadas las cuentas bancarias, se sabía vigilada y controlada; es decir, empezaba a dar coletazos de inanición. El último Gobierno Aznar consiguió asestar a la banda asesina el mayor golpe de su Historia, aunque todavía no era para cantar victoria.
Lo que no se sabía es que mientras se tramitaba la ley aludida, los socialistas de Zapatero negociaban con ETA y empezaban a preparar la trama de cara a las elecciones generales.
Esas elecciones donde se atropelló la democracia, se ninguneó el contenido del día de reflexión, se acusó de indignidad al Gobierno y el propio Rubalcaba atentó contra la digna lid de los partidos (sin duda recibirá su ‘recompensa’ en breve). Al final se demostró que el Gobierno no mentía y que la trama venía siendo orquestada desde tiempo atrás por quienes hoy pretenden seguir engañando y esquilmando a la ciudadanía. Pero esto último solo se entiende tras los acontecimientos de estos últimos meses y la lectura reflexiva de la obra de Ignacio F. Candela: “La afilada navaja de Ockham II”.
Y ahí llegamos. No faltan quienes se echan las manos a la cabeza ante acontecimientos hipócritas y frustrantes como el hecho de reconocer a Eguiguren su lucha por la paz, cuando de todos es sabido que no le importó poner de rodillas al Estado de Derecho o comprar coja y soltera la burra de los terroristas, con el único objetivo de salir en los papeles y borrar su imagen de maltratador de género, condena incluida. Bien es verdad que no solo Eguiguren hizo el ridículo ante ETA, pues también hubo otros “sabios” dispuestos a todo con tal de salvar su imagen. Lo que sí consiguieron fue que la imagen socialista se degradara hasta el ridículo y que quedara patente la mentira y el fraude permanente que ha acompañado a los Gobiernos de Rodríguez Zapatero en estos siete años, hoy un simple ‘Vendeburras’ para el pueblo, además de un gafe inconsciente, un mal gobernante y una rémora para el futuro cercano.
Esa resurrección de ETA ha llevado a que ayer la coalición formada por Eusko Alkartasuna, abertzales independientes y Alternatiba, presentara cerca de 300 candidaturas electorales en el País Vasco y Navarra. Esas candidaturas están marcadas pero si cuela alguna, ETA habrá conseguido mofarse una vez más del Estado de Derecho y lograr la financiación que precisa para seguir matando, extorsionando y echando pulsos a la democracia. Ah, y que no vengan contando milongas respecto a que ahora es cuando más detenciones de etarras se están llevando a cabo, porque eso ya no cuela; también es cuando más presos con delitos de sangre están saliendo a la calle, en forma de permisos puntuales o liberados de condenas. ¡Ya está bien de mentiras y de patrañas! A todo esto,…. el faisán sigue volando y su presidente haciendo daño a la economía en particular y al Estado en general.
Si a todo ello unimos el espectáculo que, en las próximas semanas, van a dar el Constitucional y el Supremo, no hay duda que tendremos unos días moviditos. Ya verán como lo que uno dice blanco, el otro lo escribe negro y ETA acaba comiendo de los presupuestos generales del Estado. Pero ya estamos acostumbrados. Tal vez una limpieza judicial, un esforzado rejuvenecimiento y un mayor grado de seriedad podría traernos más eficacia, aunque, claro, no tendríamos el circo y la mofa permanente que tenemos ahora.
