Vamos a quedar saturados, superados, exhaustos… de tantas emociones, nervios y celebraciones. Cuatro clásicos en menos de tres semanas son muchos y se nos van a hacer ‘molto longo’. Por eso, como aún acabamos de pasar sólo el primero, el menos interesante (el de una Liga ya sentenciada desde hace semanas), y estamos en vísperas del más trascendente, porque significa un título (una Copa del Rey que ha recuperado toda su merecida dignidad) y un golpe anímico de cara a los duelos de Champions, intento abstraerme con todos aquellos detalles que nos deja el deporte al margen de estos duelos del siglo.
No hablaré de clásicos pero, sin perder de vista el Real Madrid, me ha llegado una noticia (aún oficiosa) que tiene a José Mourinho de muy buen humor. Para el portugués es una victoria personal y para el club, una nueva etapa que ya se venía barruntando por necesaria e irremediable. Jorge Valdano abandonará la nave vikinga en las próximas semanas. Cumplida la mitad de la presidencia de Florentino Pérez, el argentino dejará de ser el director general porque se ha dado cuenta de que es mejor irse a que le echen, porque sus decisiones siempre han sido muy discutidas y porque ha perdido la batalla con Mourinho. ¿Y quién le relevará? Parecía que el candidato mejor posicionado era Fernando Hierro tras su anuncio de que no seguirá en la RFEF. Sin embargo, ‘the special one’ también ha logrado imponer su criterio en la sucesión: será Zinedine Zidane.
No hablaré de clásicos. Sí de uno que disputó muchos, muchísimos, y que será recordado por mandar callar al Camp Nou. Raúl, donde va, triunfa. El ídolo madridista es ya también idolatrado por la afición del Schalke. Corre como el que más, se está hinchando a marcar goles, sigue superando records y se divierte. En Alemania goza del reconocimiento unánime que en España algunos le siguen negando sistemáticamente (¡qué mala es la envidia!) y, así, el eterno ‘7’ mantiene una sonrisa continua. Su secreto, mil veces analizado, es simple: sin ser el mejor en todo, es el mejor de su clase. Porque a su talento suma trabajo, mucho trabajo; y entusiasmo, lucha y pasión. Si el criterio para la selección es convocar a los que mejor están en el momento de hacer la lista, no cabe duda de que Raúl, ‘el Ferrari’ como le bautizó Hierro, lleva meses haciendo más méritos que otros… como Torres.
No hablaré de clásicos, aunque se ha convertido en una cita anual ver a Nadal conquistando el torneo de Montecarlo. Ya era hora de que el número 1 del mundo volviera a imponer su ley. A estas alturas, es su primer título del año, lo que queda entre la anécdota y lo extraño. Hemos tenido que esperar a la llegada de la tierra batida para verle morder un trofeo. Su misión ahora es mantener esa nueva inercia positiva ante semanas decisivas en suelo español, primero en el Godó y después en Madrid, antes de Roland Garros. Además, será el momento de comprobar cómo se defiende Djokovic en esta nueva etapa del curso. Por otra parte, ¿qué tiene Verdasco en la cabeza? De momento, “de todo menos caspa” y mentalidad ganadora; está quedando eliminado en las primeras rondas y le estoy viendo más en yates de fiesta con Feliciano que en las pistas. Espero una reacción porque le costó mucho subir y sería una pena que desperdiciara tanto esfuerzo; y de Feli, mejor ni hablamos. Menos mal que nos queda David Ferrer para mantener las buenas noticias en la Armada española.
Y termino sin hablar de clásicos. Si antes comentaba que el ‘Ferrari’ Raúl va a toda velocidad, el Ferrari de Fernando Alonso parece que no pasa de los 110 km./hora a los que ahora estamos sometidos el resto de españoles. Si la escudería italiana pretende hacer como el año pasado, quedar rezagada para intentar remontar sólo al final del año, le está saliendo el plan al pie de la letra. Así, Alonso ni está ni se le espera…
