Los tres puntos obtenidos en Balaídos se revalorizaron cuando la suma de ellos suponía la entrada del Valladolid, de nuevo, en los puestos de promoción de ascenso. Pese a la larga travesía -más de cuatro meses después- los pucelanos ya pueden aspirar a algo más que mantener la categoría.

Óscar González se ha convertido en un hombre fijo en el once de Abel (nortecastilla.es)

Hace dos meses, el vagar por la zona media-baja de la tabla sin rumbo fijo dio pie a más de un comentario que estipulaba una posible caída al infierno de la 2ºB. Y no era para menos pues, los codeos con el descenso comenzaron a ser constantes, hasta que, el 12 de febrero en el Nuevo Colombino, Abel revolucionó el once titular con los menos habituales.

Desde entonces el conjunto pucelano ha ido escalando puestos gracias a la buena dinámica labrada. Solo las lesiones y sanciones han obligado al técnico blanquivioleta a cambiar un once ya muy distinguido para la afición que ha transformado el juego en una recreación ordenada con la que despliega en cada partido sus grandes dosis de ambición.

Con paso firme, ha en rachado una dinámica favorable y ha espantado a la tan comentada ‘ansiedad’ de la que Abel alardeaba tras cualquier fallido partido. La mejor cara del Pucela se hace eco y muestra la avidez con la que ha perfilado 23 puntos de 30 posibles en las últimas diez jornadas, unas estadísticas que corroboran la increíble segunda vuelta.

No hubiera sido posible la entrada en los play off si sus seguidores no hubieran errado en sus encuentros. La mayor estocada se la llevó el Cartagena, pero no fue tras el tropiezo del Girona al término de la jornada cuando el Valladolid se afianzó en la zona noble donde podrá seguir de lleno la pelea.

Ante el Celta, el equipo supo ejercer la presión necesaria para ahogar al rival en uno de sus peores momentos. Se colocó perfecto en el partido y alegó la casta y el orgullo que últimamente utiliza como punto fuerte, demostrando, tras el empate, que la actitud no había decaído, recuperó la posesión y resolvió el juego poco después de encajar el gol.

La victoria llegó a merced de un gran remate de Óscar al que nada pudo hacer Falcón. El mediapunta se apuntó un nuevo tanto con el que acrecienta su mejor versión esta temporada. Ahora, es un indiscutible en los planes de Abel gracias a la recuperación anímica que ha experimentado.

Progresivamente, ha ido prosperando como jugador a lo largo de la Liga hasta tal punto, que se ha convertido en una pieza trascendental en la conformación del puzle blanquivioleta. Su calidad y grandes aptitudes se rigen por la disposición de un gran jugador que al principio no convenció.

Atrás quedan las veleidades y la voluntad antojadiza de un equipo que asustó a mitad de temporada con la mala dinámica. Ahora, es el rictus de codicia quien se ha adueñado de un conjunto en su mejor momento del que se espera que siga su curso lógico para seguir soñando con la posibilidad de ascenso.