Durante mi estancia docente esta semana en Dinamarca he tenido la oportunidad de descubrir la cultura escandinava desde un punto de vista más cercano. Paseos en bicicleta, charlas con nativos sobre el sistema educativo y las costumbres del país y mis recurrentes visitas al corazón de la Copenhague profunda me han ayudado a conseguirlo.

Escribo estas líneas tan sólo unas horas después de haber vuelto de visitar la escuela de cine de Dinamarca o de presentar mis respetos a la cinematografía autóctona en la filmoteca nacional. Su producción no es muy numerosa, algo lógico teniendo en cuenta que tan sólo 5 millones y medio de habitantes viven aquí. Pero sus talentos son muchos, pese a que sólo transciendan nombres como Lars Von Trier, Thomas Vinterberg o Lone Scherfig.

Permítanme entonces, a través de una rudimentaria asociación de ideas, vincular Dinamarca con el resto de Escandinavia, dando paso a la religión, creencias y leyendas de la mitología nórdica, gran fuente de creatividad.

De este modo nos situaremos en un imaginario compartido por los pueblos germanos septentrionales y dentro de la cual, existía una ciudad rodeada por una muralla incompleta donde vivían los Æsir, de cuya historia uno puede sacar algunas conclusiones relacionadas con el comportamiento y manera de ser de estos pueblos del norte. A grandes rasgos y salvando las diferencias entre versiones y posibles errores que esta generalidad pueda acometer, Thor es el nombre de uno de los hijos de Odín, heredero al trono, y figura en la que se basó Marvel para crear a uno de los personajes que más perduran.

‘Thor’, que en principio debía estrenarse esta semana, lo hará el a finales de éste mes (una semana antes que en Estados Unidos). Una película de superhéroes dirigida por Kenneth Branagh es, cuanto menos, un buen reclamo para ir al cine. ¿Tal vez nos prepara una interpretación shakesperiana de la historia del heredero del trono de Asgard? De momento se ha publicado un segundo tráiler en el que los efectos especiales no me acaban de convencer demasiado.

Todo esto ocurre cuando ‘The Avengers’ está en pleno rodaje. Reclutando a todos aquellos que tuvieron una exitosa película en solitario, la nueva apuesta por unos nuevos ‘X-Men’ pretende ser un filón comercial que haga que las arcas de la Marvel vuelvan a brillar como en sus años gloriosos. Por consiguiente, Chris Hemsworth repite papel como Thor, acompañado de Robert Downey Jr. (Iron Man), Scarlett Johansson (la Viuda Negra), Samuel L. Jackson (Nick Furia), Mark Ruffalo (Hulk), Chris Evans (Capitán América) y Jeremy Renner (Ojo de Halcón) entre otros, materializándose como una continuación de la película del primero. Loki, el hermano de Thor, será combatido por una alianza de superhéroes en esta película que se estrenará el año próximo bajo la dirección de Joss Whedon, creador de series como ‘Buffy Cazavampiros’, ‘Angel’, ‘Firefly’ o ‘Dollhouse’, y que ya hizo sus pinitos en éste mundo de súper-poderes y mallas ajustadas con la excelente mini-serie ‘Dr.Horrible’s Sing-Along Blog’ en 2008. Entre el reparto muchas caras conocidas, Neil Patrick Harris (‘Cómo conocí a vuestra madre’), Nathan Fillion (‘Castle’), Felicia Day (‘The Guild’) y Simon Helberg (‘The Big Bang Theory’).



Precisamente la propia Felicia Day, que ha demostrado ser una ‘freak’ por encima de otras cosas, está detrás de una mini-serie llamada ‘Dragon Age: Redemption’, basada en el universo del videojuego del mismo nombre creado por Bioware. Se espera su estreno para este verano y poquito se puede ver en el tráiler que acompaña a este texto sobre la calidad que tendrá la misma (aunque espero que sufra una notable mejora que la deje a la altura, al menos, de la versión cinematográfica de ‘Assassins Creed’), y que esperamos con impaciencia. Ójala esto sirva para que la compañía de videojuegos absorbida por Electronic Arts sea más proclive a esta clase de iniciativas, demostrando que no en vano, sus productos transmediales son de los más atractivos del mercado. Un ‘Dragon Age’ sin un modo multijugador, sin servidores donde los jugadores den rienda suelta a su propia imaginación, interactuando y creando, dentro de un hilo conductor que no es otro que la historia central del juego, tal y como lo aprovechó su hermano menor ‘Neverwinter Nights’, es un desperdicio.