Uno de los baluartes del Nàstic de Tarragona será baja durante los próximos cuatro partidos. O perdón, mejor dicho, cuatro finales. Fernando Morán se lesionó ante el Tenerife, tuvo que ser sustituido a la media hora por Álvaro Rey los peores pronósticos se confirmaron el lunes: deberá estar entre algodones un mes. Traducido, que Oliva pierde a su cerebro en la medular, el guía que suele mostrar el camino al gol.
Por lo pronto el que es uno de los capitanes del equipo se perderá, salvo recuperación milagrosa, los choques ante Elche, Huesca, Alcorcón y Villarreal B. Si se cumplen los plazos de recuperación, el jugador, clave en el esquema y tercer futbolista de la plantilla que más minutos acumula tras el guardameta Rubén Pérez y el centrocampista Seoane, no estará hasta el próximo mes de mayo. La culpa la tiene una lesión fibrilar en el aductor de su muslo izquierdo, lo que obligará a Oliva a encontrarle, y cuanto antes, un sustituto.
Morán, baja durante un mes. (www.gimnasticdetarragona.cat)
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No será por candidatos. El sábado, ante el Tenerife, y en un partido que en el que se pudo haber ganado tranquilamente, el técnico ilerdense apostó por dar entrada a Álvaro Rey, que escorado en el flanco derecho volvió loca a la defensa chicharrera. Hay otras opciones, como la de Gerardo o, simplemente, apostar por una punta de ataque formada por dos delanteros. Si fuese así, una de las proposiciones personales del arriba firmante sería incluir en el once a Albert Virgili, el último fichaje grana que al fin jugó sus primeros minutos con el Nàstic.
Virgili, como muchos sabréis, tiene una historia muy particular. Porque que te digan que han ascendido a un futbolista del filial es algo bastante común. Lo que no lo es tanto es que éste tenga 28 años. Pero son las vueltas del fútbol y éste, en ocasiones, da segundas oportunidades. Virgili se estrenó con el primer equipo hace diez años, pero tuvo que emigrar por diferentes clubes, pasando por Hong Kong inclusive, antes de su regreso a la Pobla, filial grana. La baja de Viguera y la necesidad de hacerse con un goleador hicieron que la directiva lo recuperara para el tramo final de temporada. Y ante el Tenerife, a punto estuvo de marcar en la última jugada del choque, pero una salvadora manopla de Aragoneses lo evitó.
Pese al gol no marcado, el empate y los resultados de los rivales más directos hicieron que la ventaja de tres puntos se ampliara a cuatro. O lo que es lo mismo, todavía existe margen de error. Pero se avecinan dos partidos lejos de casa, el talón de Aquiles de los tarraconenses, y se teme que sea a domicilio cuando se escapen las posibilidades de asentarse y, por qué no, escalar en la clasificación. Esta semana toca Elche, la próxima Alcorcón. Dos rivales muy peligrosos, más o menos como todos los que quedan de aquí y a que se baje el telón de la Liga Adelante, pero a los que con sacar tres puntos sería suficiente viendo las dificultades que se tienen lejos del Nou Estadi. Sin Morán, pero con un Virgili rebosante de ilusión.