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Antonio Pérez Omister

Celebrando la invasión musulmana

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En un inoportuno acto promovido por el Instituto Militar de Virginia, Jorge Dezcallar, embajador de España en Washington, festejó la ocupación árabe de la península Ibérica en Lexington, que fue escenario el pasado fin de semana de unas presuntas jornadas “culturales” en las que se conmemoraba la invasión musulmana del 711. En la inauguración del evento sólo estuvieron presentes los embajadores de Marruecos y de España.

En el panfleto de presentación de estas jornadas tituladas “East meets West” se presentaba la invasión de los mahometanos como el amoroso encuentro entre las culturas oriental y occidental, y el comienzo de una época idílica en la que musulmanes, cristianos y judíos, convivieron durante ocho siglos en España en un bucólico modelo de tolerancia. Nada más falso y alejado de la verdad.

Jorge Dezcallar era el jefe del CNI cuando se produjeron los terribles atentados del 11 de marzo de 2004, perpetrados por terroristas marroquíes, de los que se sospecha que pudiesen pertenecer a los servicios secretos de Mohamed VI. Así que, lo menos que podría hacer este señor, del que se supone que representa los intereses de España en Washington, es abstenerse de participar en semejantes mascaradas que encomian la invasión de nuestro país por unas hordas de salvajes de las que nos llevó ocho largos siglos deshacernos.

Asimismo, viendo el desolador panorama en los países del norte de África, y teniendo en cuenta que para muchos españoles Mohamed VI no es mejor que el coronel Gadafi, ¿puede alguien lamentar que hoy seamos un país cristiano, en vez de ser un país musulmán incrustado en el sur de Europa?

En cuanto a los norteamericanos, si quieren conocer algo de la historia de España, harían bien empezando por saber que tres cuartas partes de su nación fueron territorios españoles, y que la intervención de Carlos III en el conflicto de su guerra de Independencia, fue crucial para que en 1783 se firmase en París el tratado de paz por el que las Trece Colonias se emanciparon de Gran Bretaña.

Ya sabemos que el sultán de Marruecos fue uno de los primeros en reconocer la independencia de los Estados Unidos, pero ésta jamás se habría producido de no ser por la intervención de Francia y España contra Gran Bretaña en la guerra.

Sobre las bondades del islam, podrían preguntarles a muchos países del este de Europa, que no lograron sacudirse el yugo turco hasta el siglo XIX, qué opinan del asunto. Para empezar, podrían preguntárselo a los armenios, suponiendo que quede alguno con vida. Fueron masacrados entre 1915-1922 en el que fue el mayor genocidio de la Historia, hasta el Holocausto. Los armenios fueron exterminados por ser una de las comunidades cristianas más antiguas.

Puesto que el organizador del evento era una academia militar, tal vez les interesase saber que, mientras los cruzados franceses, alemanes e ingleses, eran derrotados en Tierra Santa, y perdían Jerusalén, una nueva invasión musulmana de Europa fue detenida por los españoles en la batalla de Las Navas de Tolosa en 1212, y que el avance turco sobre el Mediterráneo fue aplastado por la Armada comandada por don Juan de Austria en Lepanto en 1571.

Déjennos de islam y, sobre todo, ¡déjennos de Marruecos! Respeten nuestra indignación contra los perpetradores de las masacres del 11-M, como nosotros respetamos el suyo contra los terroristas del 11-S.

Celebrando la invasión musulmana

Antonio Pérez Omister
Antonio Pérez Omister
lunes, 4 de abril de 2011, 07:16 h (CET)
En un inoportuno acto promovido por el Instituto Militar de Virginia, Jorge Dezcallar, embajador de España en Washington, festejó la ocupación árabe de la península Ibérica en Lexington, que fue escenario el pasado fin de semana de unas presuntas jornadas “culturales” en las que se conmemoraba la invasión musulmana del 711. En la inauguración del evento sólo estuvieron presentes los embajadores de Marruecos y de España.

En el panfleto de presentación de estas jornadas tituladas “East meets West” se presentaba la invasión de los mahometanos como el amoroso encuentro entre las culturas oriental y occidental, y el comienzo de una época idílica en la que musulmanes, cristianos y judíos, convivieron durante ocho siglos en España en un bucólico modelo de tolerancia. Nada más falso y alejado de la verdad.

Jorge Dezcallar era el jefe del CNI cuando se produjeron los terribles atentados del 11 de marzo de 2004, perpetrados por terroristas marroquíes, de los que se sospecha que pudiesen pertenecer a los servicios secretos de Mohamed VI. Así que, lo menos que podría hacer este señor, del que se supone que representa los intereses de España en Washington, es abstenerse de participar en semejantes mascaradas que encomian la invasión de nuestro país por unas hordas de salvajes de las que nos llevó ocho largos siglos deshacernos.

Asimismo, viendo el desolador panorama en los países del norte de África, y teniendo en cuenta que para muchos españoles Mohamed VI no es mejor que el coronel Gadafi, ¿puede alguien lamentar que hoy seamos un país cristiano, en vez de ser un país musulmán incrustado en el sur de Europa?

En cuanto a los norteamericanos, si quieren conocer algo de la historia de España, harían bien empezando por saber que tres cuartas partes de su nación fueron territorios españoles, y que la intervención de Carlos III en el conflicto de su guerra de Independencia, fue crucial para que en 1783 se firmase en París el tratado de paz por el que las Trece Colonias se emanciparon de Gran Bretaña.

Ya sabemos que el sultán de Marruecos fue uno de los primeros en reconocer la independencia de los Estados Unidos, pero ésta jamás se habría producido de no ser por la intervención de Francia y España contra Gran Bretaña en la guerra.

Sobre las bondades del islam, podrían preguntarles a muchos países del este de Europa, que no lograron sacudirse el yugo turco hasta el siglo XIX, qué opinan del asunto. Para empezar, podrían preguntárselo a los armenios, suponiendo que quede alguno con vida. Fueron masacrados entre 1915-1922 en el que fue el mayor genocidio de la Historia, hasta el Holocausto. Los armenios fueron exterminados por ser una de las comunidades cristianas más antiguas.

Puesto que el organizador del evento era una academia militar, tal vez les interesase saber que, mientras los cruzados franceses, alemanes e ingleses, eran derrotados en Tierra Santa, y perdían Jerusalén, una nueva invasión musulmana de Europa fue detenida por los españoles en la batalla de Las Navas de Tolosa en 1212, y que el avance turco sobre el Mediterráneo fue aplastado por la Armada comandada por don Juan de Austria en Lepanto en 1571.

Déjennos de islam y, sobre todo, ¡déjennos de Marruecos! Respeten nuestra indignación contra los perpetradores de las masacres del 11-M, como nosotros respetamos el suyo contra los terroristas del 11-S.

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