La derrota ante el Levante reabre el debate sobre el descenso inexorable del Málaga a Segunda División.
La falta de actitud e indolencia del equipo en Valencia hace desaparecer de un plumazo la confianza hacia el equipo a pesar de que resten ocho jornadas. Un equipo que se está jugando la vida para no descender no puede permitir perder de la manera que cayó el equipo en el Ciudad de Valencia.
La mala imagen ofrecida por los de Pellegrini en el último encuentro frena en seco la buena racha de los malagueños en el campeonato tras las dos victorias consecutivas. Este no es el camino. Margen de maniobra hay para variar de nuevo el rumbo pero no se pueden permitir más tropiezos. No hay más.
El Málaga depende de sí mismo para mantenerse con vida o caer en el abismo ya que disputa dos partidos cruciales en su feudo las dos próximas jornadas. Recibirá al Deportivo y Mallorca, respectivamente. Dos finales. La afición como todo el año ha hecho seguirá llenando el estadio pero los jugadores dictarán sentencia. La palabra final puede resultar reiterativa pero es la cruda realidad. Jornada tras jornada suena el mismo hilo musical por Martiricos pero los resultados no permiten otro cambio. La victoria es el camino y la respuesta.
No hubo talismán. Esta vez no valió la presencia de Ghubn ni la de Baptista. El brasileño que regresaba de Brasil tras cumplir con los plazos previstos en su proceso de recuperación de la lesión, viajó con el resto de la expedición blanquiazul pero su presencia no sirvió como talismán.
Se espera que Baptista sea la pieza clave para ayudar al equipo a salir de los puestos de descenso en esta recta final de la temporada. Más de un mes lleva el jugador de Sao Paulo recuperándose en tierras brasileñas para tratarse tras la operación de menisco que tuvo lugar en febrero. El brasileño volverá esta semana a entrenarse con sus compañeros y en función de cómo evolucione puede que se recupere para los próximos partidos, es bastante improbable que esté listo para el Deportivo, casi con total seguridad ante el Mallorca.