Sportingazo. Asturianazo. Preciadazo. Como quieran llamarlo. Anoche el Sporting de Gijón consiguió no sólo romper la racha de Mourinho en casa tras nueve años, sino lanzar un aviso para navegantes en el futuro del equipo blanco. Es cierto que los merengues no marchaban vivos en tres competiciones a estas alturas desde hace mucho, pero la temporada blanca pende de un hilo y puede desquebrajarse en las próximas fechas.

La hazaña sportinguista deja al descubierto no sólo las carencias de un equipo que depende de Xabi Alonso para respirar, sino el peligro que supone disponer de una bomba de relojería al frente a la maquinaria blanca como Mourinho. Los asturianos mostraron este sábado que nadie puede poner en duda la profesionalidad de un equipo y se dedicaron a callar al luso donde mejor podían hacerlo, sobre el césped.

Allá por noviembre, Preciado no se mordió la lengua ante el ataque a sus jugadores y contestó con un contundente “al que escupe para arriba al final le cae”. Pues bien, han pasado algo más de cuatro meses y el tiempo ha dado la razón al técnico cántabro que ha dejado en evidencia al portugués donde más duele, en su propia casa.

Además, la derrota de los merengues se vio redimensionada por el triunfo del Barça en Villarreal. A Mou le han salido rana los intentos por desestabilizar a los azulgranas y empieza a dar por pérdida una de las tres competiciones por las que fue contratado. Con peores registros que Pellegrini por cierto, y encima incendiando a muchos al afirmar que nada sucede por no visitar a Cibeles próximamente.

El Sporting de Gijón demostró anoche que en el fútbol, como en la vida, el tiempo pone a cada uno en su lugar. Mourinho parece disputar una partida de póker desde que ocupa el banquillo madridista. La prepotencia con la que subía su oferta a cada mano podía hacerle eterno en caso de victoria pero las cartas empiezan a descubrirse y a falta de dos meses de competición sitúan al Barça en el camino del trébol. Colorín colorado este Liga se ha acabado. Y pensar que estuvimos a punto de quedarnos sin jornada….