Laso renovó por dos temporadas más su contrato con el conjunto donostiarra mientras Tskitishvili llegó a un acuerdo con el club para rescindir su contrato
En el conjunto donostiarra llevan una semana que no saben qué hacer. Primero fue el jueves pasado, con sorpresa, renovando a Pablo Laso por dos años más. Digo sorpresa, porque a pesar de que era ya una renovación anteriormente pactada, no se debería de salir a la opinión pública hasta que el equipo consiguiese la permanencia.
Primero fue Diario Vasco, quién dio la noticia, siguiendo con una nota de prensa del club donostiarra, citando a todos los medios para el viernes, donde el presidente Ramoneda y el mismo Laso, ofrecerían una rueda de prensa para ofrecer sus sensaciones.
«Agradezco, por supuesto, la confianza del club en mi trabajo. Al final, en el aspecto deportivo, soy el que lidera un poco la nave, pero creo que hay un gran grupo de gente detrás; directiva, patrocinadores, por supuesto ayudantes míos, jugadores, que son los que hacen que este club siga creciendo» así afirmaba Laso su alegría por haber prorrogado su contrato con los donostiarras.
Por otra parte, el club anuncio ayer, martes, que acaba de llegar a un acuerdo con Tskitishvili para rescindir mutuamente su contrato que les unía hasta final de temporada. Casualidad o no, cuando uno renueva el otro se va. Es verdad que aunque nadie aclarará sobre lo que ha sucedido, el desentendimiento entre el entrenador y el georgiano ha sido claro. Desde inicio de temporada no se entienden, aunque el georgiano tenía minutos no los aprovechaba hasta que Pablo dejo de creer en él. Últimamente ya no entraba en la rotación, era más fácil que Panko jugase de interior que lo hiciese el georgiano.
Ahora los problemas los tendrá Laso, que cuenta con sólo tres jugadores interiores y de ellos uno no anda muy fino (Koné) y los otros dos dependen muchos de las faltas (Miralles y Doblas).