…sacan a mayo florido y hermoso. Así reza el refrán y así espera el celtismo que suceda tras una racha de resultados lamentable. En las Rías Baixas confían en que las lluvias primaverales se lleven unos augurios cada vez más pesimistas ¡Qué desastre! No se puede definir con otras palabras este marzo infernal para el club gallego. De quince punto posibles, el Celta ha conseguido arañar tan solo uno en el, a priori, encuentro más difícil del nefasto tercer mes del año. El empate en Granada, no obstante, no logra esconder la debacle viguesa, ratificada con la tercera derrota consecutiva en su propio estadio.
Caras largas en los jugadores celtiñas. Contra la depresión, ponga un Betis en su calendario (celtavigo.net)
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El varapalo recibido ante el Recreativo ha dejado sin argumentos a un equipo que ha perdido fuelle de manera preocupante. En plena dinámica negativa,
ni siquiera los experimentos de Herrera consiguen devolver la buena cara a un conjunto sin acierto de cara al gol. La inclusión de Bustos como lateral derecho, ante la sorpresa general, asfaltó una autopista de cinco carriles para un Aarón que voló para iniciar la jugada del primer tanto andaluz.
Incomprensible también el comportamiento del capitán celtiña.
Ismael Falcón ensució su brazalete con la jugada tonta de la temporada. Codazo a Villar en el peor momento y su club con diez durante toda la segunda parte. Inaceptable. ¿Se notan los nervios en casa Celta? ¿Sufre el equipo mal de altura?
En realidad, a poco que cojamos perspectiva, podemos observar cómo
en la primera vuelta el conjunto de Herrera sufrió un bache similar al actual. Fueron también cinco encuentros sin conseguir la victoria, desde el empate contra el Villarreal B hasta la derrota en Pucela. La gran diferencia es que el equipo solventó la papeleta agarrándose al manual de la categoría: cuatro empates y cuatro puntitos. Es cierto que esto significa solo una victoria de diferencia respecto a la racha actual. Pero escuche: a uno del Betis y a tres del Rayo. Así sonaría todo muy distinto, ¿verdad?
El Villamarín se ha convertido ahora en el juicio más complicado para decidir el futuro vigués. Los de arriba se escapan a una velocidad de vértigo, y una nueva derrota estiraría tanto el colchón que el equipo pasaría a mirar más hacia los perseguidores que a los perseguidos.
No olvidemos, de todas formas, que más allá del encuentro en Sevilla,
el punto negro de este Celta está en Balaídos. El club recae en su miedo escénico de años anteriores, sumando hasta diez puntos menos como local que sus grandes rivales por el ascenso. Por Vigo pasarán todavía Cartagena, Elche o el mismo Rayo, entre otros. ‘Sweet Home Balaídos’ o nuevo año en Segunda. No hay más alternativas.