Afortunadamente, por primera vez en el 2010 se produjo una fuerte moderación de los salarios. El motivo determinante fue la situación crítica del mercado laboral. Bien es cierto que el acuerdo en 2010 entre C.E.O.E-SINDICATOS para el periodo 2010-2012 tuvo enorme importancia en que se produjera dicho efecto, aunque en mi opinión la C.E.O.E peco en dicha negociación de demasiado generosa.
Si comparamos solo los costes salariales con subidas de 0.9% en media anual y lo comparamos con la inflación 1.8%, la conclusión es que los asalariados perdieron poder adquisitivo en el 2010. No obstante, tengo que señalar que esta diferencia no compensa en absoluto lo ocurrido en años anteriores, en los que los asalariados ganaron bastante en poder adquisitivo.
El tema de actualidad es la negociación a nivel europeo impuesta por la canciller Merkel de ligar salarios a la productividad y el tema es de una COMPLEJIDAD que, a veces, no ha sido debidamente matizado. Parto de la hipótesis de que el sistema actual, sobre todo, el que permanece en España de ligar SALARIOS-INFLACIÓN es un verdadero disparate. Hizo su función, en mi opinión muy negativa, en los años de crecimiento pero, indudablemente, es INVIABLE para los tiempos actuales.
Pero el baremo SALARIOS-PRODUCTIVIDAD no es en absoluto fácil de establecer en un país como España. Está claro que no podemos compararnos a Alemania, ya que mas del 50% de nuestra población activa presta sus servicios en el sector servicios, en el cual esa ligazón es muy compleja.
No tengo la mínima duda porque así lo apliqué en su día en sectores puros de fabricación en sus diferentes facetas. Hay métodos mas que suficientes para ponerlos en práctica, tampoco existen problemas sobresalientes, en la vertiente del mercado de marketing, ventas y distribución.
¿Pero que hacemos en el sector servicios? Como medimos la productividad en un convenio en sectores, como la restauración-hotelera-transporte público-privado-administrativo-múltiples servicios que existen en la vida cotidiana. Éstos son un mero ejemplo de las muchas actividades difíciles de encuadrar en la productividad, porque incluso los índices de medir la productividad cambiaría de un sector de servicios a otros.
No digo que no sea posible, pero la implantación es de una gran COMPLEJIDAD, con lo cual no veo posible resolver el problema a corto plazo. En el caso alemán la situación en el sector servicios es menor con respecto a los sectores de procesos productivos.
La idea a nivel particular del secretario de economía del P.P, Nadal, de vincular salarios al nivel de desempleo lo veo mas bien como una idea genérica, pero no tiene sentido su aplicación.
Considero que es IMPRESCINDIBLE la ligazón salarios-productividad. Únicamente, he tratado de señalar las dificultades de sus implantación en unos países más que en otros en función de las propias peculiaridades.
Esta reflexión no tiene nada que ver con la noticia que leo en la prensa de que UGT sube el salario a sus empleados entre el 4.5%-7%. Es INDIGNANTE que este EJÉRCITO de... sigan disfrutando de privilegios. ¿HASTA CUÁNDO?