El Numancia es el equipo que más partidos pierde en liga tras el Salamanca y parece que el término derrota se ha convertido en algo de lo más normal del mundo en los resultados de los sorianos. De los treinta partidos que se han disputado en liga hasta el momento, el Numancia ha perdido la mitad de ellos, algo que le impide rotundamente acercarse a su objetivo de la lucha por el play off.
Tan solo el Salamanca con diecisiete derrotas supera el dato de los sorianos, que sobre todo fuera de casa no consiguen superar o igualar a sus rivales. Gran parte de culpa de estas derrotas viene como consecuencia de errores defensivos como ya quedó demostrado en Tarragona, donde los rojillos perdieron por 1-0 en un gol que falló tanto al defensa como el portero. Con este aspecto sirve de poco que los sorianos sean el quinto máximo realizador de la liga.
El cambio pasa por casa, como siempre
Al ser de los peores conjuntos como visitantes, Juan Carlos Unzué ha conseguido la estabilidad y tranquilidad del equipo en la zona media de la tabla, consiguiendo la mayoría de victorias del conjunto soriano en su feudo.
El cambio de juego del equipo de cuando juega como local a visitante no sólo se refleja en resultados sino en el juego. Cuando el Numancia juega fuera de casa a penas crea ocasiones de gol, por el contrario cuando juega de local realiza partidos con mayor intensidad logrando reflejar el juego que Unzué quiere para este equipo. La pregunta que se hace toda la afición rojilla es a qué se debe tanta diferencia. Una pregunta cuya respuesta todavía es inexplicable.
El próximo fin de semana visita Soria la Sociedad Deportiva Huesca, equipo que casualmente logra mejores resultados fuera de El Alcoraz que en su propio estadio. Al ser el Numancia un buen equipo como local y el Huesca como visitante se verá un choque de trenes entre dos equipos que quieren ver de lejos el descenso y acercarse a las posiciones nobles de la tabla.