“No hemos hecho un buen partido. Nos vamos con la sensación de que el equipo se ha vaciado”. Con estas palabras comenzaba el técnico del Villarreal B su ‘esperada’ rueda de prensa después de la última derrota ante el Xerez. Ya es el segundo encuentro (junto al del Rayo) que Gracia repite oración, ambos con idéntico resultado.
Olvidadas quedaron aquellas frases repletas de positivismo, cuando un creciente filial amarillo lograba desbancar al Betis en el mes de enero del actual año y acarreaba una racha de cuatro partidos consecutivos saliendo victorioso y sin encajar tanto alguno. En aquellos albores, el técnico pamplonica citaba partido tras partido: “nos vamos con la sensación que deja el trabajo bien hecho”. No nos engañemos, por entonces no le faltaban razones.
Tampoco en estos momentos, cuando argumenta que hay que exigir al equipo su justa medida. Hizo bien el Villarreal B cosechando el máximo de puntos posibles cuando podía contar con todos sus efectivos. De ahora en adelante, conseguir puntos se va convertir en una tarea muy dura en un filial que cuenta con tan grado de importancia para su primer equipo. Con parecidas palabras pero con una leve brizna de resquemor intentaba justificar el último desastre vivido en casa el bueno de Xabi.
Porque la lotería que se sortea en el equipo respecto las bajas que semana tras semana lo van mermando dejó fuera de la convocatoria a tres de los hombres más importantes para su entrenador. Iago Falque (su máximo anotador) y Jaume Costa, ambos por sanción, mientras que Kiko Olivas entró en lo planes de Garrido en su partido contra el Athletic, llegando a jugar incluso alrededor de los 10 últimos minutos.
Pero no sólo en esta ocasión ha tenido que sufrir el ‘Mini Submarino’ la bendición de que sus efectivos fueran llamados a las filas del primer equipo. Jugadores como Mario, a duras penas han servido en el Villarreal B 600 minutos esta temporada, en parte también por culpa de la lesión de Ángel, que ha contribuido a que el joven lateral haya conseguido incluso la titularidad ante la falta de sanos contendientes.
Marcos Gullón y Nicki Bille en varias ocasiones se han unido al absoluto para mala fortuna del B, ya que siempre que el capitán y el atacante danés han sido convocados por Garrido, el filial ha terminado pereciendo. A todo esto habría que añadirle los partidos de selecciones. Mientras la Primera División descansa para dejar paso a esta clase de encuentros, Segunda sigue corriendo y aquellos pocos equipos que alberguen jugadores internacionales entre sus filas están resignados a contarlos como bajas durante este breve periodo de tiempo.
En este caso, Hernán Pérez y Nicki Bille brillarán por su ausencia en el próximo partido frente el Cartagena. Todo esto no son más que pequeños obstáculos ya previstos, o como Javi Gracia asegura, son las dificultades asignadas a un filial tan importante como lo puede ser el Villarreal B. Pero lo cierto es que parece que se le atragantan esos seis puntos que le entregarían la permanencia directa al conjunto entrenado por el navarro. La prueba: cuatro únicos puntos conseguidos de los últimos 18.