Los de Onésimo causaron el domingo una grata sensación en el Cartagonova. Equipo ordenado, con buen trato de balón y con jugadores muy interesantes como Gilvan o Roberto García. No descartaría yo a los aragoneses para pelear por algo más que la permanencia en lo que queda de liga.

Lo malo es que se encontraron con un Efesé que los tenía bien puestos, (los jugadores sobre el terreno de juego, me refiero, lo otro ya se encargó algún listo de ponerlo en entredicho por ahí). Es cierto que el Cartagena, en casa, juega con una intensidad que lejos del Cartagonova le está costando tener, no se sabe muy bien por qué. Pero de ahí a insinuar determinadas cosas... pues no.

¿Y qué me dicen de Longás? Vaya jugada se marca en el primer gol. De acuerdo, Botelho (protagonista absoluto con una asistencia y un gol) se pega la galopada y Toché la empuja pero fue el maño el que volvió a brillar como el año pasado cuando, tras recoger un balón de Cygan, dribla a dos jugadores rivales y mete un pase de ensueño con el que rompe la presión del Huesca. Bravo Antonio. Lástima que el disparo a puerta en la segunda mitad no te haya entrado.

Y quiero tener también un reconocimiento para Cala. El lebrijano celebró con aspavientos el final del encuentro, síntoma inequívoco (además lo ha reconocido en rueda de prensa) de que en el vestuario habían escocido algunas críticas al equipo durante la semana (está claro que lo de Víctor no fue casualidad). Pero, sobre todo, prueba palpable de su compromiso con los colores blanquinegros. Cuajó un grandísimo partido junto a Cygan en el centro de la zaga y se batió el cobre como nadie. Pues que canté lo que, a mi juicio, en su momento, fue una metedura de pata por su parte, cuando dijo que se marcharía si no jugaba, habrá que cantar ahora sus aciertos.

En fin, yo no sé si toda esa gente que se dedica a afear el juego del Efesé y los planteamientos de JIM, está paladeando, como yo, todos y cada uno de los momentos que nos está regalando nuestro paso por la Liga Adelante, o, sencillamente, no tienen otra cosa que hacer que amargarse la vida y amargárnosla a los demás. Pregunto ¿los que se quejan tanto es que se han olvidado ya de la segunda b o es que nunca estuvieron en ella?"

Y es que, por momentos, se vio fútbol de mucha clase en el Cartagonova. También es verdad que la actuación de Miranda Torres, que aparte de empeñarse en no dejarnos jugar con nuestros históricos colores, nos sacó a todos de quicio en algunas fases del encuentro, contribuyó al espectáculo. No quiero yo pensar en cómo se hubiera desarrollado este encuentro en manos de otro colegiado. Me temo que hubiera sido insufrible y hubiéramos padecido un concierto de pito aderezado con alguna que otra expulsión (sí, la de Longás era naranja, pero había falta previa del Huesca ¿eh?).

Esta semana toca el Alcorcón del archienemigo, Anquela. Y un escenario, Santo Domingo, de ingrato recuerdo para el Cartagena, cuando hace dos años perdió un encuentro que ya tenía ganado por culpa del árbitro y las malas artes del técnico local. Además, este año es un campo donde difícilmente nadie arranca algún (como se decía antaño) "positivo". Tal vez lo haga el equipo que, a fuerza de perderlo todo fuera de casa, y hacer lo contrario en feudo propio, se ha ganado el sobrenombre de Atila, Rey de los "unos". Así es el fútbol.

La cosa es que, sea como sea, en Cartagena estamos a un suspiro de poder decir, más anchos que largos, que el año que viene volveremos a tener fútbol profesional. Y eso, aunque algunos no se den cuenta, es decir mucho. Miremos si no cómo se encuentran otros clubes con, supuestamente, más solera que el nuestro. Miremos como está esa ruina que es la segunda b. No es conformismo, es sentido común que, según muchos, es el menos común de los sentidos.