La semana del Sevilla ha estado marcada por la marcha de un grande. Luis Fabiano dice adiós a la elástica sevillista, camiseta que ha defendido durante seis años. Era un secreto a voces que el internacional saldría del club de Nervión tarde o temprano, pero no se esperaba que lo hiciera a estas alturas de la temporada.
El ya exnervionense se marcha por la puerta grande del Sevilla, equipo que le ha dado todo y le ha convertido en el jugador grande que es. Aquí en la capital andaluza ha logrado títulos y lo más importante, se ha convertido en el indiscutible “9” de la selección carioca. Polémico en muchas ocasiones (solo hay que recordar la pelea que tuvo con Diogo), supo callar bocas a base de goles. En total, más de cien con la elástica rojiblanca, aunque sin embargo, en esta última campaña se ha visto superado por Kanouté y un gran Álvaro Negredo.
Los pocos minutos que tenía últimamente, unido al deseo de pasar sus últimos años en su país natal (pese a que solo tiene 30 años), han hecho posible el traspaso al Sao Paulo por algo más de trece millones de euros, aunque solamente unos siete millones y medio irán a las arcas hispalenses. Todas las partes contentas y ahora, “esperemos no echar de menos a Luis Fabiano”, comentaba Manzano estos días.
Un punto que sabe a gloria
Otra de las noticias más destacadas de esta semana, sin duda, ha sido el relevante empate que los sevillistas han logrado ante el todopoderoso Barcelona. Se temía lo peor, se presagiaba una goleada… pero al final, a base de esfuerzo (y dicho sea, porque el técnico dio con la tecla de sacar a Kanouté), consiguieron un punto que sabe a gloria.
Es más, este empate ha hecho que el Sevilla se consolide en puestos de Europa League y que vean cada vez más cerca la Champions, objetivo que aún está muy lejos de conseguir. De todos modos, el plantel sevillano sueña con conseguir este fin y no lo ven tan difícil de lograr. Complicado es, digan lo que digan.