En 2005 el empresario mallorquín Vicenç Grande se hizo con la propiedad del Mallorca y nombró como director deportivo a Nando Pons, cediéndole la responsabilidad en la confección de la plantilla del equipo durante varios años. Pons tenía contrato con el club hasta 2013 y las dos partes se habían citado en los juzgados dado la reticencia del director deportivo a dejar el cargo. Al final, esta semana han llegado a un acuerdo para su rescisión de contrato.
Con el descalabro de las empresas de Grande, el Mallorca entró en una situación económica inviable que ha llevado al club al concurso de acreedores actual. Los ingresos de Nando Pons, sobre todo aquellos derivados de primas por fichajes, han sido fruto de polémica entre el mallorquinismo, que pedía su renuncia desde hace varios meses. Tras cinco años en el cargo, Pons deja un legado de aciertos y fracasos en sus operaciones.
La columna vertebral del equipo titular esta temporada está compuesta por jugadores que llegaron bajo el mando de Nando Pons. Nunes llegó en su primera temporada, Castro y Webó en el 2007 y Aouate, Martí y Ayoze en el 2008. Entre todos costaron al Mallorca unos seis millones y medio de euros, amortizados sobradamente con su rendimiento en el campo y con opciones de recuperar parte de ese dinero en futuras ventas, como la de Castro o Webó.
Además, hay que atribuirle a Pons algunos de los grandes jugadores fichados por el Mallorca en estas temporadas. Güiza, Aduriz, Jurado o Borja Valero (en dos ocasiones) jugaron en la isla de la mano del entonces director deportivo. Con ellos no solo se sacó rendimiento deportivo, sino también provecho económico. Tampoco hay que despreciar fichajes como los de Basinas, Ibagaza (en su segunda etapa), Mario Suárez, Rubén o Mattioni.
Eso sí, el capítulo de desaciertos no es escaso, pero en qué equipo no es así. Algunos fichajes son como melones, no sabes si saldrá bueno o no hasta que lo abres. Tal sería el caso de Callejón, el hermano gemelo del que juega en el Espanyol, Dorado, Maxi López, Molinero, Pezzolano, Jordi López y otros que, aunque aportaron su granito de arena, no justificaron su inversión, como Keita, Lux, Jankovic o Corrales.
Muchas veces se le echa en cara a Nando Pons su relación con el representante Manuel García Quilón y el trato de favor que le proporcionó a éste, que además también representaba al entonces entrenador del Mallorca Manzano. En esta etapa llegaron cinco jugadores de Quilón, Mario Suárez, Jurado, Rubén, Corrales y Callejón. Visto el rendimiento de éstos tampoco se le puede criticar demasiado a Pons, a quién hay que valorarle el balance positivo de sus años como director deportivo, sobre todo comparándolo con el trabajo de otros equipos.