Se acabaron las excusas, los peros y cualquier otra causa directa o indirecta que impida obtener los tres puntos ante el Valladolid este próximo sábado.
Lo vivido ayer domingo ante el Betis, debe ser el capítulo final, de una pesadilla que ya ha durado demasiado para todo el entorno amarillo.
en catorce debe pararse el escandaloso contador de partidos sin ganar que lleva la UD Las Palmas esta temporada.
Cuesta encontrar palabras positivas, que den algo de aliento a cualquier seguidor amarillo que se digne a leerlas.
Pero pese a todos los datos negativos que existen, debemos aferrarnos a una salvación que es mucho más posible de lo que pueda parecer ahora mismo.
La permanencia pasa por el Estadio de Gran Canaria. Se juegan más partidos en casa que fuera, y es en siete palmas donde se debe y puede certificar una permanencia más cara que nunca.
El Valladolid puede ser un rival adecuado para comenzar la reacción, su línea es ascendente y ganarle daría mucho impulso a la causa por ser uno de los "teóricos" aspirantes al ascenso.
Es muy probable que ese plus de intensidad y lucha que no están demostrando los jugadores, se pueda deber a esa ausencia de victorias que refrescan los ánimos y nos permiten afrontar la semana con más esperanzas de mejora.
Esta semana el nuevo entrenador insular, podrá disponer de muchos días para preparar el encuentro. Ya ha tenido dos partidos para poder valorar los posibles problemas que tiene a este equipo tan bloqueado y anárquico como se encuentra actualmente.
Y ojalá que ante el Valladolid, llegué por fin esa ansiada victoria que tanto tiempo se lleva esperando, para que podamos afrontar los partidos venideros con mayores esperanzas, ánimos y deseos de salvar una temporada tan extraña como llena de contrastes.