Resulta que Javier Bardem y Josh Brolin se besaron en la gala de los Óscar. Fíjate. En su entrada en escena, ataviados con sendos trajes blancos, se marcaron un baile y por las fotografías que han salido a luz hace pocas horas, remataron el show con un piquito en los labios. A mi no me parece nada escandaloso. Son actores, y como tal hicieron su gag. Además, son muy buenos amigos desde que trabajaron juntos en “No es país para viejos” hace unos años, y se nota el “buen rollo”.

El realizador de la Gala de este año, ha querido apuntar que no se trata de ningún intento de censura, pero a los que vieron la ceremonia “en directo”, en los que me incluyo, no nos olió muy bien el asunto. Lo primero que se me vino a la cabeza fue: “alguien a enseñado un pecho”. Pobre Janet Jackson, que cruz.

Pero no, y hablando de Cruz, fue Penélope a la que enfocaron mientras sucedía todo esto.
Me llama la atención esa doble moral o conciencia bipolar del que gozan en EEUU.

En un país que es el mayor exponente en la realización de cine X, que se echen las manos a la cabeza por estas actuaciones tan poco sórdidas, es de preocupar.

Será cuestión de tradición y/o cultura diferentes, pero es que consiguen precisamente lo
contrario con estas auto-censuras absurdas: todo tiene la importancia que le des.

Ya me parece terrible que en un evento, encima de tales características, se emita con unos
minutos de retardo para poder tener capacidad de maniobra por si la cosa pinta del color que no les guste a los más conservadores. Aunque peor es que no lo reconozcan y se denominen ellos mismos como “tierra de las oportunidades”.

Muchísimas, incontables serán las cosas buenas que tengan en Norteamérica, pero que quieres, cada vez me gusta más Europa. Excepcional documental sobre las diferencias sustanciales que nos separan, hizo hace unos años el americano Michael Moore: ese gigante, en todos los sentidos, en docu-films de denuncia social expuso, de manera brillante, todo a lo que me refiero hoy. Irrenunciables: “Sicko” y “Capitalismo: una historia de amor”

Altamente recomendable verlos, incluso estudiarlos: bien sea en subtitulado, versión original o doblado al castellano. El mensaje estará igual de diáfano. Se quitarán muchos de los posibles complejos que algunos puedan tener por no pertenecer a una primera potencia mundial. Aunque, y no voy a decir nombres, alguno prefiera que su retoño nazca en esas fronteras de la abundancia, y luego vaya por la vida de poco menos que “perrofláutico”, si se me permite la expresión.

Esta claro; somos unos afortunados. Para mí, lo primero en la vida es la Salud, y no, no es q
no me haya tocado la lotería, que tampoco, sino que es una realidad. Sin ella, date por perdido. Y el hecho de que tengamos los servicios que disfrutamos de Seguridad Social Sanitaria, ese derecho que nos cuesta una millonada a todos pero que no recae solo en nuestros impuestos…es un privilegio innegable.

Pero Moore lo explica mucho mejor que yo, así que animo desde aquí a ver sus trabajos reseñados detenidamente. Increíblemente para mí, muchos le repudian y le declaran antipatriótico. Es una lástima que para ser querido en tu tierra, muchas veces tengas que ser reconocido en otros lugares con una visión del mundo más abierta y parecida a la tuya.

Michael, cuando quieras, eres muy bienvenido a estos lares que te dejaron con la boca abierta.