Sólo los malos resultados de sus rivales directos mantienen con vida al Albacete.
Una vez más, volvemos a hacer uso del refranero español para explicar la situación que vive este Albacete Balompié y es que, tras siete jornadas sin ganar, el mal momento de algunos de los compañeros de viaje del Alba es el único motivo de esperanza de una afición cada vez más desgastada.
Al contrario que la temporada pasada en la que David Vidal obtuvo resultados de forma casi inmediata, este año, el efecto Vidal parece estar tardando más en dar sus frutos y tras dos jornadas a las órdenes del técnico gallego, el Albacete no ha podido obtener más que un punto frente a un Recreativo que acabó con diez hombres. Aún a sabiendas que es muy pronto para evaluar el trabajo del nuevo preparador de los manchegos, la parroquia albaceteña, esperanzada ante la llegada del que el año pasado fue su ángel de la guardia ve, como por momentos, su ilusión se desvanece a medida que el equipo sigue sin responder a pesar de los esfuerzos realizados con las últimas contrataciones, incluida la de David Vidal.
Echando un vistazo rápido a la clasificación, podemos observar como, tras haber obtenido un solo punto de los últimos veintiuno puestos en juego, el cuadro albaceteño ocupa el penúltimo lugar a solo, y esta es la mejor noticia en este Albacete, dos puntos de la salvación que, a día de hoy, marca la U.D. Las Palmas.
Pero no todo son “buenas noticias” y la misma tabla clasificatoria muestra claramente como un grupo de equipos, entre los que se encuentra el Alba, se está hundiendo en la clasificación. En concreto, el Huesca, a priori rival directo de cara a la permanencia, ha conseguido cinco puntos de distancia frente a su inmediato perseguidor, el Recreativo de Huelva que esta semana dormirá un partido por encima de la zona de peligro. Por tanto, podemos hablar, con las reservas propias que dieciséis partidos por delante crean, de siete claros candidatos a jugar en Segunda B el próximo año: Recreativo, Tenerife, Las Palmas, Gimnástic, Salamanca, Ponferradina y el propio Albacete. Si a todo esto unimos que equipos como Recreativo o Tenerife, tras un comienzo desastroso empiezan a reaccionar, se reduce todavía más el elenco de aspirantes al abismo. Lógicamente, de aquí a final de temporada, alguno más de los que hoy respira tranquilo se unirá a esa dura cruzada que supone eludir el descenso pero parece evidente que el número no será muy elevado y lo que es peor, que el Albacete se encontrará, otro año más y ya son muchos, inmerso de lleno en esa batalla.