Dicen que “después de la tormenta llega la calma”. Un cielo encapotado se cernía sobre un equipo que había perdido el rumbo verdadero con el que pretendía alzarse a lo más alto. Después de que los nubarrones descargaran su furia en una portentosa tormenta, las esperanzas, de las que pocos hacían acopio hace dos semanas, vuelven a emergerse en un mar de calma.
Javi Guerra, autor del gol, es el máximo goleador blanquivioleta con 14 dianas (nortecastilla.es)
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Los protagonistas de esta historia son los conformantes del nuevo once que tan buen resultado está otorgando al Real Valladolid. No hace mucho, la cuestión de Abel como entrenador blanquivioleta copaba las mentes de los más críticos, razón atinada por la que nadie ofrecía otra visión ni se quejaba, pues el toledano, con su falta de rigor, demostró ser el peor entrenador que había pisado campo pucelano.
En Huelva, el técnico revolucionó el once titular –casi por obligación- con algunos jugadores que menos minutos habían disputado, consagrando una decisión totalmente acertada. Consiguió ver la luz al final de un túnel que se apreciaba infinito. Junto al enésimo cambio convivió la expulsión de Óscar, una tarjeta roja que se presentó tan justa como bienvenida, pues no se puede recordar nada tan gratificante como el juego, en este partido, en inferioridad numérica.
Los revolucionarios que concedieron la victoria repitieron casi íntegramente ante el Betis, encuentro donde manifestaron vehementemente que la actitud de los pucelanos había retornado. Como no podía ser de otra manera, Javi Guerra fue quien puso el punto sobre las íes. Un tanto del pichichi blanquivioleta fue suficiente para fusilar el escaso juego bético. Aunque bien es cierto, que no se debe olvidar el gran centro que propició Nauzet al goleador –y ya son 6 perfectas asistencias-. Y es que, esta pareja es la que más hilaridad está proporcionando a unos aficionados, ahora, ilusionados.
Las rotaciones de los medios centros, que a priori parecían poco convencibles, ya que, estaban interpretadas por un jugador recién llegado y otro recién salido de una lesión, resultaron ser las más productivas. Nafti y Baraja han demostrado generar una buena organización en el medio campo que desde hacía tiempo se ostentaba carente de presencia.
El último golpe revolucionario fue a recaer en la defensa, la cual no tiene nada que ver con la que se erigió a principio de temporada. Cuatro nuevos jugadores con metas defensivas han sido los causantes de que en la portería pucelana no se haya encajado ningún esférico. Barragán, Jordi, Juanito y Peña han manifestado la conformación de una gran defensa.
De esta forma, ha llegado una reacción que se apreciaba distante hace unas semanas y, con la que ya, se han cosechado dos victorias que se aúpan gratamente junto al mantenimiento de la portería a cero. Y es que, después de tantos despropósitos y a pesar de que el once aún no esté concluso, parece que ésto va tomando forma.