Ha llegado el primer gran desafío de la era Mourinho en el Real Madrid. Lo que debería ser un trámite para un equipo cuya historia le pone en la cúspide permanente, se ha convertido en una pesadilla en los últimos años: los octavos de final de la Champions.

Este martes le espera al Madrid el Olympique de Lyon, uno de esos conjuntos a los que hay que rematar… o te pasan por encima. Los blancos ya lo han comprobado, por eso el trabajo mental de Mourinho es clave para afrontar una eliminatoria para hombres, no para nombres.

Pero si de nombres hablamos diremos que Cristiano Ronaldo es más importante que nunca por su potencia, calidad y capacidad de liderazgo. Xabi Alonso es imprescindible por su equilibrio. Es el mariscal del Madrid y su concurso se antoja vital.

Pepe debe ser el gran jefe de la zaga junto a Carvalho, con Ramos, Marcelo, Arbeloa y demás en su papel. Di Maria y Özil deben poner la magia, el toque de autor de este equipo. Y Benzemá y Abdebayor deben tener el ‘instinto asesino’ para afrontar la portería contraria.

Casillas también debe poner la experiencia y el talento aunque no sabemos si Adán habrá enamorado a Mourinho tras dos partidos con la portería a cero. Al menos, la portería del Madrid está más que asegurada.

Si todo lo dicho funciona, el Madrid debe ganar incluso en Francia, aunque el territorio Champions es para estar concentrado del minuto 1 al pitido final. Gran partido espera, con un Real que sigue a la caza del Barcelona en la Liga y que ha hecho una gran Copa llegando a la final con los culés.

Vamos a esperar a ver qué Madrid vemos en esta etapa de la Champions donde cualquier error se paga muy caro. Grandes entrenadores han caído por esta eliminatoria y Mourinho es muy consciente de la urgencia histórica del Madrid. Porque el Madrid vive de eso mientras el técnico luso busca crear un modelo de club y de estilo deportivo. Pero todo esto será ciencia-ficción si el Lyon se empeña en ser el niño en el bautizo como el año pasado. Bueno.