Llega la hora de la verdad para Jose Mourinho. Cuando el técnico portugués estampaba su firma como nuevo entrenador blanco en el Santiago Bernabéu al lado de su presidente Florentino Pérez, arrancaba el objetivo por el que era contratado, ganar la Décima Copa de Europa para el Real Madrid.
Sí hay una copa vinculada históricamente a un club y a sus vitrinas, esa es la Copa de Europa a las vitrinas del Real Madrid. La orejona, la Liga de Campeones, la Champions League, en definitiva, la Copa de Europa que en nueve ocasiones ha ganado el conjunto blanco.
El año pasado el Real Madrid de los 300 millones de euros en fichajes gastados en CR7, Kaká, Benzema, Xabi Alonso, Albiol, Arbeloa, Granero y en el entrenador Manuel Pellegrini no fue capaz de ganar al Olympique de Lyon en ninguno de los dos partidos de octavos de final, 1-0 en Gerland y 1-1 en el Santiago Bernabéu. A Pellegrini le costó no seguir como entrenador a pesar de hacer una temporada buena en Liga quedando segundo con 96 puntos ante el mejor Fútbol Club Barcelona de la historia.
Este año caer otra vez en octavos de final sería estigmatizar definitivamente en la carne de los madridistas que su equipo sí o sí siempre va a ser eliminado en este cruce de la Copa de Europa, que el Madrid no puede mirar más allá que de los octavos de final, que su transitar en la máxima competición europea de fútbol se acaba junto al de otros 16 equipos.
Las sensaciones de esta temporada son bien distintas en la Copa de Europa a las de la temporada pasada. El Madrid ya ha mostrado su sello este año en Europa, solidez defensiva y contundencia en el ataque que le ha hecho ser junto al Fútbol Club Barcelona y el Manchester United los únicos conjuntos que han pasado invictos a los octavos de final.
Mourinho tiene a partir de este martes, a las 20:45 horas en el estadio de Gerland frente al Olympique de Lyon el reto de pasar a cuartos de final de la Copa de Europa, un reto que en las últimas seis temporadas es maldito para el Real Madrid. Por este orden, Juventus, Arsenal, Bayern de Múnich, Roma, Liverpool y Olympique de Lyon se han encargado de convertir en una mal costumbre para el Mejor Club del Siglo XX caer eliminado en el cruce de octavos de final de la Copa de Europa.