Debido al parón por la Copa del Rey, el equipo dispuso de cuatro días de vacaciones
Con las pilas cargadas, tras el parón de la Copa, los donostiarras vuelven a la competición con ganas de conseguir la permanencia lo antes posible. La culpa de las ganas que tiene el equipo son los cuatro días de fiesta que han disfrutado los jugadores, para tomar un pequeño descanso de tanto baloncesto. El domingo es el primer partido, ante el Asefa Estudiantes, recientemente recuperado el liderato y cerca de conseguir el pase para la “last 16” de la Eurocup.
Tras el parón de la Copa, la ACB vuelve a su ritmo, y la mitad de los equipos vuelven a competir tras una semana de ausencia. Es el caso de los donostiarras, que al no clasificarse para la Copa han disfrutado de cuatro días de vacaciones, de jueves a domingo. La razón de las mini-vacaciones, es para descansar la cabeza de tanto baloncesto, ya que a pesar de ser profesionales, la gente se cansa de hacer siempre lo mismo y el relax no es malo, aunque alguno se dejo ver por Madrid.
Pero el lunes, como si fuese otra semana más volvieron a los entrenamientos para preparar el partido ante el Asefa Estudiantes. El equipo sin ninguna novedad ha vuelto a los entrenamientos, para afrontar el partido del domingo. El partido es importante para el conjunto de Laso ya que así se alejaría más de la zona de peligro acercándose más a la zona media de la clasificación.
Por segundo año consecutivo, después de la Copa, los donostiarras visitan la ciudad organizadora, el año pasado en Bilbao y este año Madrid. Pero este año no jugará en el mismo pabellón sino que lo hará en Vistalegre y como el año pasado, no estarán solos ya que la peña Omnes Uni-Denok Bat ha organizado un viaje a Madrid para ver el partido del domingo frente a Asefa Estudiantes.