El PSOE no tiene a nadie que le escriba en Castilla y León. Ni quien le escriba ni quien le hable. Va por libre, sigue sin líder y dando golpes al tamboril del azar. Pero lo más grave es que lleva así varios quinquenios y Castilla y León sufre porque el Gobierno de Herrera Campo está desgastado, enmohecido y cada vez se parece más al ejército de Pancho Villa; es decir, cada uno va a su aire y los directores generales hace tiempo que ‘planchan huevos y fríen corbatas’, sobre todo desde que un nutrido grupo de ellos se echó al monte. ¿Nombres? Aquí nos conocemos todos.
No hay más que escuchar al secretario general del PSOE de Castilla y León y candidato a la Presidencia de la Comunidad, Óscar López. Tapándose los ojos y la nariz ha afirmado en Segovia que el PP es ya "agua estancada" en la Junta. Cierta es esa afirmación pero no menos cierta es que el PSOE sigue sin generar ilusión entre la ciudadanía de Castilla y León. El socialismo mató el dinamismo de la comunidad y el PP ha acabado por dar la puntilla del progreso, echar a los jóvenes de la región y abandonar con el desprecio a nuestros mayores.
Ya son varias las convocatorias electorales donde los líderes del PSOE se presentan y, tras el rechazo ciudadano, acaban marchándose a mamar de las ubres zapateriles del Gobierno central. Achacan a los demás “que se marcharán” y son ellos quienes engañan al contribuyente; pero la población hace tiempo que aprendió a pensar, por eso tendrán que pasar décadas para que gane el socialismo en León y en Castilla. El socialismo no tiene más cera que la que arde en la comunidad, sobre todo a la vista de la corrupción, el engaño y la prostitución de las ideas. Ya nadie cree en ideologías trasnochadas, anticuadas y dantescas.
"Castilla y León necesita ilusión y dinamismo", ha indicado el sociata López. Pero también necesita puestos de trabajo, apoyo al mundo empresarial y rechazo al Partido Popular. Es de dominio público que los equipos de Herrera Campo no están preparados para dar impulso a la comunidad, si bien el PSOE lo tiene más crudo aún, porque parece que ni siquiera tiene esos equipos, lo que agrava considerablemente la situación.
Llama la atención la estupidez aventada por el tal Oscar López, nada conocido por estas tierras, al insinuar que el número dos de la candidatura sociata para la comunidad es el presidente del comité de empresa de Renault en Valladolid. López se ha pasado tres pueblos al decir que el presidente del comité de empresa "es una persona joven, comprometida y que ha firmado el acuerdo más importante para la continuidad de la empresa más importante de Castilla y León". Una de dos: o López es un mentiroso o alguien le está moviendo la silla y quiere que quede en ridículo, porque el presidente del comité de empresa no ha hecho más que besar por donde pisaban Juan Vicente Herrera y Tomás Villanueva. No ha firmado nada más que lo que otros han gestionado, negociado, acordado y aprobado. Por favor, que alguien le diga a López que deje de decir sandeces de grueso calibre. Sin duda, estaría mejor calladito que meando fuera del inodoro cada vez que tiene antojos.
El presunto líder socialista de la comunidad castellano-leonesa no solo no es tal sino que va pisando en todos los charcos con intención de salpicar. Es menos conocido que el cachalote y la marsopa de Castilla. Muchas veces me acuerdo de Oscar Wilde, por aquello de que “si ya es espantoso que hablen mal de uno, peor es que ni siquiera hablen”. Pues eso.