De mal en peor. Incomprensible. Pésimo. De pena. Aunque suene duro, son algunos de los calificativos que los sevillistas dan a su equipo esta semana. Y es que el Sevilla parece no levantar cabeza; ni el año nuevo, ni el cambio de entrenador, ni los fichajes que por fin han llegado… nada sirve a este plantel desquiciado y desconcertado, que con el paso de las jornadas se aleja cada vez más de sus objetivos europeos.
Es más, los andaluces ven cómo la Champions, principal fin de éstos esta campaña, es un imposible. Tal es así, que el propio técnico rojiblanco, Gregorio Manzano, viene comentando algo similar estos días. “Perdiendo tantos puntos no vamos a ninguna parte”. Más claro, el agua. El conjunto rojiblanco se ha estancado en Liga, y lo que es peor, pierde puntos importantes ante rivales, a priori, inferiores, como ocurrió el sábado pasado con el Racing de Santander.
Ante este panorama, los sevillistas están convencidos de que la “tormenta” pasará tarde o temprano, y que encontrarán la regularidad, por el bien de todos. Es que para fallar, ya fallan hasta los jugadores que parecían imbatibles, como es el caso de Andrés Palop, quien en los últimos encuentros ha encajado goles imcompresinbles; o Jesús Navas, quien no encuentra su mejor juego desde que salió de su lesión.
El caso es que el Sevilla no está bien, y eso no se puede ocultar, algo que sí hace su presidente, José María Del Nido. El mandamás rojiblanco aún está convencido de que “el equipo, a final de temporada, estará entre los mejores de España”, pero la realidad es que mucho tendrá que trabajar para estar entre los primeros. Es más, mucho tiene que trabajar para entrar hasta en Europa League, puesto muy disputado este año.
Y por cierto, hablando de Europa League. Este jueves, el Sevilla se enfrentará al Oporto en los dieciseisavos de final de dicha competición. Sin duda, difícil rival visitará el Sánchez Pizjuán, en el que se puede definir uno de los momentos más complicados del equipo hispalenses en los últimos años.